20 enero, 2025

Regresan rescatistas mexiquenses de Zona Cero turca: «no se podía anticipar lo que vimos»

Regresan rescatistas mexiquenses de Zona Cero turca: «no se podía anticipar lo que vimos»

Karen Colín: diseño. Ramsés Mercado: información e imagen. Miguel Alvarado: texto

Toluca, México; 17 de febrero de 2023

El equipo de rescatista que la Cruz Roja mexicana envió a Turquía regresó a México. Allá colaboró con autoridades turcas y otros equipos de rescate mexicanos que llevaron canes para localizar sobrevivientes y cuerpos, que quedaron atrapados en las ruinas que dejaron el 6 de febrero de 2023 dos terremotos de 7.8 grados que azotaron once provincias de aquel país y otras de Siria. Hasta el 17 de febrero había 75 mil 717 edificios derruidos pero entre ellos 42 mil muertos, una cifra que remarca la verdadera tragedia que se vive en esos países, sumidos en el terror y la impotencia ante la devastación. Unos 39 mil de esos muertos son turcos y también la inmensa mayoría d ellos más de 100 mil heridos que hasta el momento han sido contabilizados.

Hoy, rescatistas mexicanos y entre ellos algunos mexiquenses pudieron sumarse a la ayuda a Siria y Turquía. Por ejemplo, Leslie Padilla, una psicóloga toluqueña que lideró al equipo mexicano -compuesto por 15 personas- que fue a la zona del terremoto. Ella es coordinadora estatal de Restablecimiento del Contacto entre Familiares de la Cruz Roja, donde trabaja como voluntaria.

-Cuando llegamos había muchas estructuras colapsadas. Había mucha gente que no tenía dónde estar, pero algo que fue muy complicado resultó ser el clima porque llegamos a estar a menos 14 grados centígrados. A eso se le sumó un factor religioso, porque allá los hombres no están acostumbrados a ver a las mujeres haciendo las mismas funciones que un hombre- narra Leslie a su llegada a México.

Ella y su equipo de especialistas habían realizado ya una investigación previa, antes de partir, acerca de lo que pasaba en Turquía, pero al llegar el desastre se potenció porque se encontraron con el sufrimiento de la gente. Es inevitable vivirlo porque no puede evadirse la convivencia con los habitantes. Para obtener información de primera mano, contaron con traductores, aunque también lograron comunicarse en inglés.

-Los turcos primero eran reacios a la presencia de mujeres pero luego veían que una entraba a las estructuras y que hacías todo al parejo de ellos. Estuvimos en varios escenarios en donde extrajimos víctimas, algunas personas sin vida- dice Padilla, que iba con cuatro binomios caninos. En el equipo de Leslie había cinco mujeres, quien viajó 22 horas a Turquía. Ella está preparada para ingresar en orificios muy reducidos y en el uso de tecnología que permite la ubicación de personas. El equipo llevaba rotomartillos y rototrozadoras.

Un turco, dice, perdió a toda su familia y llegó al campamento mexicano. Y fue solamente para agradecer que se hubieran recuperado los cuerpos de sus parientes. “Sólo por eso valió cada segundo de esfuerzo y cada peso que se invirtió en eso”, dice Padilla, que pertenece al equipo Urban Search and Rescue (USAR), y que se preparó para viajar desde el 6 de febrero.

Ciudades como Kahramanmaras, Islahiye y Nurdagi son polvo y escombro, y los trabajos de rescate y remoción avanzan muy lentamente, pese a la ayuda internacional que han recibido esos países. Gaziantep es la ciudad turca más afectada. Los trabajos de rescate para personas con vida se dieron por concluidos hace dos días, y antes en algunas regiones, pero siempre se buscan los milagros, que a veces suceden. México, Turquía y Siria comparten las siniestras experiencias de lo terremotos y de las consecuencias de edificaciones mal construidas, que no debieron derrumbarse. También comparten las historias de supervivencias de quienes han permanecido días enterrados y finalmente la pudieron contar, y también de quienes participaron en las búsquedas.

Otro rescatista mexicano, Jesús Daniel Hernández López, acudió junto con Rex, el perro buscador con el que hace equipo, y narra que no se podía anticipar lo que se encontraron en Turquía.

“Con Rex estuvimos haciendo una búsqueda tras otra porque la necesidad de ese apoyo era demasiada. Rex se hizo famoso gracias a los noticieros turcos y cada vez que nos veían llegaban a pedirnos auxilio para que acudiéramos a alguna estructura. Después de un trabajo intenso, los perros necesitan también días libres, y eso se aprovechó para que jugaran con los niños turcos en los campamentos, y sirvieron como apoyo emocional para los sobrevivientes”, dice el rescatista, que reconoce el valor de los turcos.

Mientras Hernández habla, Rex el perro lo observa. Viste un chaleco rojo de la Cruz Roja mexicana en el que se ha impreso la media luna turca y la estrella de la mañana que lleva en su bandera, que quieren decir “dignidad, soberanía y renovación de la vida y la naturaleza”. Rex es un prro muy fuerte y entrenado para el rescate. Es de color café, de un café que se oscurece cuando llega al rostro.

-Tiene cinco años y es una mezcla entre pastor belga y pastor alemán. Llegó conmigo cuando tenía seis meses, lo adopté y empezó su entrenamiento tanto de avenencia como de cuestiones de búsqueda en grandes áreas y estructuras colapsadas- dice Hernández, quien define a Rex como tranquilo y parte de su familia, en su casa. Para los perros es muy importante socializar con la gente, que puedan entrar a distintos lugares, pero eso en México no está permitido, se lamenta Hernández, quien remarca lo importante que resulta lo anterior para que los perros mejoren sus habilidades de búsqueda. “Eso, necesitamos más conciencia”, recalca el rescatista, oriundo de Puebla y parte también del equipo USAR.

Además de Rex, fueron a Turquía los perritos Orly, Balma y July. El equipo USAR estuvo formado por Daniel Montes Fabela, Alberto Peña Martínez, Anneth Gabriela López Villafaña, Miguel Martínez Gutiérrez, Ángel Daniel Hernández López, Ariadna Cisneros Quiroz, Hortensia Valeria García Segura, Edgar Martínez Holguín, Martín Cruz Salas, Michael Klaus Kuhn, Leslie López Padilla, José Gabriel López Mejía, Juan Manuel Berjano Jarillo y Marco Antonio Franco Hernández, subcoordinador nacional de Socorros y líder de los equipos USAR de Cruz Roja mexicana.

El ejército, la Marina y la Cruz Roja lograron rescatar a cuatro personas con vida y 33 personas fallecidas.

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