Redacción VcV
Toluca, México; 26 de marzo de 2021.
Óscar Guzmán García, vinculado a feminicidios y asesinatos realizados en el valle de Toluca, enfrenta hasta hoy cuatro procesos penales, uno por el asesinato de una joven de 23 años, otro por la muerte de una mujer de 25 años, así como por una violación ocurrida el primero de septiembre del 2018, y en diciembre del año 2020 también fue vinculado a proceso por el homicidio de un hombre en Xonacatlán.
Apenas hoy fue aprehendido, estando en reclusión, por elementos de la Fiscalía Especializada de Feminicidio, que cumplimentaron una orden de aprehensión en su contra, pues es investigado por su probable participación en el delito de feminicidio en agravio de una joven de 27 años, en la colonia Villas Santín, en Toluca.
El crimen de Villas Santín se registró el 29 de marzo del año 2017, cuando la víctima y el detenido se encontraban en un inmueble de la calle Ponciano Díaz, de la colonia mencionada, donde este sujeto habría asesinado a esta joven. Luego habría sepultado el cuerpo en el patio trasero de dicha vivienda.
Su captura fue llevada a cabo derivado de una indagatoria iniciada luego de que el primero de noviembre del 2019, elementos de la Fiscalía Estatal realizaron un cateo en un inmueble de Villas Santín, por la desaparición de una joven de 23 años. En el lugar fue hallado el cuerpo de la víctima, además fueron localizados dos cuerpos más, mismos que estaban sepultados.
El 5 de noviembre de ese año, la FGJEM emitió un acuerdo de recompensa de hasta 300 mil pesos para detenerlo. Tras ser aprehendido fue trasladado a territorio mexiquense, en donde quedó a disposición de un juez.
Ahora se encuentra interno en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Tenango del Valle, al que fue trasladado antes del inicio de la pandemia, el año pasado, alegando que su vida estaba en riesgo debido a amenazas de reos del penal de Santiaguito, a donde fue llevado originalmente.
El asesino fue detenido el 6 de diciembre de 2019, en la avenida de Los Maestros, en la colonia Casco de Santo Tomás, en la Ciudad de México, en una movilización en la que participaron elementos de varias áreas de la FGJEM.
Em realidad, el asesino se comunicaba por redes sociales cuando se encontraba prófugo e hizo contacto con medios de comunicación a los que les iba contando sus asesinatos, que escribió él mismo. También reveló algunos lugares en donde habría cometido asesinatos. Esas comunicaciones permitieron saber a la policía dónde se hallaba.
La Fiscalía no capturó al asesino cuando pudo hacerlo.
Incluso, una de sus víctimas se encontraba aún viva cuando la policía supo de estos casos, pero no pido entrar a la casa en la que la mantenía retenida. Es más, citó al responsable a declarar, y éste acudió sin mayor dificultad para contar que no sabía nada acerca de lo que se le imputaba. Entonces lo dejaron salir.
Al otro día, había emprendido la fuga y cuando la policía entró al domicilio, halló a tres mujeres muertas.
El asesino se describía a sí mismo como un “serial killer” y la ciudad lo bautizó como el Monstruo de Toluca.