Toluca, México; 3 de marzo de 2025
Carlos Peralta
Los trabajadores de la educación que cotizamos desde el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y que aportamos más de 200 millones de pesos mensuales no somos títeres ni fanáticos partidistas. La mayoría somos pensantes y críticos, y sabemos que la partidocracia es uno de los inventos más perversos del capitalismo, pues sólo cambia colores y discursos, los cuales están imbuidos del mismo fin y generan una lucha del poder por el poder controlada por la burguesía nacional e internacional.
Por eso resulta de lo más cínico lo que hace ahora el gobierno federal encabezado por la presidenta morenista Claudia Sheinbaum, autoasumida como de izquierda, y que comenzó con ofrecimientos y promesas de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ex presidente de México emanado del mismo partido, realizadas en el programa de la Maña… nera. En ese espacio, López Obrador dijo que los trabajadores de la educación y compañeros de otros sectores que también cotizan desde el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), al menos los que ingresamos al servicio antes de la reforma llevada a cabo por otro espurio, el presidente panista Felipe Calderón en 2007, regresábamos a una jubilación cumplidos los 30 años de servicio, en el caso de los hombres, y en el de las mujeres, cumplidos los 28. Además, aquello lo relacionaba con un tema muy sensible relacionado con nuestras cuentas individuales.
Pero AMLO buscaba realmente favorecer las tendencias electorales hacia Claudia Sheinbaum, su propia candidata, impuesta por él. Hoy en día, para nadie con inteligencia al menos mediana puede dudar que ese anuncio de AMLO fue solamente una estrategia maquiavélica. Se estimaba entonces una avalancha de jubilaciones, pero también surgió de inmediato la pregunta más importante: ¿de dónde iba el ISSSTE a obtener fondos para pagar a tantos jubilados si por otra parte no paga a tiempo los salarios de los afiliados activos? Era muy claro que se trataba de una mentira electorera.
Hoy la nueva reforma del ISSSTE, la del 2025, que se ha dado en el gobierno de Claudia Sheinbaum, nos dice que va descontar más porcentaje de nuestro dinero, ya ganado y trabajado, por ese derecho a la jubilación. Ese descuento es anticonstitucional y violatorio de nuestros derechos humanos y ciudadanos más elementales.
La presidenta nos dice, para seguir engañándonos, que ese descuento nos beneficia. ¿Cómo va a beneficiarnos el que nos quiten dinero?
De acuerdo con información de la propia Cámara de Diputados, las modificaciones a la Ley del ISSSTE representan un golpe a la economía de los trabajadores porque se nos quitan los ahorros de la subcuenta de vivienda, lo cual incluye a maestros, policías, trabajadores de salud y otros.
La reforma dice que la cuota del seguro de salud, para el caso de quienes perciban más de 34mil 394 pesos con 60 centavos como percepción neta, se calcule considerando el salario integrado, entendido como el sueldo base del cargo que se tenga, más las compensaciones que se reciban como complemento de sueldo. Esto quiere decir que deberemos pagar más cuotas mensuales, las cuales irán al seguro de salud pero no para el monto de las pensiones. Esas nuevas aportaciones crecerán entre 260 y 470 por ciento. Y todavía falta por comentar la reforma a la construcción y adquisición de vivienda, que es completamente opaca.
Mientras todo esto sucede, los partidos políticos montan, un día sí y el otro también, circos mediáticos en los que hacer el ridículo parece ser la meta de todos. Reitero, todos esos partidos políticos con registro obedecen a un mismo sistema político neoliberal.
Los trabajadores afiliados al ISSSTE exigimos que cumplan lo que prometieron, es decir, la jubilación de 30 años para hombres y de 28 para mujeres, así como la promesa de que nos retiraríamos con el 100 por ciento de nuestro salario. En esta exigencia nada hará que demos marcha atrás y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y otros sindicatos con los que cotizamos deben convocar a movilizaciones para exigir los derechos conquistados.
No salgan con que somos golpeadores de un gobierno revolucionario. Nuestra exigencia es que se cumplan al pie de la letra las promesas que se realizaron o de lo contrario exigimos juicio político al Ejecutivo anterior y a la actual presidenta, así como a los partidos políticos que votaron a favor de la fraudulenta reforma actual. Todos unidos, hagamos valer esas promesas.