De acuerdo con Michelle, sus derechos han sido ignorados y pisoteados. “¿Por qué si le dieron la tutela temporal a mi madre se sigue escondiendo? ¿Por qué sigue desaparecida? Pero estas cosas a mí no me detienen. Al contrario, voy a ver hasta el fondo de cada una de estas circunstancias.
Toluca, México; 20 de diciembre de 2024
Redacción VcV
A Michelle Gaytán le arrebataron a su hijo, un bebé de año y medio de edad, el 13 de octubre de 2024. Quien se lo ha quitado es Sandra Rodríguez, madre de Michelle y abuela del niño, que acuda a su hija de no ser capaz de sostener económicamente a una familia y de llevar “una vida disipada” que pone en peligro al niño. A pesar de que Michelle ha estado siempre dispuesta a que se le apliquen estudios psicosociales y ha exigido que se le comprueben los dichos de la abuela, ha tenido que enfrentarse a los oídos sordos de las autoridades mexiquenses, de la Policía de Género de Metepec, en el Estado de México, de la Fiscalía de la Mujer, del DIF de Metepec y de Estado de México y de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes mexiquense. La abuela ha desaparecido junto con el niño y no se sabe en dónde está, pero además ha obtenido un documento de custodia parcial que la ampara. De acuerdo con Michelle, sus derechos han sido ignorados y pisoteados. “¿Por qué si le dieron la tutela temporal a mi madre se sigue escondiendo? ¿Por qué sigue desaparecida? Pero estas cosas a mí no me detienen. Al contrario, voy a ver hasta el fondo de cada una de estas circunstancias. Están encubriendo información y me están negando la posibilidad de defenderme. Eso, o alguien desde arriba firmó un papel que puede ser hasta apócrifo porque en las bases de datos no se encuentra un caso relacionado con mi niño. No me cuadra nada este caso”, dice ella, que ha tenido que rehacerse y reacomodarse en la ausencia de su hijo, en tanto lo recupera para volver a casa. Destacada promotora cultural en el valle de Toluca y figura pública de actividades artísticas, el caso de Michelle se hizo público rápidamente y encontró eco en la ciudadanía, pero no en las autoridades ni en la justicia. La siguiente es una carta que Michelle le ha escrito a su bebé, que da cuenta de los estragos que la violencia del arrebato le ha generado. Escrita el 12 de diciembre de 2024, dice lo siguiente:
Querido hijo, desde que no estás tengo días malos y días peores.
Ayer soñé que prendía una vela y en mi sueño te creí muerto, tan sólo de pensar que no volvería a verte más, lloré. Desperté llorando aún más. Una pesadilla. Mi vida sin ti se ha convertido en eso.
Hijo, soy yo la que ha muerto. No hay más luz. Mi chispa se extingue con rapidez. No estoy tranquila aun sabiendo que estás en manos conocidas. Eso no me da consuelo.
No hay día que no me pregunte qué habré hecho tan terrible que merezco tan horrible castigo. ¿Qué habrás hecho tú que estás sufriendo tan despiadado y cruel arrebato? ¿Por qué nos odian tanto?
Hoy es día de la virgen de Guadalupe, la madre de México. ¿Recuerdas que cuando naciste te hablé de ella? Fue cuando te pedí que lucharas por tu vida, te pedí que fueras fuerte porque venías de mis entrañas, y te agradecí que me hayas permitido ser tu madre. Porque sé que tú, entre todas, me has elegido a mí, y yo sabiendo esto he luchado por honrar tu vida a mi lado. Hoy, como madre misericordiosa que es, le imploro tenga piedad. Sólo ella comprende el sufrimiento de las madres que dejamos de abrazar a nuestros amados hijos.
Hay días malos y días peores. Me pregunto, mi pequeño bebé, ¿acaso me extrañas? ¿Qué estarás sintiendo? ¿Será que preguntas por mí?
No llores mi ausencia. El mundo es injusto, pero tú corazón es puro. Lucha y resiste. No te mereces nada de esto. Te prometo que volveremos a dormir abrazados, te prometo que mamá siempre estará para ti, nunca te voy a abandonar y siempre voy a defenderte.
Ante la calumnia, la verdad. Ante el odio y el rencor, el amor. Hay personas tan heridas que no saben entregar más que eso, y sin querer lastiman a los que se encuentran a su alrededor, se creen con el derecho de imponer su realidad, ignorando toda razón.
Pero Dios nos ha enseñado a perdonar, pues quizás no saben el inmenso daño que nos hacen a los dos.
No desesperes querido hijo. ¿Te cuento un secreto? hace meses te compré ropa para Navidad y apenas algunos días te la mandé, ya que no te he podido ver, ni podré por un tiempo. La ropa lleva mis abrazos, besos y caricias. Imagíname haciéndote cosquillas mientras te visto con ella. Imagínate que son mis manos y no las que te han robado a tu madre. Vendrán días mejores para los dos, volveremos a jugar y reír juntos, volveré a ser yo quien te vista bonito para salir de paseo y en las noches vamos a leer tus libros favoritos. Así será.
Y todo esto, te lo prometo, no será más que un mal sueño.
Finalmente, la madre comparte que la abuela Sandra desde un principio ha querido quedarse con el niño, y que al principio del embarazo le pidió que abortara porque Michelle no era “apta ni digna para ser madre”. Michelle tuvo un embarazo muy difícil y casi pierde la vida en el alumbramiento. Pero ya recuperada, su madre le dijo que “ojalá te hubieras muerto”. Todo eso ha sido denunciado ya para mostrar un cuadro de violencia que ha vivido ella con Sandra, la abuela. Michelle narra que, en el embarazo, los médicos del sector salud no quisieron atenderla a tiempo. Comenzó a desangrarse y el niño, recién nacido, entró en coma durante 72 horas. Los médicos opinaron que si sobrevivía, tendría secuelas graves o hasta un problema mental agudo. Actualmente, el niño ha sido dado de alta de un programa de estimulación temprana y es un niño normal en todos los sentidos.