Asesinado esta mañana muy cerca del centro de Toluca, Luis Miranda Cardoso fue más que el padre de Luis Miranda Nava; fue además un hombre cercano a Peña Nieto –quien le concedió la notaría 166 donde laboraba hasta el día de su muerte- y al exgobernador Arturo Montiel –a quien habría prestado su nombre para adquirir ciento veintitrés predios en el Estado de México-.
Marco A. Rodríguez Soto
Toluca, México; 11 de agosto de 2020. Más que como juez y magistrado en los periodos de 1985-1986 y 1991-1994, primer director de la Escuela Judicial o expresidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México durante el mandato de Arturo Montiel Rojas (1999-2005), Luis Miranda Cardoso será más recordado por ser padre de un elemento clave del gobierno peñista: Luis Enrique Miranda Nava.
Su asesinato provocó la convulsión de reporteros de la prensa local quienes luego de un escueto comunicado de la fiscalía estatal, acudieron a corroborar la información. Pronto la colonia Sector Popular –mayormente conocida como Colonia Sánchez- se llenó de cámaras fotográficas y de video, pero también de patrullas de la policía estatal y municipal que bloquearon la circulación en la calle Texcoco desde Lerma hasta Cuautitlán.
A pesar de encontrarse por lo menos tres cámaras de videovigilancia en predios cercanos al lugar de los hechos, las autoridades procuradoras de justicia no han logrado aún la detención de los responsables; en cambio, señalan que el móvil fue, supuestamente, un intento de asalto.
Miranda Cardoso había cumplido 80 años el pasado 7 de abril, o por lo menos así lo señaló su nieto, el actual delegado del PVEM en Toluca Luis Miranda Barrera, y se mantenía activo laborando en la Notaría 166 ubicada en el 302 de la misma calle en que perdió la vida y la cual le fue concedida, según reportan medios locales, por Enrique Peña cuando gobernaba el Estado de México.
Tata, como le gustaba a su nieto llamarlo, fue también catedrático por muchos años de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) en la Facultad de Derecho, donde de acuerdo con algunos de sus ex alumnos impartía la materia de Derecho Constitucional y aunque sus últimos años de vida los pasó alejado de la política -lo que no su hijo y su nieto- el abogado fue parte de una denuncia presentada el 29 de octubre de 2005 por un regidor de Tlalnepantla, José Luis Cortés Trejo.
En la querella con folio 069490 el ex gobernador “Montiel y su familia fueron acusados de incurrir en enriquecimiento ilícito, peculado, uso indebido de atribuciones y lavado de dinero, pero se pidió indagar también a Luis Enrique Miranda Nava, secretario montielista de Finanzas, Administración y Planeación, así como al padre de éste, Luis Miranda Cardoso […] como prestanombres de Montiel” para la compra de 123 predios en territorio mexiquense, como documentó en junio de 2009 el periodista Francisco Cruz Jiménez en su libro Negocios de Familia. Biografía no autorizada de Enrique Peña Nieto y el Grupo Atlacomulco.
En el episodio recuperado por Cruz Jiménez se aclara también que dicha denuncia abarcó a casi toda la familia Miranda-Nava: Javier, Ana Rosa, José Javier, Gabriel, Alfredo, Armando, Felipe, María Estela, María de los Ángeles, Pedro, Rubén, Salud y Enrique así como María del Carmen Miranda Nava de Mercado y Roberta Miranda Cardoso.
Que su muerte, por disparo en la cabeza, sea o no atribuible a su vida política, será una interrogante que la FGJEM debiera esclarecer.



