Fernanda Montoya / texto e imágenes / Escuela Superior de Fotografía Lumière
Toluca, México; 13 de octubre de 2024
Este proyecto fotográfico indaga en el silencio y cómo puede ser registrado en una imagen. Se buscan espacios propicios para la quietud desde los cuales se existe fuera del ruido de lo que se cree que es el progreso y la inmediatez. Así, se propone otro acercamiento a la fotografía documental que parte de una escucha activa que no busca el suceso sino las pausas, la calma y el silencio.
Planteo el ejercicio de ser testigo desde todo lo que ya fue y calla. Por otra parte, considero que abrir un espacio para la quietud en un mundo tan saturado de estímulos significa un pequeño oasis en el desierto.
Al reflexionar sobre los espacios del silencio pude reconocer que se encuentran muy lejanos de la catarsis, por lo cual me parece que se generan, más bien, desde el vacío, la desocupación y los espacios de quietud entre momentos. Probablemente uno pueda ser receptivo al silencio después de escuchar ruido, así que tal vez, al buscar momentos después del suceso, pueda acercarme al silencio o por lo menos entender cuándo es que un espacio calla.
Para congelar el silencio una tiene que contemplar, escuchar, callar y observar una y otra vez. De esta forma, una se vuelve observadora de las tensiones encarnadas en la quietud y reconoce al silencio incluso en lugares donde crece el ruido, existiendo ahí como entre oraciones. Éste es contenedor de un sinfín de paradigmas. Para algunos el silencio es una sentencia, un lugar de reflexión o en mi caso el principio de una enunciación.
Instagram: @ferchamontoya