Redacción VcV
Toluca, México; 4 de noviembre de 2019. Familiares de la joven Jessica Guadalupe Jaramillo Orihuela, quien apareció asesinada el 30 de octubre de este año en el número 136 de la calle Ponciano Díaz, en Villas Santín, de Toluca, denunciaron en redes sociales que hay por lo menos seis cuerpos en esa vivienda, la cual fue cateada después de que el padre de Jessica exigiera a la Fiscalía que buscaran a su hija en ese domicilio, donde vivía el novio, a quien se le identifica como “Óscar”. Los familiares apuntan que tres de los cuerpos estaban en la planta alta, y que las policías de Homicidios y Feminicidios, al encontrarlos, impidieron que el padre de Jessica pudiera verlos. Su hija yacía en la bañera, con señales de asfixia, mientras que un cuerpo más estaba en la cisterna. Afuera, en el patio, había otro cuerpo enterrado.
Uno de los familiares de la joven, desde sus redes sociales ha escrito que la chica “apareció sin vida el pasado miércoles 30 de octubre. Fue víctima de una banda de secuestradores / tratantes de blancas que opera en el Estado de México, pues además de mi prima aparecieron los restos de 6 chicas más, aún no identificadas. Es una pena que esto ocurra en nuestro país y que las instituciones no estén preparadas para investigar y actuar en el momento oportuno aún y cuando los familiares aportan las pruebas necesarias para actuar, como fue el caso. Tan solo tenía 23 años y un bebé de 10 meses. El caso sigue abierto, con la esperanza de que se haga justicia y capturen a los responsables, plenamente identificados”.
Vecinos de Óscar afirmaron que Jessica entraba y salía constantemente a ese domicilio, y que su novio, además de estudiar Psicología, trabajaba en una empresa de seguridad privada como guardia. También señalaron que antes de que se encontrara el cuerpo de la joven, observaron que de esa casa salieron dos camillas -de las que se ocupan para trasladar a enfermos- llevando bolsas negras.
A la vista de todos y a la vez de nadie, así se encuentra el predio 136 situado en Ponciano Díaz esquina con Rodolfo Gaona en Paseos Santín de Toluca. Es una casa que bien podría confundirse con sus gemelas contiguas de no ser por el cordón amarillo que hoy resalta su fachada monocromática, descuidada, sin pintura alguna. Parece, en realidad, la obra negra de una vivienda. Las cintas amarillas, con siglas de la extinta Procuraduría General de la Justicia (PGJ) –hoy Fiscalía (FGJEM)-, acaparan la atención de quienes hoy conocen la verdadera identidad de Óscar. La casa permanece resguardada por agentes de la Fiscalía mexiquense. El caso ha dado la vuelta al país pero a pesar del interés generado, no se ha obtenido ningún resultado que ayude a resolverlo. El viernes pasado, Jessica fue sepultada en San Mateo Atenco, y la Fiscalía, oficialmente, se encuentra investigando, sin que hasta el momento haya ninguna postura respecto al caso.
Foto de Ramsés Mercado.
Diseño de Karen Colín.