13 noviembre, 2025

Columna literaria Post It

Columna literaria Post It

Cuando era adolescente, uno de mis sueños era trabajar en una revista. No tenía muy en claro haciendo qué, pero me parecía fascinante entrar a un supermercado y hojear todas las revistas; ahora que trabajo en una, y que mayormente me dedico a la literatura y a la escritura, puedo asumir que las revistas son muy importantes para el desarrollo y la cultura del lugar de donde se publican.

Cuando uno comienza a escribir, uno de los logros más significativos es salir publicado en una revista, y si es en físico, qué mejor. Sin embargo, México y creo que también el mundo, atravesó una época en la que se desdeñaron las revistas, y los periódicos impresos, sobre todo por la masificación del uso del internet; el periódico impreso se dio por muerto y las revistas, al menos la mayoría fallecieron al trasladarse a la pantalla.

Afortunadamente, tanto en la revista como en el periódico en los que participo activamente, salen publicados en físico. Creo que son sobrevivientes (o tercos) en un mundo donde se lee más en una pantalla que en el papel. Todo esto lo pensé, porque esta semana se publicó en físico, una revista que marcó un hito en la literatura mexiquense: la revista Castálida.

Me dio mucho gusto, porque a pesar de los recortes a la cultura y el desdén del gobierno por el arte y la literatura, se publicó una revista que, durante un tiempo, también se dio por muerta. Creo que las revistas en físico son una resistencia al sistema, tanto económico como al sistema tecnológico en el que estamos inmersos. 

Actualmente, en Toluca, la ciudad en la que pareciera, no pasa nada, está resistiendo y se están publicando revistas de literatura y otros temas como las revistas de la universidad: Universitaria, Grafografxs y la Colmena, que tienen uno de los tirajes más grandes; hace un año el CTE también publicó una revista, y ahora Castálida hace un esfuerzo por permanecer en el papel.

Creo que todo el dinero que se invierta en una publicación en papel, es un dinero bien invertido; una vez escuché a un alguien, según él, “revolucionario”, decir que cómo era posible la publicación de revistas en instituciones que están totalmente endeudadas. Esa vez no respondí, pero, yo que he abrevado de las revistas locales, pienso que debemos exigir que las revistas sigan publicándose, pase lo que pase, así no haya dinero para papel en los baños de las oficinas, porque las revistas culturales son el registro de la historia intelectual de cierta época.

Me gusta la idea de que las revistas son un bastión generacional, un no lugar específico donde una generación puede escribir y dejar sus ideas para la posteridad, para los lectores presentes y futuros. Pero también me gusta pensar en lo fugaz que pueden ser, pues, aunque son impresas, las revistas pueden parar a la basura con mayor facilidad que un libro.

Las publicaciones de revistas son resistencia y también son revolucionarias porque abren paso a muchos escritores que, sin ellas, jamás podrían publicar; es por eso que vivimos en la época perfecta para seguir impulsando a las revistas, y evitar, pase lo que pase, que se dejen de publicar.

Tags

Cuéntaselo a todos

Noticias relacionadas

Suscríbete a nuestro boletín de noticias