25 enero, 2025

Conectan masacre de bar en Cuautitlán Izcalli con matanza en Jilotepec, Edomex

Conectan masacre de bar en Cuautitlán Izcalli con matanza en Jilotepec, Edomex

Toluca, México; 15 noviembre del 2024

Redacción VcV

Los autores de la masacre del bar Bling Bling, perpetrada en Cuautitlán Izcalli el 10 de noviembre de 2024, están relacionados por lo menos con otras seis ejecuciones en el Estado de México. La tarde del 14 de noviembre de este año fueron capturadas seis personas entre ellas un adolescente de 15 años, a quienes se les señala como responsables de esos asesinatos. Los hechos del bar, que se ubica en la colonia San Francisco Tepojaco de aquel municipio mexiquense, se encuentran ligados con la matanza registrada el 8 de octubre en la comunidad de San Lorenzo Nenamicoyan, en Jilotepec, al norte del Estado de México. En esa localidad la Fiscalía había hallado cinco cuerpos calcinados en el interior de un auto, así como un cráneo humano.

Este es uno de los pocos casos de alto impacto resueltos por la Fiscalía estatal, y que se hace público por vías oficiales de comunicación. Se suma, es verdad, a las recientes detenciones de líderes narcos y jefes de plaza en el valle de Toluca del cártel de la Familia Michoacana, realizadas el último mes.

Para entender cómo es que se encuentran relacionadas esas masacres, se debe repasar primero los sucesos de Jilotepec. Ese 8 de octubre se había reportado un Jetta plateado calcinado. La policía lo revisó y adentro se encontró con cinco cuerpos, así como un cráneo. Esa noticia se esparció sobre todo por redes sociales, aunque no se sabía quiénes eran los muertos. Ahora, las investigaciones de la Fiscalía señalan que esas personas habían sido secuestradas en Cuautitlán Izcalli poco antes y las ha identificado como E. D. B. O, a quien le decían la Güera, de 36 años; B. J. G. A, de 25 años; H. G. V, la Diabla, de 34 años; R. P. R, el Rulo, de 23 años y E. M. R, alias Pitbull, de 39 años, pareja sentimental de la Güera. A ellos se les ha añadido G. R. R. B, la Gress, de 22 año quienes fueron privados de la libertad en el municipio de Cuautitlán Izcalli. Estas personas, de acuerdo con la Fiscalía, pertenecían a una célula delictiva que operaba en las colonias San Francisco Tepojaco y Lomas de Cuautitlán. La Güera, integrante de esa banda, había tenido problemas con integrantes de una banda rival dirigida por el Padrino, Juárez y Remington, que habían ordenado la ejecución de la Güera.

La versión policiaca señala que estas personas estaban en un salón de belleza, el lugar de trabajo de la Diabla. De ahí se movieron a las canchas deportivas de la colonia Lomas de Cuautitlán Izcalli en el Jetta plateado porque la Gress jugaría un partido. Sin embargo, no llegaron porque fueron interceptados a la altura de la glorieta de San Felipe, en Cuautitlán Izcalli. En ese punto, cerca de ls 9 de la noche, unas quince personas les cerraron el paso. Este comando viajaba a bordo de cuatro vehículos, un Mazda blanco, una Durango blanca, un Pointer color oro y un Versa vino.

Así, obligaron a la Diabla y a sus amigos a bajar del auto en el que iban y amenazándolos con armas de fuego se los llevaron para ejecutarlos en el paraje en donde posteriormente fueron hallados. Ahí, dice la policía, se encontraron cartuchos del calibre .23 Rem. La desaparición de esas seis personas fuer denunciada el mismo 8 de octubre por sus familiares, y gracias a eso pudo identificarse su identidad genéticamente.

Pero como en casi todas las historias de este tipo, había un infiltrado.

La policía señaló que el multihomicidio de Jilotepec fue realizado por la banda dirigida por Juan Carlos N, alias Remington; Juan Cristóbal N, alias Juárez; e integrada por Cristopher N, alias Padrino; Irvin Adonay, alias Pinky; Cristian Uriel, alias el Cristian y Guillermo N, alias el Tyson. Todos ellos estaban bajo el mando de Ismael N, alias Buchannas, este último considerado un generador de violencia de alto impacto y objetivo relevante para autoridades federales y del Estado de México. Buchannas es identificado como participante en otros hechos delictivos y tiene una orden de aprehensión vigente por su probable intervención en el homicidio de cuatro personas, dos adultos y dos adolescentes, hechos ocurridos en el municipio mexiquense de Tultitlán, el 3 de marzo de 2024. El Buchannas estaba preso en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Ecatepec, pero en diciembre de 2023 fue liberado porque un juez del Tribunal de Enjuiciamiento lo absolvió por un homicidio registrado en agosto de 2019.

Por su parte, Juárez habría dado la instrucción de levantar a las víctimas, e intervino como autor material al momento de llevar a cabo esta acción. Se estableció que Cristian Uriel, alias el Cristian, viajaba en la camioneta Durango con la que dio alcance a las secuestradas. Irvin Adonay, alias Pinky tripulaba el auto Mazda.

La policía señala a Cristian Uriel como el infiltrado, que pasaba información a la banda del Buchannan, pues mantenía una relación de amistad con los agresores, pero también con los ejecutados, lo cual le permitió conocer los movimientos de estos últimos.

La conexión con el Bling Bling

La Fiscalía del Estado de México asegura que gracias a entrevistas ministeriales, registros de comunicaciones y redes sociales, se puede vincular el ataque al bar de Cuautitlán Izcalli con los hechos de Jilotepec, pues hay una relación entre las víctimas y los agresores.

En el bar fueron ejecutadas cinco personas el 10 de noviembre de 2024. J.M.S.U, alias Oso, de 46 años; I. M. M, alias Gory, de 23 años, amigo de la Güera, mujer ejecutada en Jilotepec; E. M. C. F. alias “Chivo”, de 22 años; O. M. M, alias Gemelo, de 26 años y un joven de quince años. así como

Esa acción dejó además cinco heridos. Uno de ellos, Patitas, de 20 años, murió cuando era trasladado a un hospital. Otra persona, Kiko, logró huir y según testigos “Policías de Izcalli lo ayudaron”.

Cristian Uriel, el infiltrado identificad por la policía, llegó al bar en una moto y habría informado a sus cómplices que ahí se encontraban Kiko y Oso. Un rato después, dos sicarios acompañados por Pinky llegaron en un vehículo compacto color rojo. Dos de ellos habrían detonado armas de fuego contra las víctimas.

En la escena del bar se hallaron cartuchos percutidos calibre 9 mm. y .223 Rem, los cuales fueron analizados en el sistema de identificación balística. Al menos un elemento balístico del calibre .223 rem resultó coincidente con otro indicio similar recabado en Jilotepec, lo que establece científicamente el uso de una misma arma en ambos hechos.

La policía concluye que fue Cristian Uriel el lazo que ayudó a conectar los hechos del bar con las ejecuciones de Jilotepec, pues fungió como localizador e informante para que los sicarios pudieran levantar y asesinar a las víctimas. Incluso, Cristian Uriel acudió al velorio de uno de los ejecutados, Gory.

El ataque en el bar estaba dirigido en contra del Oso, Gory y Kiko, que habían sido integrantes de la banda de la Güera, y que utilizaban el establecimiento para actividades delictivas en la zona, lo cual, se presume, fue también motivo de la disputa. La banda del Buchannan usaba las redes sociales para levantar narcopedidos y así distribuían marihuana, cocaína, piedra, cristal y hasta “lemon”, un derivado de la marihuana modificado con colorantes y saborizantes. Los productos eran entregados a domicilio por repartidores en motocicletas o vehículos de transporte público por aplicación y el pago se hacía principalmente con transferencias bancarias o a través de una terminal.

Las células delictivas también realizaban actividades relacionadas con la extorsión y se tiene establecida la probable intervención de Guillermo “N” alias “Tyson” en estas actividades. El 12 de noviembre de 2024, la Defensa, Marina y otras corporaciones detuvieron a Christian Uriel, al Pinky y al Tyson. El 13 de noviembre fue detenido el Juárez y después de un enfrentamiento a balazos se detuvo al Remington, a Óscar N y a un chico de 15 años, quienes se encontraban en un inmueble en donde fueron localizadas y aseguradas aproximadamente mil dosis de cocaína, metanfetamina, marihuana, así como diversas golosinas y cigarrillos que se presume contienen marihuana.

Asimismo, se aseguraron 15 vehículos, 2 inhibidores de señal, 334 cartuchos útiles de diversos calibres, 50 botellas de bebidas alcohólicas, 24 consolas de videojuego, 166 binoculares, 110 vapeadores, 47 teléfonos celulares, 5 placas vehiculares, 78 tarjetas de circulación, una caja fuerte, un contador de billetes, terminales de pago nuevas y semi nuevas, numerario, 3 troqueles y una gorra policial, además de diversa mercancía consistente en equipos de aire acondicionado, calentadores climáticos, electrodomésticos y productos de papelería y laboratorio, de los que se investiga su procedencia.

El inmueble ubicado en la colonia Santa Rosa de Lima, en el municipio de Cuautitlán Izcalli, también fue asegurado y se investiga su uso como “centro de distribución” e instrumento de probables delitos.

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