Este es un ensayo fotográfico de luz y colores, de movimiento y libertad. De espacio, de aire, de eso que hoy resulta inverosímil porque nos hemos acostumbrado hasta a disfrutar lo doloroso y lo cruento, lo violento, lo inhumano. Por eso estas imágenes cuentan con un valor añadido, aunque también narran el espacio, el tiempo, la fuerza, la energía que muchos hemos perdido en lo contrario. No, no hay vampiros góticos medrando en el cine o incendios destruyendo los barrios de los millonarios en Los Ángeles, California, o la visión de un país destrozado y entregado a los militares. Aquí se despierta, se trabaja y se duerme, pero también se patina, se baila, se es libre.
Toluca, México; 11 de enero de 2025
Delia Mayela Silva Juárez/ Lumière Escuela Superior de Fotografía
Despertar, trabajar y dormir.
Se repite.
Despertar, trabajar y dormir.
Se repite, te hartas.
Así pareciera ser la vida, pero no para mí, a mí me urge despertar, me urge terminar de trabajar porque es cuando el ritmo se apodera de mi vida, recorre todo mi cuerpo y con mis patines puestos bailo hasta que hasta que no puedo más.
Extraordinario, sí. Difícil, para nada.
Nada es difícil cuando te apasiona, cuando te hace conectar contigo mismo, cuando te hace sentir vivo. Yo no puedo esperar a despertar porque significa que es otro día para seguir bailando.