2 mayo, 2024

Trece niñas desaparecen a diario en Edoméx

Trece niñas desaparecen a diario en Edoméx

Brenda Cano: diseño. Miguel Alvarado: texto e imagen.

Toluca, México; 15 de febrero de 2022.

Blanca Valerio Benavides Casas desapareció el 24 de enero de 2020 en Mexicalcingo, un municipio del Estado de México cercano a Toluca. Sus padres no supieron más de ella después de que les dijera que iba a la estética a cortarse el cabello. Nunca llegó a ese negocio y su celular se apagó pocas horas después. Tiene 29 años y es parte de una interminable historia que ha construido un país en el que hay 94 mil desaparecidos recientes, pero en el que además, a su presidente, el morenista Andrés Manuel López Obrador, eso le importa menos que los escándalos financieros en los que su familia se ve involucrada. El presidente ha ocupado cinco días de un espacio privilegiado, que usa a diario, para dirimir un pleito personal con un comunicador, Carlos Loret de Mola, quien mostró las fotos de una mansión en Estados Unidos que había rentado el hijo mayor de AMLO, José Ramón López. Esas imágenes han terminado por silenciar la violenta realidad mexicana y en el Edoméx una crisis permanente de desapariciones, feminicidios y asesinatos.

Este panorama ejemplifica también el fracaso de la principal promesa de campaña del gobernador priista Alfredo del Mazo, quien al ganar las elecciones en 2017 prometió bajar la violencia. No sólo no pudo, sino que se le vino encima, además, una extraña guerra que la Fiscalía estatal articuló en contra de la Familia Michoacana, que ha tomado de manera definitiva el sur de la entidad, ha llegado al valle de Toluca y ha desplegado fuerzas al norte y al oriente. Extraña porque la Fiscalía cuenta con el apoyo necesario para por lo menos mantener a raya a ese cártel, pero no ha podido y sí, en cambio, un reguero de más de dos docenas de agentes muertos ha quedado sembrado en un año y medio de emboscadas y enfrentamientos.

En 2017 la entidad ocupaba el primer lugar nacional en incidencia delictiva, con 239 mil 907 delitos cometidos, de acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública que todavía respondía a la administración de Enrique Peña Nieto.

Si en tres meses esos fueron los resultados de Del Mazo, cinco años después nada ha cambiado para el Estado de México. Aquí, los 156 mil 683 delitos cometidos desde enero y hasta octubre de 2021 tienen que sumarse a los registrados en la administración del priista. En 2018, de acuerdo también al Secretariado, se cometieron 177 mil 175 delitos; en 2019 la cifra fue mayor, de 179 mil 675; en 2020, los delitos computados fueron 171 mil 83.  En total, en la administración de Alfredo del Mazo Maza, hasta octubre de 2021, se han cometido 684 mil 616 delitos.

En el tema de las desapariciones, esos números apenas dicen nada. Sin embargo, un estudio realizado por la Red por los derechos de la infancia en México (Redim), señala con contundencia que en 2021 las niñas de entre 12 y 17 años reportadas como desaparecidas, “no localizadas o posteriormente localizadas” sumaron 13 diarias.

Esto, de acuerdo a la investigación “Desaparición de Mujeres Adolescentes, Niñas y Niños en el Estado de México y su vínculo con la Explotación Sexual o la Trata de Personas con ese u otros fines”, en el que también participa la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas (CNB) y que señala que las desapariciones en tierra mexiquense se dan en plena luz del día y las víctimas son en su mayoría estudiantes.

En ese contexto, el 11 de mayo de 2021 la colectiva Mujeres entre las cebollas pegó 200 carteles en un puente del distribuidor vial de Boulevard Aeropuerto, hacia la salida a Xonacatlán, en Toluca. Esas fichas correspondían a todas las mujeres desaparecidas entre enero y abril de ese año. A lo que resultó lo llamaron “Mural de Emergencia. Nos están desapareciendo”.


Uno de los carteles decía: “Ayúdanos a encontrarla. Sexo: Femenino. Edad: 0-100 años. Vestía: De cualquier forma. Última vez vista:  En cualquier lugar”.

La investigación de Redim apunta también la presencia cada vez más recurrente del crimen organizado que recluta a hombres para forzar a mujeres como novias o con la promesa de incorporarlas en “el negocio” y ya dentro son víctimas de violencia sexual, explotación sexual, tortura y feminicidios, tomando sus cuerpos como verdaderos “campos de entrenamiento” para sus pares”. La edad que eligen para secuestrar se debe, en parte, a que las niñas son más vulnerables y cuentan con menos recursos para escapar y denunciar. Remarca que los 11 municipios donde se activó una doble alerta feminicida no han variado en los reportes de violencia y continúan con el mismo comportamiento.

Nancy Florencio Quintana desapareció hace poco, en Valle de Bravo, el 14 de enero de 2022, después de que saliera a dar una vuelta al pueblo cercano de Colorines. Se había quedado a dormir con amigos, que la vieron salir. En algún momento abordó un taxi y aunque se ha indagado acerca de la participación del chofer, no se le ha podido vincular al caso.

La desaparición de Nancy es un misterio que puede resolverse si se atiende a lo que dice la Redim: que quienes levantan a las niñas buscan que ellas no tengan antecedentes penales, que se registran mayormente los días lunes y mayo es el mes que tiene más casos, en horarios de entre seis de la mañana y seis de la tarde. “Se las llevan en un horario en donde están llevando a cabo las actividades que hacen día a día”, explicó Adriana González Veloz, directora de Análisis de Contexto de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) e investigadora.

De acuerdo a la Redim, uno de cada 100, es localizado sin vida “y 20 por ciento continúa desaparecido. […] en el caso de la trata, el estudio demuestra que este delito se ejecuta en el Estado de México con tres fines como son: realizar actividades delictivas e ilegales, explotación sexual y la adopción ilegal, mientras que en el caso de los feminicidios se han identificado cuatro modalidades diferentes de las desapariciones como son: violencia doméstica, agresión sexual, seriales y actividad criminal”.

La Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) apunta otras cifras, que terminan de redondear un problema mayúsculo, y refiere que de “36 mil 135 personas desaparecidas y localizadas en el Estado de México entre enero de 2015 y septiembre de 2021, 19 mil 964 (55.2 por ciento) fueron mujeres. Dentro del grupo de mujeres desaparecidas, según datos oficiales en el periodo referido, 12 mil 632 son niñas y adolescentes y a pesar de los esfuerzos institucionales, aún existen 7mil 961 personas que continúan desaparecidas, de las cuales 3 mil 641 (45.7 por ciento) son mujeres. La mayoría de las personas reportadas como desaparecidas que ya han sido localizadas, se encuentran con vida (95.1 por ciento). No obstante, 2 de cada 10 continúan desaparecidas y a partir del 2019 hay una tendencia a la baja en el porcentaje de localizaciones.

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