Karen Colín: diseño. Miguel Alvarado/ Fernanda García: texto. Ramsés Mercado: imagen.
Toluca, México; 17 de noviembre de 2022
Elementales, con el sentido común adormecido, dogmáticos, triunfalistas, apostando por la desmemoria, sin propuesta ideológica ni técnica claras que justifique una alianza política, el PRI, el PAN y el PRD anunciaron en una farragosa conferencia de prensa que competirán en coalición para las elecciones de la gubernatura en el 2023. Bastaron 15 minutos para hacer el anuncio, en el hotel Hilton de Toluca, pero se tomaron más de una hora para decir que aún no tienen candidato único y para repetir que Morena no ganará en el Estado de México, que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y su partido han destruido los logros y avances que se habían obtenido hace unos años y que, en fin, su alianza defenderá la democracia, el empleo y la seguridad pública en el Edoméx.
Hoy el PRI cometió el mismo error en que las izquierdas cayeron durante años: se dieron como ganadores por adelantado, sin competir, seguros de podrán remontar la diferencia de hasta 20 puntos que algunas encuestas dan ahora mismo a Delfina Gómez, la aspirante de Morena, mantiene sobre ellos.
Delfina es la otra opción para quienes van a votar por lo que se prefigura como una elección de bloques, en la que además panistas, perredistas y priistas se han pasado a Morena desde 2018 y operan infiltrados desde ahí elecciones y encargos públicos. Uno de los detentadores de la estructura política de Morena, por ejemplo, es el senador Higinio Martínez, a quien se le conoce como PRIginio; el ex alcalde de Toluca, el panista Juan Rodolfo Sánchez Gómez ganó para Morena la capital mexiquense y ahora está en los equipos de Delfina Gómez.
La construcción de un espacio psicológico abrió la puerta a la Triple Alianza, que aún no tiene un nombre oficial para encarar lo que Morena ha llamado pomposamente la Batalla Maestra. En algo tiene razón la alianza, sin embargo: no es lo mismo competir en Jalisco o Michoacán para ellos que en el Estado de México, cuna y sede del Grupo Atlacomulco y aparador político y financiero de la familia del ex presidente de México, Enrique Peña Nieto, parte del imaginario de “adversarios” del presidente AMLO, pero también intocable, aunque Ayotzinapa lo señala de todas las maneras posibles.
Primero, una marcha de por lo menos 250 mil personas que no protestaron contra las reformas al Instituto Nacional Electoral sino contra el constante y metódico menosprecio del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador por sectores específicos de la sociedad. Después, una inusual encuesta publicada por el diario El Financiero, que daba por primera vez como puntera a la priista Alejandra del Moral en las preferencias por la gubernatura del Estado de México, por encima de la aplanadora morenista que representa la maestra Delfina Gómez, enviada de AMLO para competir por el estado priista más emblemático del país. Por último, una foto muy populista, como el gobierno de la Cuarta Transformación que tanto critican, circuló en redes sociales esta semana. Alejandra del Moral sostiene un taco y se prepara para darle una gran mordida. Todo suma y aunque en política nada es verdad, se trata de que parezca que lo es.
Esta mañana, los líderes del PRI, PAN y PRD en el Estado de México se reunieron en la sede del tricolor para anunciar que ya lo pensaron bien y que ya saben cómo derrotar a la izquierda morenista. Apenas les tomó 10 minutos hacer el anuncio cuando Éric Sevilla, el secretario general del PRI, decía a bocajarro que la alianza ya tenía la aprobación de diputados, alcaldes y militantes, entre otros.
Luego dijo, apostando a la desmemoria de periodistas y de los ciudadanos, que se trataba de un proyecto de paz y que ésa no será una alianza solamente para ganar una elección, sino un frente desde el que se combata la desigualdad y el desempleo. No cabe duda que las alianzas vuelven temerarios a socios como éstos, que obvian el primer lugar nacional en feminicidios del Estado de México, por ejemplo, o que al menos la mitad de sus 17 millones de habitantes viven en algún tipo de miseria o pobreza, o que es una de las cinco entidades socialmente más desiguales de México.
Anuar Azar, dirigente albiazul, señaló que la exigencia social que recogimos en la marcha del domingo pasado es que los políticos estamos obligados a anteponer el interés general y particularmente en el Estado de México”.
Éric Sevilla Montes de Oca cree que los tres partidos han manifestado su voluntad política para concretar la coalición por lo que esta tarde que se solicitará al consejo político estatal autorización para que, a partir de mañana, pueda ejercerse la coalición.
Agustín Barrera, el delegado nacional del PRD, sorprendió al público con el manejo casi perfecto del “lenguaje inclusivo”, que hacía juego con la corbata negra que como un moño colgaba de su camiseta blanca, porque blanco será el color común para todos, cuando coincidan en escenarios públicos. Así, con esa modalidad, dijo que la alianza le parece la mejor ruta para los mexiquenses, aunque de pronto articuló una joya. Él mismo se preguntó cómo justificar que un partido de izquierda se adhiriera al PRI y al PAN. Y él mismo se respondió, desde la emoción del momento que vivía: pues no justificándola, aunque afirmando que se trata de una coalición de gobierno y que el PRD ha sido congruente desde su fundación con temas como los del Instituto Nacional Electoral y de los derechos humanos que nacieron del ímpetu de esa izquierda de 1988, de la cual no queda nada, ni un ápice. Hay a quienes con el poder se les olvida su origen. El Edoméx será la entidad donde no gobernará Morena porque no queremos ocurrencias y un mejor en el cual vivir. Vamos al 2023 con el corazón arriba y a la izquierda”, dijo muy orgulloso de los lugares comunes que afortunadamente existen para todos, verdaderos oasis de sintaxis democrática.
“Esa es la puerta que abre a un nuevo tipo de administración la coalición electoral”, dijo de nuevo, y reiteró que tienen voluntad para poder establecer y llevar a cabo una coalición gubernamental, aunque aseguró que enfrentarán una elección de Estado desde el gobierno federal con recursos en favor de “quien ya saben que será la candidata. El Edoméx será el estado donde no gobernará Morena, se toparán con pared porque los mexiquenses no queremos gobiernos de ocurrencias ni improvisaciones, queremos soluciones y un mejor lugar donde vivir”.
Pero, ¿quién es el candidato común? ¿Cómo será el proceso de selección?
De acuerdo con los dirigentes, se trata del inicio de un proceso de coalición, luego de que en la Cámara de Diputados federal se acordara un compromiso de no avalar la reforma de López Obrador sobre el INE. El PAN, dicen ellos, no permitirá que se lastime el INE y aseguran que hay un pueblo opositor que piensa diferente a lo que piensa el presidente de la república.
Hoy, los tres partidos afirman con sólo palabras que sus respectivos candidatos son los ideales. El PRI no suelta a Alejandra del Moral, mientras que el PAN ubica como una propuesta altamente competitiva a Enrique Vargas del Villar, y el PRD lanza a Omar Ortega. Por ahora, ni los tres juntos le ganan a Morena.
El PRI prometió que en pocos días se tendrán respuestas concretas, y que se ha formado un grupo técnico para la creación de “mecanismos inexistentes para los gobiernos de coalición”, es decir, se trata de la mesa de negociaciones para el acuerdo de reparto del poder.
Luego, el panista Azar dijo que “cuando pensamos que ya lo habíamos visto, llegó Morena”. Más bien, fueron derrotados y aplastados en una elección que a panistas, perredistas y priistas les dijo algo muy cerca de su cara, si es que un partido político puede tenerla: que México estaba harto y que se arriesgaría por la opción de AMLO. Azar señala que de ahí proviene una profunda reflexión y pensando en las futuras generaciones, se decidió por la alianza. “El gobierno federal ha sido insensible ante los homicidios dolosos y esta política de la 4T no tiene ni presente ni futuro, y cada partido va a resguardar su agenda, sus estatutos”.
El priista Sevilla descalificó las actuales encuestas porque “están cuchareadas y no son nada más que eso, encuestas. Siempre hemos ido abajo. Con Alfredo del Mazo, 17 puntos abajo y en 2005, con Enrique Peña, 25 puntos abajo”. Y luego se mintió a sí mismo: “las campañas se ganan de abajo para arriba y eso quienes estamos aquí lo sabemos hacer. Nuestros ejércitos estarán listos para lo que viene adelante. El PRI va por la defensa de la democracia, la justicia social, y si parece que es mucho tiempo el que ha gobernado, a mí me parece que es muy poco”.
Los tres partidos prometieron resolver sus problemas internos y sosegar a quienes ahora no jalan al parejo, como la priista Ana Lilia Herrera, quien no se ha sometido a la decisión de que ella -y la facción política del ex gobernador Arturo Montiel Rojas, sobre todo- no sea la candidata tricolor. “Ana Lilia Herrera estará con nosotros y se sumará porque tiene muchas tareas pendientes. Los convenios de colaboración y los acuerdos resolverán los conflictos”.
Y por último, el taimado Sevilla, soltó: “ellas tienen derecho a competir, es el tiempo de las mujeres”.
No, pues gracias, dijeron las mujeres.