Fernanda García: texto. Ramsés Mercado: imagen. Karen Colín: diseño.
Toluca, México; 1 de agosto de 2022,
Las motocicletas, los aplausos, los globos blancos y azules. El cielo triste, la tranquilidad de saber que se luchó con todo lo posible por su vida, se conjugaron para despedir a Elías Elí, un pequeño de dos años y meses quien luchó contra el cáncer infantil, la escasez de medicamentos oncológicos y los estragos de la pandemia de covid-19.
Por las calles de la delegación de San Buenaventura, al sur de Toluca, las lágrimas cayeron de a poco. Sus familiares, amigos y los motociclistas que organizaron rodadas para visibilizar la batalla del pequeño avanzaban en silencio. Apenas el ruido de las motocicletas rompía la solemnidad.
Cuando tenía seis meses de edad, Elías fue diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda tipo B con carga tumoral, por lo que su batalla comenzó y con ello aumentó la fe de su familia, de sus padres y sus hermanos De ellos, dos le donaron médula ósea para hacer frente a la enfermedad aunque ninguno de los dos trasplantes fue exitoso.
Hace apenas unos días Elías había recibido el último trasplante pero su cuerpo, igual que con el primero, lo rechazó y no soporto más. El bebé falleció el fin de semana.
Para Yadira, mamá de Elías, la lucha con el cáncer que padecía su hijo significó no sólo un esfuerzo económico sino también frustraciones y miedo.
En medio de una pandemia, los cuidados se extremaron pero el tratamiento no fluía con regularidad por la escasez que se vive a nivel nacional. Por si fuera pocos, a principios de este año, Elías se infectó con el coronavirus.
El significado del nombre de Elías, que se traduce como “el que no conoció la muerte” tomó más fuerza para sus padres ahora que el cuerpo de su hijo descansa tras más de año y medio de batalla.
En el patio de su casa donde solía reír con él y orar para que salieran fuertes y sanos de ese capítulo de sus vidas, su madre le dirigió unas palabras.
“Me dicen que por qué estoy tan tranquila si se murió mi hijo pero no, no era mío, Dios lo puso en mi vientre, es de Él. A Elías Elí le gustaba danzar, ahora danza en la presencia de Dios”, dijo instantes antes de colocar el pequeño féretro blanco en la carroza mortuoria que fue custodiada por sus familiares -quienes sostenía globos del color del cielo y blancos- y por los bikers que organizaron rodadas para recolectar tapitas y ayudar a pagar el tratamiento del pequeño.
“Fuck cáncer”, se leía en uno de los chalecos de los motociclistas, quienes han sido aliados de los pequeños que luchan contra esta enfermedad.
A cada paso, el saber que el bebé ya no sufre con medicamentos oncológicos pasando por sus venas, que sus hermanos le dieron parte de su médula ósea, que se hizo todo lo posible por salvarlo de la leucemia, ayudó a aminorar la carga emocional de sus padres.
Aunque la lluvia amenaza al cortejo fúnebre, continuaban avanzando hacia al camposanto en silencio.
Cuando le fue detectado el cáncer al pequeño, apenas le dieron probabilidades de vida, sus padres se aterraron en el momento pero sabían que su hijo saldría del Hospital para el Niño para seguir con la batalla en casa.
En el mundo, cada año son detectados 400 mil nuevos casos de menores con cáncer mientras que, a nivel nacional, esta enfermedad es la segunda causa de muerte en niños de entre 5 y 14 años, y la cuarta en pequeños de 1 a 4 años, por lo que la detección oportuna es la mejor herramienta con la que cuentan para hacerle frente.
En tanto, de acuerdo cifras del Saint Jude Childrens Research Hospital, la probabilidad de supervivencia a 5 años reportada en México es cercana al 50 por ciento, mientras que en los países de primer mundo es del 84 por ciento y la muerte (prevenible) relacionada al tratamiento es del 12 por ciento dicha mortalidad es altamente influenciada por infecciones, otras toxicidades, y abandono a tratamiento.
La lucha sigue
Para quienes caminaron con la familia de Elías, la enfermedad fue sólo un abrir de ojos a una realidad lastimosa: la falta de recursos y la escasez de medicamos muchas veces marca el destino de las y los infantes que ofrecen cáncer por lo que hicieron un llamado a donar cuantas tapitas se les soliciten para los tratamientos de cientos de menores que aún tienen la oportunidad de vencer a esta enfermedad.
