Miguel Alvarado: texto. Ramsés Mercado: información e imagen. Karen Colín: diseño.
Toluca, México; 8 de junio de 2022.
Se ha instalado frente a la Fiscalía del Estado de México. Ahí ha colocado un tendedero donde narra por qué está ahí. Y en el suelo, hincadas, las dos van escribiendo en cartulinas el abuso que la Fiscalía, la que ya ha cambiado para seguir igual, comete contra ella y su hija. Tienen una mochila en donde llevan plumones, marcadores y cintas adhesivas para ir pegando esas cartulinas rojas, verdes, azules, amarillas y blancas que cuelgan como una gran bandera a los pies de una de las explanadas de aquella dependencia. Dos de ellas dicen: “Primero inician carpeta por el delito de estupro, después usando ampliación abren segunda carpeta por el delito de abuso sexual y finalmente con la revisión de carpeta se llega a la conclusión de que es violación equiparada y mágicamente presentan a otra persona haciéndola pasar por el imputado. La hermana del imputado es la Lic. Yolanda y trabaja en las oficinas de Octavio Martínez Vargas. El [verdadero] violador se llama Efraín Torres Hernández”.
Octavio Martínez Vargas es un político de Ecatepec, ex diputado local por el PRD y cabeza de un coto de poder político en el que su familia figura como parte de posiciones políticas en aquel municipio, tanto en el PRI como en la supuesta izquierda que representan el perredismo. Quiso ser alcalde por Morena, pero su precandidatura fue rechazada.
-Yo hice una denuncia en agosto del año pasado y estoy aquí pidiendo justicia para mi hija. La Fiscalía me está presentando a una persona que no es el imputado. Exijo que presenten a la persona responsable- dice Rosario desde su improvisado campamento en el que la palabra “justicia” se repite en todas las cartulinas
La chica tenía 15 años cuando esto pasaba, quien de acuerdo con la denuncia, había silenciado estos hechos hasta que la madre se enteró de ellos. Rosario afirma que la chica se hallaba dominada por Torres Hernández, pues por teléfono le daba órdenes cuando iba a verla. “No le preguntaba si quería, sólo le avisaba que ya iba a la casa. Ella no fue su novia y él la tomó como un objeto sexual”.
Las autoridades le dijeron a la madre que se trataba de una relación consentida, y que la chica así la “formalizó” por el hecho de callarse. Que ella es responsable. Que ella tiene la culpa. Pero la madre no está de acuerdo porque la chica apenas ha entrado en la adolescencia y su abusador tiene más de 30 años.
Así, las investigaciones siguieron y en un principio el caso se investigó como estupro, que después se convirtió en violación sexual, que al final quedó en violación equiparada. Entonces la Fiscalía presentó al responsable ante la madre, quien de inmediato se da cuenta de que no es Efraín Torres Hernández, a quien ella señala como el responsable.
“El responsable me ubica perfectamente. La violó 18 veces. Las primeras cuatro le metió una sudadera en la boca. Yo confronté a mi hija y ella habló conmigo, para decirme todo. Mi exigencia es que presenten al verdadero responsable, que lo capturen, no a cualquiera que se les atraviese, que no pongan a otro”, dice la madre.
Efraín Torres Hernández es vendedor y su área de trabajo lo ubicaba muy cerca de la chica, por eso la conoció y comenzó a averiguar los horarios de la familia.