5 noviembre, 2025

Medicina diagnosta, un método clínico para el siglo XXI

Medicina diagnosta, un método clínico para el siglo XXI

Karen Colín: diseño. Miguel Alvarado: texto.

Ciudad de México; 17 de diciembre de 2021.

No es lo mismo realizar un solo procedimiento para realizar diagnósticos clínicos a tener una referencia que los refuerce o bien que los corrija cuando hay algún tipo de error. De eso se trata el método que ha diseñado el doctor Jared Castilla, médico interno de pregrado, que utiliza una serie de algoritmos capaces de dar un diagnóstico final acertado, y que en este momento se aplica, a manera de prueba, a algunos pacientes que al mismo tiempo son evaluados con los mecanismos tradicionales. Hasta ahora, los algoritmos han corroborado los diagnósticos y al mismo tiempo probado su propia efectividad.

Castilla ha hecho equipo con otros dos doctores, Pietro Bazán McKenzie, también médico interno de pregrado, y Cristian Zárate, residente de Urgencias de primer año, quienes se han dado a la tarea de aplicar esta fase de pruebas.

-Nosotros grabamos y anotamos los resultados en un formato que hemos diseñado, el cual nos va arrojando resultados muy concretos- señala Bazán McKenzie, quien remarca que el objetivo que busca el equipo, en esta primera etapa, es comprobar la efectividad del método de los algoritmos, que fue desarrollado hace un tiempo por su compañero Castilla, que se daba cuenta de que un error, en los métodos tradicionales de diagnóstico, por mínimo que fuera, podía costar la vida de alguien. Ya había identificado una preocupante y alta tasa de mortalidad debido a negligencias médicas cuando era estudiante.

Esas observaciones derivaron incluso en la realización de un libro, “Medicina Diagnosta”, cuya realización fue apoyada por el Instituto Politécnico Nacional, y que en diez capítulos recogió síntomas de las enfermedades más frecuentes. Ese trabajo fue realizado también por Miguel Acuña, un especialista en medicina interna y por al menos nueve colaboradores, y su realización tardó entre uno y medio y dos años. Por fin, salió a la luz en 2019 en formato electrónico, y es posible adquirirlo de manera gratuita. Ahí, en el prefacio del libro, el doctor Castilla explica muy sencillamente:

“El objetivo de este instrumento es ayudar a los alumnos de campos clínicos, médicos internos de pregrado y médicos adscritos al servicio social, así como médicos que se encuentren haciendo alguna residencia médica y médicos adscritos, en la realización del diagnóstico clínico a partir de un solo signo o síntoma y de algoritmos diagnósticos basados en los síntomas clave y pruebas de oro que definen una afección de otra, ya que muchas veces pudiese surgir confusión en los diagnósticos diferenciales, con lo que se comprometería la efectividad del tratamiento aplicado y por ende, el pronóstico y la evolución del paciente. La importancia de la utilización de este material por el alumno desde su trayectoria académica hasta su rotación por los distintos servicios y especialidades médicas radica en que puede retroalimentar lo aprendido en clase y lo observado en el área clínica, en la construcción de los distintos diagnósticos diferenciales que pudiese presentar un paciente, abarcando desde afecciones comunes y frecuentes en la población hasta aquellos casos inusuales y clasificados como raros”.

Ahora, en compañía de Bazán McKenzie y de Zárate, el equipo ha pasado a una etapa de pruebas en la que han invertido una enorme cantidad de tiempo, sobre todo, para obtener y procesar los resultados. Los datos se recogen, por ahora, de pacientes ingresados a áreas de Urgencias, y con su autorización, se comienza a trabajar. Hasta ahora, con los seis pacientes que integran el primer bloque de trabajo, han podido, desde los algoritmos que se generan, diagnosticarlos acertadamente. Estos resultados han corroborado los diagnósticos que al mismo tiempo se realizaban con los métodos tradicionales.

Los doctores Zárate y McKenzie señalan que en este momento el equipo de trabajo necesita, más que dinero o una inversión de tipo económico, la participación de especialistas en distintas áreas de la medicina, lo cual ayudará a comprobar más acertadamente los resultados finales.

“El método de los algoritmos tiene que funcionar primero en esta etapa de pruebas, pero también sabemos que en una etapa subsecuente debe poder ser reproducible en cualquier ámbito hospitalario”, coinciden los tres, quienes buscan además crear, más adelante, una asociación de medicina diagnosta que ayude a la difusión del diagnóstico por algoritmo.

Los tres son jóvenes que se han dado cuenta de que el ámbito de la medicina necesariamente ha cambiado con la aparición de tecnologías y de puntos de vista diferentes que hace unos años no podrían desarrollarse a falta, por ejemplo, de computadoras o de programas de acopio de datos. Castilla, de 25 años, Baztán McKenzie, de 23 y Zárate de 28, son ejemplo de que una nueva aproximación a procedimientos médicos cambiará, en determinado momento, la manera de abordar la medicina y a los pacientes, en beneficio de estos últimos.

“Invitamos a la gente que necesita de diagnósticos precisos a compartirnos sus casos para diagnosticarlos y verificar, si es que ya tienen uno, los resultados que a cada persona le han dado con los métodos tradicionales”, señalan los tres, y refieren que quienes estén interesados pueden escribirles a la página que mantienen en facebook llamada “Medicina diagnosta”.

Su meta final es que el método de los algoritmos pueda diagnosticar sin error cualquier enfermedad, y que, efectivamente, sea adoptado por el sistema de salud en nuestro país cuando consigan terminar la etapa de experimentación o prueba en la que se encuentra.

El libro Medicina Diagnosta, en su primera edición, se encuentra disponible, de manera gratuita, en este enlace electrónico.

https://www.untumbes.edu.pe//vcs/biblioteca/document/varioslibros/1329.%20Medicina%20diagnosta.pdf

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