Un documental realizado por toluqueños aborda situaciones complejas que a primera vista parecen no serlo tanto, por ejemplo, la creencia de que los operadores tienen la culpa de la gran mayoría de los accidentes. “Ellos también son víctimas del estado del transporte público. No hay un culpable solamente, es un mecanismo que lesiona a usuarios y operadores por igual, estos compiten entre ellos por tiempos y pasajes”, dicen los realizadores.
Toluca, México; 8 de octubre de 2024
Miguel Alvarado
“Este trabajo se basa en una idea mía. Soy usuario del transporte público aquí en Toluca y me hay tocado ver muchas cosas que no están bien. Me preguntaba a qué se deben estas condiciones casi indignas para la población”, dice Diego Ovando García, director de los 21 minutos que dura el documental “La guerra del centavo”, una aproximación al abismo que se abre en la vida de las víctimas de accidentes de tráfico en los que se ven implicados camiones urbanos. Se adentraron en los que sucede con las familias afectadas, pero también han explorado el lado siempre discriminado e invisible de los choferes, a quienes considera víctimas de un sistema de trabajo que sólo busca obtener dinero con la menor cantidad de pérdidas, así implique la vulneración de los elementales derechos humanos y laborales.
El trabajo aborda las deficiencias del transporte público en la Zona Metropolitana del Valle de Toluca y Ovando y su equipo pudieron recabar testimonios de familiares de esas víctimas.
“Lamentablemente, esas víctimas fallecieron, entonces son los familiares quienes cuentan cómo pasó la situación y cómo vivieron ellos, en carne propia, todos los procesos de lidiar con las empresas y los temas legales de demandas”, dice Ovando, y refiere que el proyecto documental nació como un proyecto escolar de la Escuela de Artes Escénicas de la Universidad Autónoma del Estado de México.
La documentación previa fue muy importante para encontrar un enfoque y luego realizar las entrevistas, porque existen otros testimonios, no sólo el de las víctimas. Seth Murguía, productor de “La guerra del centavo”, señala que también hubo entrevistas con operadores y hasta con los dueños de las líneas camioneras, que abordan aspectos de las problemáticas del transporte en la capital mexiquense.
“Lo que sucede aquí termina siendo muy parecido a lo que sucede a nivel nacional. En el documental van a ver datos duros, pero también describimos el trabajo cotidiano de los trabajadores. Todas las semanas se conocen casos y quisimos encontrar la raíz. En el documental abrimos el tema para todos”, dice el productor.
Ovando y Murguía encontraron situaciones complejas que a primera vista parecen no serlo tanto, por ejemplo, la creencia de que los operadores tienen la culpa de la gran mayoría de los accidentes.
“Ellos también son víctimas del estado del transporte público. No hay un culpable solamente, es un mecanismo que lesiona a usuarios y operadores por igual, estos compiten entre ellos por tiempos y pasajes”, dice Seth.
La escuela de Artes Escénicas apoyó a los realizadores con ciertos equipos. Tuvieron cuidado de usar cámaras adecuadas para transmitir una experiencia cercana y certera. Ellos, sin embargo, financiaron gran parte del trabajo. Utilizaron tres cámaras, una Canon C100, otra D8-I y una Go-Pro Giro 10, las cuales no tuvieron dificultad en montar en los camiones y los escenarios a los que acudieron.
Para el director Ovando la experiencia de filmar ha sido muy grata y refiere que tuvieron la ayuda de Filiberto Ramos, periodista local que ha cubierto este tipo de accidentes y sus consecuencias.
“Es muy delicado y complicado contar ese tipo de cosas frente a cámara. Tratamos de hacer las cosas con mucho cuidado porque además los entrevistados no han encontrado justicia. Abordarlos es complejo pero el resultado ha sido muy bueno para todos. También los expertos a los vimos compartieron mucho, como Dante Álvarez, dirigente del colectivo Cometa, a quien entrevistamos. Un abogado, Abraham Hernández, que se encarga de este tipo de siniestros viales, nos dio información muy valiosa. Como nos decía un maestro de la escuela, abordamos historias del mundo real”, dice Ovando, quien refiere que estuvieron grabando durante una semana, aproximadamente, y en producción y post-producción ocuparon hasta cinco meses, pues debieron reescribir el guion a partir del material recabado.
Murguía y Ovando recuerdan que durante un año estuvieron revisando documentales y aprendiendo guionismo y consideran que el género documental es un trabajo que requiere de tiento y cuidado, mucho más que el de ficción, porque se mezclan emociones y los hechos reales.
“Uno de los males del cine radica en que es muy egoísta. Los realizadores están muy cazados en exponer una visión determinada en términos de ficción. En cambio, el documental es algo muy honesto. Es el género más honesto que puede haber. Se lo decía mucho a los entrevistados, pero nosotros pusimos los cables y movimos los fierros, pero la historia es de ellos. Uno debe permitir que estas personas cuenten sus propias historias. Nuestra responsabilidad fue investigar, ir bien preparados e identificar las cosas que no parecen tener mucho pero que al final terminan siendo claves para el trabajo”, apunta Murguía, quien dice que los participantes de “La Guerra del centavo” seguirán contando más historias
Las influencias fílmicas de Murguía, y que lo han nutrido a lo largo de sus trabajos, son otros documentales, como el de “Las tres muertes de Marisela Escobedo”, de Carlos Pérez Osorio y su acercamiento con la teoría del cine-ojo, desarrollada por el cineasta soviético Dziga Vertov, (en realidad llamado Philip Kaufman) en los tempranos años veintes del siglo pasado. El realizador postulaba que debía encontrarse la manera de captar la realidad y lo espontáneo y por lo tanto rehuía de la parafernalia de los efectos de maquillaje y los escenarios prefabricados.
El director Ovando añade como influencias propias el documental “Hasta los dientes”, del mexicano Alfonso Arnaut, así como el de “La oscuridad de la Luz del Mundo”, de Carlos Pérez.
Junto con Ovando y Murguía, participaron en la realización de “La Guerra del Centavo”, Jair Hernández, en la dirección de foto; Oswaldo Ezequiel García como asistente de Dirección; André U. Espinoza como asistente de foto; Maximiliano Farías en el sonido; Emiliano Hernández como asistente de sonido; Génesis González en el arte; Jennifer Noemí Rodríguez en la edición, montaje y color; Alejandro Tamez en la musicalización; Carlos Javier Bastida como asistente de staff y Mauricio García como responsable staff. Este es el primer trabajo que exhiben y estrenan los realizadores, y se ha presentado ya en algunos foros. El plan del equipo es distribuir “La Guerra…” localmente y han proyectado ya en la Cineteca Mexiquense, en el Centro Audiovisual Toluca y en la Feria Internacional del Libro del Edomex. El 6 de octubre tuvieron ahí su primera presentación, pero también estarán el 9 de octubre a las 13:00, lo mismo que el 11 de octubre de 2024, en el Foro Murmullos. Esa Feria Internacional se ubica en el Centro de Convenciones del Edomex. Los realizadores se encuentran en redes sociales como Filtro EVA.