Miguel Alvarado: texto. Imagen: Fiscalía de Guerrero.
Toluca, México; 21 de febrero de 2022.
José Miguel «N» alias “El Ardilla” fue aprehendido por elementos de las fiscalías mexiquenses y de Guerrero acusado de homicidio calificado y señalado como jefe de plaza del Cártel Independiente de Acapulco (CIDA), considerado como uno de los principales generadores de violencia en la ciudad de Acapulco y uno de los objetivos prioritarios. Su aprehensión fue posible en la ciudad de Toluca.
Se le aseguraron armas, estupefacientes y diversas aves de ornato, motivo por el cual será trasladado a Guerrero y quedará a disposición del juez de Control y Enjuiciamiento penal.
El imputado se encuentra relacionado con diversos delitos en varias carpetas de investigación.
El cártel del CIDA es uno de los más violentos y ha controlado Acapulco en periodos que alterna sobre todo con otro grupo, el de la Barredora, del que también se tienen pruebas de su llegada a Toluca, desde 2019, cuando el 27 de junio de aquel año se encontraba el cuerpo de un hombre, a quien habían torturado y después ejecutado en el pueblo de Otzolotepec. Un narcomensaje apareció junto al cuerpo, el cual decía que “siguen ustedes bola de lacras SIXTO GEMELO/ El PADRE ALAIN RUBIAS/ EL PAJARO CHUQUI y LOS/ QUE FALTAN DE PARTE DE LA BARREDORA/ HAY LES BA LA VERGA”. (SIC)
En el cambiante escenario del control de narcoplazas, el ayuntamiento de Toluca decía entonces que la capital del Edoméx era disputada por cinco cárteles, y aunque no daba nombres, era evidente que se refería a la Familia Michoacana, al Jalisco Nueva Generación y a la Barredora.
Las plazas de Toluca y Metepec son dominadas por la Familia Michoacana, que se ha enfrascado en una guerra contra la Fiscalía estatal, que trata, mal y tarde, de hacer frente a una organización que tiene por lo menos 15 años en el Edoméx, y que ha establecido en el sur profundo, en municipios como Tlatlaya y Luvianos, bases de operaciones que no han sido combatidas por las fuerzas de seguridad pública ni por los soldados, marinos o Guardia Nacional. Al contrario, hay evidencia comprobada de que el líder de la Familia Michoacana, Jhonny Hurtado Olascoaga, infiltró y corrompió a soldados del 102 Batallón de Infantería del ejército de México, en marzo de 2010.
La presencia de cárteles de Guerrero en Toluca y Metepec es frecuente y permanente. Los hermanos Casarrubias, líderes de los Guerreros Unidos, vivieron durante algún tiempo en el fraccionamiento La Joya, de ese municipio. Una de las versiones investigadas por la antigua PGR acerca de la desaparición y ejecución de los 43 normalistas de Ayotzinapa implica que la orden de levantar a los estudiantes provino de Toluca y Metepec porque aquí estaban los hermanos Casarrubias, de acuerdo a un reporte que la Marina entregó a la extinta Procuraduría. Ese reporte está contenido en el expediente A.P. PGR/SEIDO/UEIDMS/871/2014 de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada y de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos en Materia de Secuestro y la información ampliada puede consultarse en este link.
La presencia de un líder del CID en la capital mexiquense y su captura se enmarca en una serie de ejecuciones sucedidas en el valle de Toluca a las que se les atribuye el sello del narco.
