Toluca, México; 8 de julio de 2025
Carlos Peralta
Hay algunos trabajadores de la educación verdaderamente comprometidos con la lucha sindical y que pueden distinguir entre los mensajes del oficialismo dictados por el gobierno federal y la realidad del sector educativo. El senador morenista Alfonso Cepeda Salas es además el líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Está al frente de más de 1.6 millones de trabajadores y por sus manos pasan más de 200 millones de pesos mensuales, producto de las cotizaciones de los trabajadores y de otros pagos que deben realizar a esa organización.
Todos los que están comisionados en el SNTE, así como el Comité Nacional y cada sección de las distintas entidades cobran un sueldo y bonos pagados por el Estado, que no proviene de las cotizaciones. Ellos siguen evadiendo lo que históricamente les corresponde como un deber, y que es velar por los intereses del gremio.
El problema fundamental del magisterio, es decir, las pensiones, los bajos salarios, el impago de prestaciones y otras inexcusables situaciones, no sólo suceden en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), sino que atraviesan a todo el magisterio en general.
Es fácil comprobar en las redes sociales videos que relatan la postura inicial de Morena, el actualmente el partido en el poder. Semanas antes de la elección federal del 2024, el anterior presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en su Mañanera dijo que los que profesores y trabajadores que ingresaron a laborar hasta 2007 y que se decidieron por el décimo transitorio que implica la pensión y la jubilación. Ellos se iban a jubilar después de 30 años de servicio, en el caso de los hombres, y de 28 para las mujeres. López Obrador también mencionó que las generaciones que ingresaron después de 2007 no tendrían opciones e irían directamente al régimen de cuentas individuales. “Ya como presidente porque va a ganar, seguramente Claudia se encargará de esa parte pendiente”, dijo el entonces mandatario, refiriéndose a este último caso.
En su toma de posesión, la actual presidente de México, Claudia Sheinbaum Pardo, reiteró textualmente la jubilación de 28 y 30 años, y la desaparición de la obsoleta Unidad del Sistema para la carrera de los maestros (USICAM). Ha pasado un año y de acuerdo con el gobierno, apenas hay un proceso que inicia para cambiar ese sistema inservible y corrupto. Respecto a las promesas de jubilación de 28 y 30 años hay, sin embargo, una cerrazón y una postura de darle marcha atrás. Sí, así de cínicos.
Las cuentas individuales seguirán utilizándose para beneficio de los neoliberales, empresarios que siguen enriqueciéndose de nuestro dinero. La jubilación de 30 y 28 años se ha convertido en puro atole con el dedo. No es un tema único en la CNTE, pero es un problema que afecta a las familias de más de 1.6 millones de trabajadores de la educación y otros gremios que se rigen por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). En total, suman más de 4.5 millones de trabajadores agrupados en distintos sindicatos, de ellos dependen sus familias, casi 14 millones de personas.
Pero, además, quienes aportamos nuestro dinero exigimos que los sindicatos oficialistas encabecen y defiendan las causas de todos los trabajadores. Es muy grave para la democracia del país la aplicación de una campaña electoral federal basada en mentiras. Una modalidad del fraude es la mentira y debemos puntualizar que el fraude anular la elección federal.
Todos, sindicatos y trabajadores debemos unirnos en beneficio de nuestra familia. Exigimos que el gobierno cumpla. Además, a los trabajadores pensantes los tiene muy molestos que a la sociedad le laven el cerebro. Es una provocación y resulta ofensivo decir que el aumento es del 9 por ciento y en septiembre habrá otro 1 por ciento. Pero nunca se dice que este aumento al sueldo base nunca llegará en términos de dinero. Es una burla al salario de todos. Por décadas, el día 15 de mayo ya estaban listas las respuestas a pliegos petitorios de aumentos, que se pagaban se pagaban en la segunda quincena de junio. Ahora no hay nada, rebasada la primera semana de julio del 2025. Por eso, este es el momento de comenzar una nueva lucha organizada por nuestros derechos laborales y sindicales.
 
								 
								 
													



 
													