Ramsés Mercado: imagen. Miguel Alvarado: texto.
Toluca, México; 17 de enero de 2023
Establecieron hace meses una “mercadita feminista”. Ahí se intercambian productos o se venden a precios accesibles a mujeres y familias. Está ubicada en el Parque Bolívar, a un costado de la Rectoría de la UAEMéx, en el centro de Toluca. Quienes van ahí son mujeres y niñas. Pero ahora las autoridades municipales quieren desalojarlas. Por eso, feministas que sostienen este espacio bloquearon un tramo de la avenida Gómez Farías, en la capital, para protestar por espionaje actos violentos, intimidación y agresiones que han sufrido durante esta última semana.
Hace tres días, el 14 de febrero, inspectores municipales de Control de Ambulantaje decomisaron mercancía que las mujeres colocan habitualmente en las jardineras del parque. Les dijeron que necesitaban “un permiso” para hacerlo.
Dos docenas de policías, diecisiete inspectores, orejas, espías y policías vestidos de civiles reportando los movimientos de la colectica Raíces Fuertes, que reaccionó al intento de desalojo. “Ocupamos este espacio público para vender productos y servicios lícitos y ganarnos un sustento. Exigimos a todas las instancias públicas la no represión de esta protesta. No criminalicen a las emprendedoras, vayan a buscar a los victimarios de nuestra violencia”, expresaban en carteles que fueron mostrando al público.
El operativo al final no pudo concretar el desalojo, pero las autoridades se han mantenido a la expectativa en el lugar, han tomado fotos y video de quienes usan ese espacio. También se ha denunciado que toda esa información se ha compartido a los partidos políticos del PRI, PAN y PRD que van en alianza electoral contra el bloque de Morena y sus asociados, para disputar la gubernatura del Edoméx en comicios que se celebrarán el 4 de junio de 2023.
Las usuarias de la Mercadita hacen responsable al gobierno del Estado de México de cualquier agresión o situación que las vulnere. La base de la estatua de Simón Bolívar ha sido llenada de pancartas denunciado los abusos de los espías, de los agentes de la policía y de los infiltrados que han grabado las rutinas de las mujeres. “Noes delito generar nuestra propia fuente de ingresos, porque el Estado no garantiza un empleo digno, salarios justos y oportunidades equitativas”.