Jorge Tadeo
Toluca, México; 16 de mayo de 2021.
Una de las estrategias más utilizadas por el modelo de producción-consumo para vendernos falsas soluciones y/o salidas de final de tubería, es inventar o apropiarse de conceptos para quitarles fuerza y acomodarlos a su propio beneficio, el cual no siempre o nunca es en beneficio de las comunidades y la naturaleza.
Esto a pasado con el termino y todo lo que rodea a la economía circular, donde la narrativa ha sido absorbida en su totalidad por el discurso capitalista dominante, dándole una visión mercantil y economicista, además de tener una idea de lo que significa circular bastante débil, pues al no hacer una critica a las causas políticas y sistemas de la crisis socio-ecológica que vivimos actualmente, solo sirve para fundamentar la nueva fase del sistema de clases basado en una falsa idea ambientalista que sirve para darle entrada a un sistema neofeudal mucho más agresivo que el neoliberalismo actual.
Antes de analizar lo que nos quieren vender como economía circular, veamos cual modelo económico es el que ha imperado en estos tiempos neoliberales, los cuales para muchos historiadores ha sido el peor sistema de clases en la historia, al menos en lo que se refiere al trato a la naturaleza. Primero este modelo tiene como base una mentira. La mentira del crecimiento infinito en un planeta finito, con limites muy bien establecidos. Bajo esta mentira es que se armó toda una teoría económica lineal, insostenible y criminal. Para no entrar en muchos líos sobre conceptos económicos, teorías, etc., etc., lo que tenemos en la actualidad básicamente se resume de la siguiente manera: Extracción -la naturaleza proveer los bienes que necesitamos como civilización- Producción -se buscan zonas de sacrificio para instalar las fábricas donde se producirán los productos que vamos a consumir, mediante procesos altamente contaminantes y tóxicos- Distribución -en la actualidad podemos consumir los habitantes de la ciudad de Toluca, duraznos de Chile, envasados en China, es decir que los productos viajan cientos de miles de kilómetros – Consumo -hoy en día consumimos más de lo que necesitamos para nuestra supervivencia, dejando una enorme huella ecológica detrás de nosotrxs- Disposición -las alternativas para nuestros residuos son enterrarlos o incinerarlos. Estas dos practicas dejan a su paso una contaminación muy agresiva y una falta de justicia socioambiental que se suma a toda la cadena que sostiene el modelo de producción-consumo. Todas estas partes de la economía lineal tienen un fuerte impacto en la naturaleza y las comunidades cercanas donde se llevan a cabo, es decir en todo el mundo, especialmente en aquellos donde viven las poblaciones más vulnerabilizadas por el propio sistema.
Para que esta economía funcione, ojo, funciona para quienes tienen el poder económico y político, para que lo haga; la privatización, la extracción, el desplazamiento son fundamentales en su accionar. No podrían sin estos tres factores, por lo que décadas de neoliberalismo y capitalismo de Estado han traído consigo una crisis socio-ecológica histórica que tienen en la crisis climática su mejor ejemplo como causa-consecuencia de todos estos impactos.
Ante las problemáticas actuales, el sistema cambia su narrativa hegemónica para convertir sus cadenas de valor lineales en cadenas circulares, con el objetivo final de reinsertar en el ciclo de producción los residuos del ultimo proceso, es decir, solo los que se producen en la parte del consumo, dejando fuera aquellos que estén dentro de la extracción y la producción. Los teóricos de la economía circular dicen que el objetivo es alargar la vida de los productos y cerrar el circulo de los residuos. Si lo leemos así, se lee como una solución a la problemática de los residuos principalmente, la cual podría tener como resultado una mejora en todas las fases del sistema económico lineal para convertirse en circular. Lamentablemente esto no ocurre, pues en la practica es solo un parche mal puesto, una buena idea que desde donde se pretende aplicar no permite ningún tipo de avance significativo sino todo lo contrario. Cuando el concepto de economía circular entra en contacto con los gobiernos, con las empresas, principalmente aquellas que tienen un carácter transnacional pierde todo sentido. No hay como empatar la idea de crecer sin limites con una idea de cerrar círculos.
En México, desde hace un par de años se trabaja en una ley de economía circular propuesta por el Senador de MORENA Ricardo Monreal y el apoyo de algunxs investigadores y activistas. Dicha propuesta tiene como base la Ley General de Prevención y Gestión de Residuos, pues tienen la idea de que transformarlo en combustible para la producción de energía, es una forma de ir cerrando el circulo. El primer error es que no están viendo más allá en la cadena línea del modelo de producción-consumo. No se busca detener la extracción de ecosistemas para la producción, al contrario, esta podría aumentar. Tampoco se prevén los daños en la salud ambiental y humana que estos procesos de termovalorización causan y que están fuertemente documentados en todo el mundo. Esta ley solo se centra en darles valor calorífico a los residuos solidos urbanos en su disposición final. Por lo que la convierte en una ley ineficiente y muy alejada de lo que necesitamos como país ante el colapso que se viene.
La economía circular no busca contradecir al capitalismo -ni neoliberal, ni de Estado- tampoco busca contradecir al modelo de producción-consumo, al contrario busca mantenerlo con ciertas modificaciones que solo benefician a quienes tienen el poder tanto político como económico. La llamada transición en la que se basa todo el concepto de economía circular es imposible desde este sistema, por lo tanto no se puede pensar que aquí está la solución a la crisis.
Para cerrar con esta reflexión. Un concepto, una teoría, una praxis como lo es la economía circular desde el mito del crecimiento ilimitado no funciona. Si este parte en mantener el sistema extractivista, si mantiene este modelo de producción-consumo que nos tiene en jaque civilizatorio.
Este concepto, teoría, praxis no puede funcionar sin el componente biocultural que aportan las propias comunidades, es imposible sino parte de un profundo enfoque ecosistémico. La única forma de convertir a la economía en un proceso no circular, pero si solidario, comunitario, es partiendo desde el decrecimiento a la par que se buscan medidas de recuperación ecosistémica, reconociendo los propios limites de la naturaleza para comenzar a poner los de nosotrxs como colectivo, como especie.
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Mayo del 2021.