Miguel Alvarado: Texto e imagen. Karen Colín: diseño.
Toluca, México; 12 de enero de 2021.
A Juana, una comerciante de ropa que vive en Toluca, le dijeron en la Fiscalía del Estado de México que su esposo había sido asesinado y que eso había sucedido hacía tres meses. Él había sido reportado por su familia como desaparecido y la verdad es que pensaron que se había ido sin avisar porque tenía problemas de deudas con proveedores y otros acreedores. Uno de estos últimos le prestó un millón de pesos para que pagara sus principales deudas, aunque ese trato terminó por apretarlo para siempre porque ni trabajando siempre podría pagar esa cantidad, que después se hizo mayor debido a los porcentajes que le impusieron desde el principio. Él dice que eran colombianos y que al final lo ayudarían para que los pagos no fueran tan duros, pero en marzo de 2021 desapareció, después de que un grupo de hombres lo buscara en su domicilio para preguntarle por el adeudo y después para amenazarlo. Como el viajaba todas las semanas a Huixquilucan, la familia pensó que se había escondido en el valle de México y que no les había avisado para no ponerlos en riesgo.
Sus acreedores, los que lo habían amenazado, volvieron a buscarlo una vez más y después ya no supieron más de ellos, cuyo rastro desapareció junto con el marido. En la Fiscalía no les dijeron eso porque esa era una historia que habían vivido. En cambio, a Juana le advirtieron que su esposo podría no estar escondido. Sin que le dijeran más, ella entendió a lo que se referían. En junio, la llamaron y le dijeron sin más que había encontrado un cuerpo que podría corresponder al desaparecido. El caso de Juana, que no solamente perdió a su esposo debido a una deuda impagable y a que l cobraron con su vida, no es el único.
El Estado de México comenzó el 2022 con un problema mayúsculo de seguridad y violencia. De acuerdo al análisis “Situación de seguridad pública en el Estado de México”, elaborado por el gobierno federal, hasta octubre de 2021 se cometieron 156 mil delitos de impacto en la entidad gobernada por el priista Alfredo del Mazo, cuyo nombre ya se menciona muy localmente como uno de los aspirantes a la presidencia de México por su partido. Primo-hermano del ex presidente Enrique Peña, el gobernador Del Mazo y su política inicial de seguridad para los mexiquenses que prometió en la campaña electoral de 2017, ha visto cómo naufragó desde el principio y sus promesas fueron, mejor, guardadas por el electorado, en el enorme baúl que contiene las de él, las de Eruviel Ávila, las de Peña Nieto y las de todos los gobernadores mexiquenses.
El 18 de septiembre de 2017, recuerda la reportera América Muñoz, Del Mazo decía en público que haría del Estado de México una de las entidades más seguras del país, lo cual representaría un reto enorme, pero que con trabajo se conseguiría.
Tres meses después, la entidad ocupaba el primer lugar nacional en incidencia delictiva, con 239 mil 907 delitos cometidos, de acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública que todavía respondía a la administración de Peña Nieto.
Si en tres meses esos fueron los resultados de Del Mazo, cinco años después nada ha cambiado para el Estado de México. Aquí, los 156 mil 683 delitos cometidos desde enero y hasta octubre de 2021 tienen que sumarse a los registrados en la administración del priista. En 2018, de acuerdo también al Secretariado, se cometieron 177 mil 175 delitos; en 2019 la cifra fue mayor, de 179 mil 675; en 2020, los delitos computados fueron 171 mil 83.
En total, en la administración de Alfredo del Mazo Maza, hasta octubre de 2021, se han cometido 684 mil 616 delitos.
Esto quiere decir que a diario, desde 2018, se han registrado 468 delitos de diversas índoles. En ese entendido, de enero a octubre de 2021 en la entidad de Del Mazo se cometieron 108 secuestros, mil 939 homicidios dolosos, hubo 1549 casos de trata de personas, se denunciaron 24 mil 706 robos de autos, hubo 7 mil 470 robos a casas-habitación, 2 mil 735 extorsiones, 15 mil 880 casos de robo a transporte. Los tres municipios con mayor incidencia delictiva son Ecatepec, Naucalpan y Tlalnepantla.
Sin embargo, obtener estos resultados tuvo un costo económico. La Federación entregó a la administración de Alfredo del Mazo 12 mil 683 millones 489 mil 652 pesos, que quiere decir que todos los días se gastó, en materia de seguridad pública, 34 millones 749 mil 286.71 pesos.
“La maestra Delfina Gómez está horrorizada de los reportes diarios de seguridad que le presentan del Estado de México”, decía hace dos años uno de sus colaboradores, cuando la hoy secretaria de Educación y la favorita del presidente López Obrador para ser candidata a la gubernatura de la entidad, era la superdelegada federal que fiscalizaba los dineros que recibía Del Mazo. El Edoméx tiene una población de 16 millones 992 mil 418 habitantes y Ecatepec, Neza, Toluca y Naucalpan son los cuatro municipios más poblados de la entidad. Se trata del estado más poblado del país y en la Zona Metropolitana del Valle de México, que comparte con la CDMX y el estado de Hidalgo, viven unos 25 millones, la quinta parte de la población total de México.