20 mayo, 2025

La lucha de Michelle Gaytán por recuperar a su hijo, sustraído por su propia abuela

La lucha de Michelle Gaytán por recuperar a su hijo, sustraído por su propia abuela

Toluca, México; 20 de noviembre de 2024.

Miguel Alvarado

“¿Qué tan fácil es quedarse con un niño sin que la otra parte esté siquiera enterada? Las autoridades del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF) del Estado de México, Metepec y Toluca señalan que nadie puede tener un proceso en el que se esté pidiendo la restitución de un menor y al mismo tiempo, conceder la tutela a una persona que se está investigando por la retención de ese mismo menor. No puede un juez dar una tutela temporal en dos días cuando hay una ficha Odisea de búsqueda emitida días antes. El DIF de Metepec se ha involucrado en algo que no cuadra porque primero me dijo que no había un proceso en contra mía o que involucrara a mi hijo, pero resulta que poco después una firma de alguien en esa instancia avalaba dar a mi hijo en tutela. Pero no sólo eso. Al mismo tiempo, ese DIF investiga este hecho como una sustracción de menores”, dice Michelle Gaytán, a quien su propia madre le ha quitado a su hijo, un bebé de año y medio, aduciendo violencia y maltrato. Gaytán, una gestora cultural muy conocida en Toluca, ha sido funcionaria pública y promotora de artistas en el Estado de México. Trabaja con editoriales locales en aspectos administrativos y de ventas, y se ha forjado un nombre en ese ámbito. Ahora lucha contra las arbitrariedades de un sistema que le ha arrebatado a su hijo y que se niega, siquiera, a realizarle los exámenes elementales que corroboren que efectivamente el niño sufra de violencia o esté lastimado. En cambio, ha favorecido a la abuela del niño, Sandra Sánchez para que obtenga una custodia temporal sin ninguna razón legal o elemento probatorio. Esta es la historia de Michelle, una madre joven que se enfrenta a una presunta corrupción del DIF de Metepec y a las decisiones de un juez que no se ha tomado el tiempo de conocer su propia versión. Ahora mismo, el niño se encuentra desaparecido, sustraído por la abuela, en un lugar desconocido en tanto que Michelle debe hallar la manera de regresarlo a su lado, al hogar que ella le ha dado.

-Yo trabajo y encargaba a mi bebé, que tiene un año y medio de edad, a mí mamá, la señora Sandra Sánchez, a quien le pagaba por ese servicio de vez en cuando. Esto no pasaba todo el tiempo, sino sólo cuando el trabajo me retenía o tenía que salir por algunos días. Así que, como otras veces, le entrego el bebé a mi mamá para ir a trabajar a la Feria Internacional del Zócalo en la Ciudad de México, pero cuando regreso ella me impide ver a mi hijo. Y comienza una discusión por recuperarlo- dice Michelle Gaytán, que las últimas dos semanas ha entablado una pelea contra su madre por la custodia del bebé, que ha sido desgastante y ha quebrantado a la familia, sobre todo a ella y al niño, separados por la fuerza y sin una explicación lógica. En tal trance, las autoridades se han mostrado tendenciosas y han favorecido a Sandra, la abuela del bebé, que en este momento se encuentra en paradero desconocido, pues ella se lo ha llevado abandonando su casa.

Meses antes, Sandra había amenazado a Michelle de quitarle al niño, aunque al principio lo tomó a broma, pero varios amigos de Michelle pudieron escuchar a Sandra decir que planeaba llevarse al bebé. Y ahora que ya lo hizo, ninguna autoridad de ningún tipo ha citado a Michelle para declarar o la ha notificado.

Michelle no ve a su hijo desde el 13 de octubre de 2024. Recuerda que el 15 de octubre pasó por su hijo a casa de su madre para llevarlo a un desfile de alebrijes en la Ciudad de México, pero desde ese momento se le negó acceso al niño. Ella creyó que se trataba de un problema que se podía arreglar hablándolo, así que dejó pasar algunos días. Total, el niño estaba con su abuela. Sin embargo, para el domingo 20 volvió a insistir para que se le devolviera al bebé, pero pasó otra semana sin que la abuela se lo entregara. Para entonces aquello había escalado y las discusiones sucedían todos los días. Para el 28 de octubre la abuela dejó de llevar al niño a la escuela y el jueves 31 Michelle acude con un abogado para que la ayude a mediar ante la abuela, que para ese momento ya la había bloqueado en redes sociales y dispositivos. Tampoco estaba en su domicilio y era casi imposible hacer contacto con ella. El abogado inicia contactos, pero todos los mensajes son ignorados. Por fin, el 1 de noviembre la abuela se comunica con Michelle.

 -Tu hijo va conmigo rumbo a Querétaro y quizá tú y yo podamos hablar más adelante – le dijo entonces. Michelle confiesa que se relajó un poco ante aquella promesa, pero el 3 de noviembre la abuela vuelve a llamar a Michelle para decirle que está buscando un trabajo en aquella ciudad. Ésta le recuerda que el niño ha dejado de ir a la escuela y todavía le asegura que no la denunciará si le regresa al bebé. Finalmente, llegan a un acuerdo para que el niño vuelva con su madre para el 4 de noviembre.

Ese día, que era lunes, Michelle le pregunta a la abuela a qué hora llegará a Toluca. Eran ya las tres de la tarde y del niño no tenía ninguna noticia, pero la única respuesta que obtiene es una frase seca: “te vas a enterar de los pormenores” y vuelve a bloquearla.

El martes 5 de noviembre el padre de Michelle se comunicó con ella para decirle que su mamá quería demandarla y que aseguraba que en el ministerio público le habían dado la custodia del niño. Ese mismo martes Michelle levantó una pre-denuncia en la Fiscalía de Mujeres en Toluca. Ahí le dieron una orden de restricción, pero eso de nada le servía porque quien se encuentra en peligro es el niño, del que realmente no sabe cómo está. Ella expresa que lo que necesita es que la ayuden a recuperarlo, pero la Fiscalía dice que no puede hacer nada.

El miércoles 6 de noviembre Michelle fue a la Fiscalía de Metepec, porque fue en ese municipio, conurbado con la capital mexiquense, que sucedieron los hechos. Allí invita a los agentes del ministerio público para que la interroguen, visiten su casa y corroboren las versiones en torno al niño y las declaraciones de Sandra, la abuela. Les enseñó documentos que respaldaban su solvencia económica y se mostró dispuesta a realizarse pruebas psicológicas. Al mismo tiempo, les preguntó a los agentes si ahí esa instancia había entregado a la abuela algún documento relacionado con la tutela del niño.

-No. Aquí no expedimos documento alguno porque no tenemos esa facultad, sólo recibimos una denuncia de hechos- le respondieron.

Ese mismo 6 de noviembre Michelle acudió a la casa de la abuela para ver si podía encararla y ver a su hijo. Fue acompañada de algunas amigas, que además grabaron lo que ahí pasó. Ahí estaba Sandra, la abuela del niño, que al ver a Michelle decide cerrar las rejas de su casa. El niño, de acuerdo con los videos tomados y que se subieron a redes sociales, se encuentra adentro. La abuela se niega, nuevamente, a entregar al niño y entonces Michelle llamó a la Policía de Género. Al lugar acudió una patrulla con tres policías, uno de ellos hombre. Pero al llegar se encerraron con la abuela más de 40 minutos.

-En vez de ayudar, la Policía de Género hizo más grande el problema. En el parte que los agentes presentaron se establece que mi mamá me acusa de no cuidar al niño y por eso está buscando la tutela. Además, ha dicho que ha recibido amenazas, insultos y empujones, y que por eso la policía debe ayudarla a ella, no a mí. Pero en los videos se ve otra cosa. Entonces nos llevan a la Fiscalía para que declaremos. Yo esperé una hora y media y cuando me meten, me llevan directamente al médico jurista, que me desnuda para ver si tengo algo- refiere Michelle, pero cuando sale de la revisión, los policías le dicen sin más: “estás detenida”.

Sin embargo, no le dicen por qué. Tratan de leerle o decirle sus derechos, pero no la dejan declarar ni presentar las pruebas que lleva consigo.

-Tú tenías una orden de restricción- le dijeron los agentes.

-A mí nadie me notificó nada acerca de eso.

-Ése no es nuestro problema. Debió notificarte la policía de Metepec, pero como no lo hizo, eso no es culpa nuestra.

Al día siguiente Michell acudió al mp para hacer una ampliación de la pre-denuncia y ese día esa misma instancia gira una orden de búsqueda para el niño y le piden al DIF de Metepec que intervenga. El 11 de noviembre Michell fue al DIF de Metepec para entregar la orden de búsqueda a la procuradora Alma Italia Cruz Cruz, titular de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes.

-Hay cosas muy raras con el DIF de Metepec. Ha actuado de una manera muy sospechosa y seguramente en esquemas de corrupción. Italia Cruz me dice que va a investigar a la persona que tiene a mi hijo para ver, con un equipo multidisciplinario, que esté viviendo una situación de riesgo. El 11 de noviembre la Procuraduría de Metepec me hizo una ficha de búsqueda en la Alerta Odisea, que entrego ese mismo día en la Fiscalía del Centro de Justicia para las Mujeres para activar la cédula de búsqueda de personas- recuerda la madre del niño.

Pero dos días más tarde Michelle se ha enterado que el DIF de Metepec ya ha ido al domicilio de la abuela y, como era de esperarse, ya no hay nadie. Luego se enteraría que la abuela se había ido desde el 8 de noviembre. Dejó su casa, borró sus redes sociales y dejó de contestarle incluso a la Policía de Investigación. El equipo de DIF se limitó, entonces, a dejarle un citatorio en aquella casa abandonada citando a la abuela para que se presente el 5 de diciembre a declarar.

El 13 de noviembre Michell fue al DIF de Metepec, nuevamente, y es recibida por Alma Italia Cruz y su equipo multidisciplinario. Cruz die que le han dado seguimiento al expediente, clasificado como “sustracción de menor”. Michelle pregunta si en el DIF hay algún expediente que la involucre en maltrato o violencia familiar, pero le dicen que no hay nada. En cambio, la envían al DIF estatal, donde se revisa la base de datos y tampoco encuentran nada. Ahí, Michelle obtiene permiso para pegar el cartelito de la Alerta Odisea con la foto de su hijo.

Pero todas esas instancias del DIF le han asegurado a Michelle que no es posible saltarse protocolos y entregar, así como así, un documento de custodia. Si no han ido a la casa de Michelle ni la han sometido a pruebas, entonces no se puede entregar una tutela a nadie.

-Todas las autoridades me han dicho que no tengo una carpeta en contra y que mi hijo no se encuentra en ninguna base de datos, ni tampoco el nombre de mi mamá en algún proceso que ella haya iniciado- dice Michelle, que el 15 de noviembre recibe otra noticia.

El mp le ha dicho, en esa fecha, que no sólo hay una hoja firmada por el DIF de Metepec desde hace días, donde le están dando la tutela temporal, sino que un juez de lo familiar, el día 12 de noviembre, también le dio una tutea temporal. En ningún momento Michelle ha sido citada ante ningún tribunal o juzgado, o por alguno de los DIF; tampoco por el propio ministerio público y no ha sido notificada de ninguna acción. En ningún momento ha sido informada ni mínimamente.

-Me di cuenta que quien firmó en el DIF Metepec esa tutela es un hombre, y no la procuradora Italia Cruz. Quiere decir que hay alguien más que firma saltándose el protocolo legal. Yo les pedí a todos ellos que vinieran a mi casa y que me hicieran todas las pruebas. Ahora me dicen que para hacer las pruebas tengo que decirle al mp que pida la prueba, pero el mp ya no quiere porque ya hay, supuestamente, una custodia temporal, de la cual nunca me avisaron. Además, hicieron documentos en los que afirman que yo en ningún momento me he presentado, lo cual no es cierto. A mi mamá sí le pusieron un citatorio en su puerta, pero a mí nada de nada. Algo no está funcionando bien y eso me indica que puede haber sobornos de por medio- dice Michelle, que nuevamente recalca la incompetencia o corrupción de las autoridades que no quisieron corroborar que los dichos de Sandra, la abuela del niño, fueran reales.

La Policía de Género, apunta, está formada por gente que no está preparada porque se trata de agentes de Tránsito vestidos de rosa.

-¿Por qué si le dieron la tutela temporal a mi madre, se sigue escondiendo? ¿Por qué sigue desaparecida? Pero estas cosas a mí no me detienen. Al contrario, voy a ver hasta el fondo de cada una de estas circunstancias. Están encubriendo información y me están negando la posibilidad de defenderme. Eso, o alguien desde arriba firmó un papel que puede ser hasta apócrifo porque en las bases de datos no se encuentra un caso relacionado con mi niño. No me cuadra nada este caso- considera Michelle, que también observa que hay alguien que con dinero ha apoyado a su madre para hacer todo lo que ha hecho. Ahora, también le han exigido que pague pensión, pues de eso va depender qué tanto lo pueda ver. Este lunes 19 Michelle ha metido algunos amparos con los que tratará de revertir o detener los procesos.

Finalmente, comparte que la abuela Sandra desde un principio ha querido quedarse con el niño, y que al principio del embarazo le pidió que abortara porque Michelle no era “apta ni digna para ser madre”. Michelle tuvo un embarazo muy difícil y casi pierde la vida en el alumbramiento. Pero ya recuperada, su madre le dijo que “ojalá te hubieras muerto”. Todo eso ha sido denunciado ya para mostrar un cuadro de violencia que ha vivido ella con Sandra, la abuela.

Michelle narra que, en el embarazo, los médicos del sector salud no quisieron atenderla a tiempo. Comenzó a desangrarse y el niño, recién nacido, entró en coma durante 72 horas. Los médicos opinaron que si sobrevivía, tendría secuelas graves o hasta un problema mental agudo. Actualmente, el niño ha sido dado de alta de un programa de estimulación temprana y es un niño normal en todos los sentidos.

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