Karen Colín: diseño. Ramsés Mercado: imagen. Miguel Alvarado: texto.
Tenango del Valle, México; 19 de enero de 2023
Un chaleco antibalas con la leyenda DELTA fue una de las primeras pistas que hizo suponer a la Fiscalía del Estado de México que la bodega aparentemente abandonada en la que aún excava en busca de restos humanos y cuerpos enterrados pertenece al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG). Eso, y la declaración posterior de cinco detenidos, que confesaron pertenecer a ese sicariato.
Hasta el fin de semana pasado, se habían encontrado 20 cuerpos y casi 50 restos debajo del suelo de cemento en el que hace años se organizaban bailes y fiestas, y que se encuentra a las afueras de Tenango del Valle, un pequeño municipio del valle de Toluca que en los últimos años se vio atrapado por la violencia letal del narcotráfico.
Reportes de taxistas y habitantes de la zona confirmaron la llegada y asentamiento de sicarios del CJNG, que desde finales del 2019 han extorsionado con cobros por dejar trabajar a los transportistas, a quienes también obligan a halconear. Los de cártel se dedicaron a extorsionar y a secuestrar personas, como consta en videos publicados en redes sociales en los que las víctimas eran subidas a autos a plena luz del día, enfrente de vecinos y decenas de testigos.
Por eso, a los habitantes de Tenango no les extraña que esa bodega haya sido descubierta y ven con miedo hacia la calle Revolución, enclavada en la colonia La Joya, ni que la policía bloqueara con las endebles pero persuasoras cintas amarillas que encierran las escenas criminales. Las investigaciones están contenidas en la carpeta TGO/IXT/TGO/089/007987/23/01, abierta el 12 de enero.
Un video tomado por la Fiscalía muestra a los agentes estatales forzando el portón negro de aquella bodega. La fachada del lugar está pintada de un verde muy subido y se alcanza a ver tres ventanas enrejadas en lo alto.
La llegada del CJNG al sur del Estado de México fue confirmada por fuentes del ejército en 2019, que recomendaban a las fuerzas de seguridad locales estar en alerta permanente porque una avanzada criminal había sido detectada. Y así era, porque también la Familia Michoacana comenzó a desarrollar operativos de combate en la Tierra Caliente o el Triángulo de la Muerte que forman las fronteras comunes de los estados de Guerrero, Michoacán y el Estado de México. A esos lugares la Familia Michoacana, liderada por los hermanos Jhonny Hurtado Olascoaga, enviaron hombres armados a pelear en “la guerra”, como llaman los sicarios a esos enfrentamientos.
La presencia del CJNG fue grabada por pobladores que presenciaban la entrada de camionetas que transportaban niños y hombres armados, y que se paseaban sin que nadie los molestara. Que el CJNG entrara al sur mexiquense y al Triángulo de la Muerte no sorprende a quien sabe que este lugar está repleto de minas de oro, plata y mercurio, y que incluso hay una mina de uranio en la localidad de Campo Morado, en el estado de Guerrero. Una declaración de Sidronio Casarrubias, capo de los Guerreros Unidos involucrado en el asesinato de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero, señalaba eso en 2014 y vinculaba a Jhonny Hurtado, el Señor Pez o el Fish y líder de los michoacanos, con el empresario argentino Carlos Ahumada, con el cual se dedicaba a la extracción de uranio y otros minerales.
La bodega es un espacio de unos 400 metros cuadrados cuyas paredes están pintadas de amarillo y una franja verde las recorre. Tiene tres ventanas en uno de sus lados y un segundo piso, al cual se llega por unas escaleras negras, metálicas. Se trata de oficinas o aposentos privados.
Ya controlado el lugar, la policía pudo meter hasta un trascabo cuya punta metálica levantó primero el cemento y después fue abriendo boquetes para que los forenses se introdujeran y rascaran “a mano”. Así han trabajado toda esta semana, pero en realidad se sabe poco acerca de los hallazgos en la narcofosa más grande del Estado de México.
De lo que sí se sabe, y de manera muy precisa, es de la presencia del Cártel de Jalisco Nueva Generación.
El narcomapa del Estado de México
Al igual que a la Familia Michoacana, la Fiscalía mexiquense ha dado seguimiento a la presencia del Jalisco Nueva Generación en el territorio, como lo prueba el documento elaborado por esa instancia en 2022, con apoyo de la Coordinación General de Informática Administrativa, de la Unidad de Asuntos Internos y de la Unidad de Análisis Táctico Operativo.
El estudio, denominado “Cárteles y bandas que operan en el Estado de México” se encuentra en poder de la Secretaría de la Defensa Nacional y consta de 11 páginas, en las cuales se ha determinado que en la entidad operan siete grandes cárteles del narco y además se tienen datos de sus líderes principales. Esa información también se encuentra en otras investigaciones de la Fiscalía, que incluso ha logrado detallar mapas de forensia telefónica, la cual ha cruzado números de celulares y telefonía fija. Ese mapa de llamadas arroja en algunos hilos números que pertenecen a políticos y empresarios mexiquenses con los que interactúa el crimen organizado.
Así, los siete grandes cárteles que operan de manera fija en la entidad son el Jalisco Nueva Generación, la Familia Michoacana, el Cártel del Golfo, el de Sinaloa, La Unión Tepito, el Nuevo Imperio y el Del Sur.
De acuerdo con sus propios mapas, la Fiscalía reconoce a una dominada por cárteles que se han repartido el territorio y que en algunos municipios pelean por ellos. Apenas el 33 por ciento de los 125 municipios que forman a la entidad están libres de narco y de bandas, o por lo menos mantienen poca presencia. El mapa de la Fiscalía, sin embargo, omite que zonas como la de Zumpahuacán sea una de las más peligrosas de todo el estado, y que en El Oro, por ejemplo, una célula de la Familia Michoacana opere entre ese municipio y Tlalpujahua, así como otros precisamente de Michoacán.
Los municipios que el CJNG domina se encuentran sobre todo en el valle de México: Huehuetoca, Zumpango, Chalco, Ixtapaluca, Los Reyes la Paz, Ecatepec, Texcoco, Tultitlan, Tlalnepantla, Atizapán de Zaragoza, Villa Nicolás Romero, Tultepec, Nextlalpan, Tecámac y Cuautitlán Izcalli. Pero también se encuentra en Coyotepec, Chapa de Mota, Jilotepec, Ixtlahuaca, Melchor Ocampo y Tequixquiac.
De acuerdo con el documento, los municipios de Sultepec, Ixtapan de la Sal y Tenancingo son disputados con la Familia Michoacana, aunque en el sur de la entidad son más las zonas involucradas en la “guerra” entre estos dos cárteles.
En el valle de Toluca, destaca su presencia en la capital, Toluca, y en Metepec y Zinacantepec, donde además el CJNG roba autos, extorsiona a loteros y mantiene una “relación de cooperación” con la Familia Michoacana.
Las capitales de sus plazas se encuentran en Toluca, Ecatepec, Chalco, Ixtlahuaca, Chapa de Mota, Texcoco, Cuautitlán Izcalli y Ozumba. Entre los líderes detenidos se encuentran Jonathan Atexcatenco Ramírez y Jorge Luis González Aranda, entre otros. Sin embargo, la Fiscalía ha identificado a 18 capos que lideran las operaciones de los Jalisco.
Jaime Luis “N”, a quien le apodan El Pozolero, fue vinculado a proceso el 18 de enero acusado de estar ligado a la bodega de Tenango del Valle. Él, junto con otras cinco personas, están acusados del asesinato de al menos 10 víctimas y desde esa fecha se les acreditaron delitos contra la salud y narcomenudeo, por lo que fueron llevados al penal de Chalco. Cuatro de los ahora detenidos reñían en la calle y cuando la policía se acercó para ver lo que sucedía, encontró 80 bolsas de mariguana en una motocicleta. Fueron esos cuatro los que señalaron al Pozolero “de ordenar la tortura, asesinato y descuartizar a sus víctimas”, dice el reportero local Abadiel Martínez.
De acuerdo con otro reportero local, Filiberto Ramos, la bodega tenía ya unos 10 años clausurada porque ahí habían asesinado a una joven. La bodega está flanqueada por dos viviendas que también han sido abandonadas. Al conocerse que había ya 20 cuerpos localizados, otro fenómeno que describe la realidad del Estado de México se presentó. Decenas de personas compartieron las fichas de búsqueda de sus familiares, algunos con reportes que datan de hace más de cuatro años. Mujeres y hombres de todas las edades están en esas fichas, y el descubrimiento de la fosa supone una oportunidad para descartar que se encuentren ahí.