Marco Antonio Rodríguez: texto. Ramsés Mercado: fotografías.
Toluca, México; 18 de julio de 2024.
“Nuestra institución está de luto”, dice seis días después del asesinato de su alumno, Bryan Isidro Zarco, el profesor Cenobio Fuentes, quien es además director de la Escuela Normal Rural “Lázaro Cárdenas Del Río”, ubicada en Tenancingo.
Seis días después de que un grupo de alumnos de la misma institución hiriera de muerte a Bryan en su “novatada”, que básicamente consistió en molerlo a golpes, patadas y rodillazos, el profesor Cenobio Fuentes (que viste en un luctuoso negro de pies a cabeza) toma un fólder y comienza a hablar.
A seis días de los hechos, lamenta en nombre de la escuela la pérdida, refrenda los pésames a su familia, compañeros y amigos y hace un llamado “respetuoso pero enérgico” al gobierno estatal y específicamente a la Fiscalía “para que se investiguen y aclaren cuanto antes este lamentable hecho”. SIC
Seis días después aclara que las agresiones sucedieron a las afueras del plantel y se pone a disposición de las autoridades responsables para el esclarecimiento “pronto, oportuno y eficaz de esta situación que nos duele, nos preocupa y nos ocupa”.
Luego intervino el alumno de segundo grado Carlos González, quien en un minuto y 35 segundos repitió lo antes dicho por su director y adjuntó al llamado de justicia a la gobernadora Delfina Gómez.
Mientras todo sucedía, el abogado de esa institución, Alfonso Jiménez Quiroz, miraba las hojas que sujetaba y a la prensa ahí reunida; lo hacía una y otra vez hasta que llegó su turno de hablar:
“¿Qué le pasó al joven?, pues no lo podemos resolver nosotros… para eso hay ya una investigación y para eso hay una necropsia. Evidentemente no podemos pasar desapercibida la situación Sabemos que hubo una situación violenta, pero queremos aclarar ante la opinión pública, porque se trata de desmentir lo que no es verdad”.
Jiménez Quiroz fue la única voz autorizada para contestar las preguntas de la prensa. Hábil orador y perspicaz para filtrar, o en su defecto evadir preguntas, reveló por fin que cuatro jóvenes han acudido ya a declarar e incluso habló de una posible detención; sin embargo “mañana o pasado, incluso hoy, la Fiscalía podría ya dar esa información directamente”.
El hombre encorbatado habló mucho pero dijo poco. En su mar de palabras, confesó que por ahora “ya se tuvieron las primeras pláticas con la familia e incluso se les apoyó con algo para los gastos funerarios”. No obstante, el mayor apoyo, a través de colectas, lo han recibido de parte de sus compañeros.
Bryan Isidro era oriundo de Teziutlán, Puebla. Tenía 21 años.
