Andrés Manuel López Obrador se fue sin ofrecer disculpas a las familias de los desaparecidos ni a las de las mujeres víctimas de feminicidio. Ni se disculpó con los migrantes indocumentados por violentar sus derechos fundamentales. Tampoco se disculpó porque su Comisión de la Verdad para el caso Ayotzinapa encubrió y protegió a los infiltrados de la normal y al ejército.
Ciudad de México; 1 de octubre de 2024
Stella Cuéllar
Y siguiendo el tema de las disculpas, cierto es que el ex presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se disculpó con los mayas, los chinos y los seris, pero ¿qué cambió con eso? A pesar de esas disculpas y de los tratados firmados, su gobierno agredió y devastó no sólo los territorios mayas, sino los bosques y selvas en general de México, como es el caso del Bosque de Agua. También a los migrantes les echó encima la Guardia Nacional y abrió a la delincuencia organizada la frontera más grande del país, que no es la que existe entre México y Estados Unidos, sino los litorales de México, al prácticamente dejar en ceros las inspecciones y verificaciones de buques extranjeros y de embarcaciones menores que usa la delincuencia organizada para traficar todo tipo de drogas y armas. No informa ni se disculpa por todo lo que pasa en el mar, y eso que ahí pasa todo.
Tampoco ofreció disculpas a las familias de los desaparecidos ni a las de las mujeres víctimas de feminicidio. Ni se disculpó con los migrantes indocumentados por violentar sus derechos fundamentales. Mucho menos se disculpó porque su Comisión de la Verdad para el caso Ayotzinapa encubrió y protegió a los infiltrados de la normal y al ejército, e incluso les dio un trato preferencial de testigos protegidos y cargos que garantizan su impunidad, como es el caso de Omar García, a quien en la normal Raúl Isidro Burgos le dicen El Eterno, dos veces diputado plurinominal por Morena y responsable, junto con David Flores Maldonado, entonces secretario general de la normal, de poner a sus compañeros recién ingresados a la escuela, en Iguala.
Podría seguirme con las disculpas que faltan. Claudia Sheimbaun, la primera presidenta de México y sucesora de AMLO, dice que las disculpas hacen grandes a las personas, y tiene razón. Veremos si ella ofrece las cientas que este gobierno debe a un gran sector de los mexicanos que han sido violentados por esta administración, o si ofrece disculpas al mundo por el genocidio que Israel ha perpetrado contra el pueblo de Gaza. Porque hasta ahora ha mantenido un silencio absoluto sobre el tema, y eso, como judía que es, la hace cómplice. Son muchísimos los judíos que se han desmarcado del gobierno de Israel, pero ella no.