13 junio, 2025

Pide ayuda toluqueña varada en Italia para volver a México

Pide ayuda toluqueña varada en Italia para volver a México

Miguel Alvarado

Toluca, México; 2 de abril de 2020. Patricia Granja Lovera, su hijo Francisco Javier Granja Lovera y una amiga, Ana Lilia Torres Meza, están varados en Italia desde hace tres semanas. Ella es una toluqueña que no sabe hasta cuándo podrá regresar a México. Ha pasado lo peor del embate del coronavirus en Europa, tratando de encontrar la manera de volver. Ella y sus acompañantes son parte de un grupo de 60 mexicanos que piden ayuda al gobierno de México para conseguir un vuelo.

Sus familiares en Toluca han intentado ayudarlos difundiendo el caso. No ha sido fácil para Granja estar en Italia, el país que ocupa el primer lugar mundial en defunciones por coronavirus, pues hasta el primero de abril han muerto 13 mil 900 personas, y tiene 115 mil infectados. Italia se convirtió en el foco occidental más importante de contagio. Fue desde este país que la mayor parte de las personas infectadas entraron.

En un video, Patricia Granja narra su actual situación:

-Tenemos un vuelo hasta el próximo mes- dice- pero cada día van haciendo más extensa la contingencia aquí en Italia. Sabemos que el gobierno mexicano ha repatriado a otras personas. Necesitamos que este video llegue al gobierno para que puedan ayudarnos. Somos aproximadamente unas 60 personas en todo Italia.

Apenas hoy se anunció la repatriación de 285 mexicanos varados en Argentina. Lo mismo sucedió en días pasados con connacionales en Inglaterra. El cierre de fronteras y la cancelación de vuelos comerciales no ha ayudado a traer de vuelta a mexicanos fuera del país.

Patricia Granja y su hijo llegaron a Italia por Milán, y de ahí se dirigieron a Brescia, a la casa de una amiga mexicana casada con un italiano. Ya en Roma, las infecciones por coronavirus aumentaron y ellos decidieron irse a España, creyendo que desde ahí podrían regresar a México.

El vuelo de regreso estaba fechado para el 10 de marzo, con salida en el aeropuerto de Milán. Sin embargo, para el 2 de abril, el vuelo había sido cancelado cuatro ocasiones. La nueva fecha de partida fue fijada para el 3 de mayo. Ellos llevan 27 días en cuarentena

-Hemos estado en contacto con el consulado de México en Milán. Desgraciadamente no nos han ayudado en ningún sentido […] no existe ningún tipo de apoyo por parte del gobierno mexicano. Nos enteramos que han repatriado a mexicanos de otros países y esperamos que volteen a ver a los mexicanos en Europa- dice ella.

Patricia Granja asegura que el virus no es un invento y que tampoco se exagera en sus efectos. Ella ha sido testigo de los efectos de la enfermedad y, dice, es peor de lo que uno se puede imaginar.

-Sabemos de casos cercanos y vecinos que han fallecido en completa soledad, la gente no puede despedir a sus muertos, no hay velorios, sólo llegan las ambulancias por el enfermo y no se sabe si van a volver a verlo. Los militares recogen los cadáveres de los hospitales para llevarlos a incinerar- narra la toluqueña.

Lo más impresionante, dice Patricia Granja, es que ya no se toma en cuenta a los ancianos ni a los enfermos de algún otro padecimiento para entrar a los hospitales, porque el sistema de salud italiano está rebasado.

Ella recomienda seguir las indicaciones de encierro, dejar de salir a las calles.

Patricia está varada en Italia, y ella y su hijo tienen suerte porque a pesar de estar en el epicentro del contagio no están enfermos. Otros mexiquenses no tuvieron tanta suerte.


El caso de Constanza: enfermarse en Barcelona

Enfermarse.

Enfermarse en México es prohibitivo. Enfermarse en un país donde el 33 por ciento de la población no tenía acceso a los servicios de salud en 2010 o este era muy limitado, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. Hasta 2018, cerca de 16 millones de habitantes estaban fuera de la posibilidad de acceder a los servicios públicos de salud en el país, según un estudio del Centro de Investigación en Política Pública, del Instituto Mexicano de la Competitividad, que señala además que los presupuestos para salud disminuyeron 20 por ciento en la administración de Enrique Peña como presidente de México, lo cual, apunta, se refleja hasta hoy porque apenas 61 por ciento de los enfermos de diabetes o hipertensión, por ejemplo, pueden completar todos sus medicamentos.

El sector privado tiene una oferta disponible, pero ese mercado no es para todos. El hospital Ángeles, en la ciudad de México, cobra hasta 20 mil pesos por una prueba para detectar coronavirus. Un país cuya oferta de medicamentos dice que una caja de tegretol, usado para el control de convulsiones, cuesta 500 pesos, o que el etoricoxib, para control del dolor, cuya caja contiene siete tabletas, de las que debe tomarse una diariamente, vale 500 pesos, no tiene claras sus prioridades. Los costos de internamientos y tratamientos de enfermedades crónico-degenerativas terminan quebrantando a las familias.

El gasto en enfermedades crónicas puede condicionar a una familia a caer en pobreza. Caso de la diabetes: en 2016, la prevalencia de diabetes diagnosticada fue equivalente a 6.7 millones de mexicanos, es decir, el 9% de la población. Si una familia promedio tuviera que pagar el 20% del tratamiento, su ingreso disponible anual caería a 101 mil pesos. Si una familia promedio tuviera que pagar el 60% del tratamiento, su ingreso disponible anual caería a 48 mil pesos.

¿Y cómo es enfermarse en otro país para un mexicano?


Constanza González es una chica originaria de Metepec que hace un año vive en Barcelona, España, uno de los países más castigados por el coronavirus. Vive allá con su pareja y dice que se enteró del virus en enero, pero supuso que no llegaría a Europa.

– Al final llegó. Al principio teníamos muy pocos casos y realmente nadie hizo mucho al respecto, aunque las autoridades nos pedían que nos distanciáramos (pero) seguimos la vida como si nada.

Su testimonio, un video en el que narra su enfermedad, fue grabado a principios de marzo con la intención de prevenir a los mexicanos acerca de lo que significa no hacer caso de las indicaciones de aislamiento, pero también de la evolución de la enfermedad en el cuerpo y como un condicionante social.

– Hace una semana empecé con síntomas, tenía tos seca, dolor de cabeza, pero realmente no le di importancia porque (me dije que) soy joven, no me va a pasar nada. Seguí haciendo vida normal y el jueves estuve platicando con mi pareja y con una amiga, y las tres coincidimos en que teníamos los mismos síntomas. Entonces hicieron el cierre de Barcelona y ayer empecé con fiebre. Llamé al número de Sanidad para reportarlo y me dijeron que por los síntomas me tenía que quedar en casa, que tomara todas las precauciones y que dejara de salir, de invitar a gente a casa.

La familia de Constanza vive en el municipio de Metepec, que se encuentra conurbado con Toluca, la capital del Estado de México. Es en realidad un conglomerado de un millón y medio de habitantes, a los que se les suma la población de otros municipios del valle de Toluca, tales como Almoloya de Juárez, Zinacantepec, Lerma e Ixtlahuaca, entre otros.  

– Consulté también a un doctor mexicano y le conté más o menos lo que estaba pasando. Me dijo que si en algún momento llegábamos a tener problemas para respirar fuéramos al hospital. Se lo comentamos a mi amiga, pues tosía muchísimo y ya no podía, ya no podía respirar. Ella fue al hospital y ahí estuvo internada 12 horas, le hicieron varios procedimientos y ahora está en su casa con síntomas más leves.

España es todavía uno de los países más castigados por el coronavirus. El 30 de enero la Organización Mundial de la Salud y la Unión Europea había advertido sobre la gravedad de la pandemia y emitieron recomendaciones para que no se propalara por Europa, pero fueron ignoradas. Las autoridades sanitarias de España se movilizaron hasta el 12 de marzo, y para ese momento ya era tarde. Para el primero de abril, había 9 mil 53 muertos reconocidos por las autoridades, pero también 864 muertos en esas últimas 24 horas. Tenía 102 mil casos aproximadamente y se ubicaba detrás de Italia, a nivel mundial.

– Yo realmente siento como si fuera una gripa, una cruda, me duele un poco la cabeza, me duele el cuerpo, tengo fatiga, tos seca. Pero de esto no pasará, y yo sé porque tengo 27 años, porque soy fuerte, porque estoy sana- dice Constanza desde Barcelona.

Hay otros que no pueden decir lo mismo que ella.

Los siete casos positivos de coronavirus reportados por el gobierno del Edoméx pertenecen a seis mujeres y un hombre, y habían sido dados a conocer el 29 de marzo, junto con estadísticas por municipio referentes al avance de la infección en la entidad, dos de ellas de 29 años, y otras tres de 30, 34 y 69 años. El hombre enfermo tiene 70 años. Metepec, por su lado, reportaba seis enfermos hasta ese 29 de marzo, 4 hombres y dos mujeres, estas últimas de 49 y 62 años, respectivamente, y los hombres de 24, 42, 67 y 18 años cada uno.

En Toluca, enfermeras del hospital Adolfo López Mateos denunciaron la falta de insumos y equipo, así como la presencia de coronavirus que no se declara en registros oficiales. El gobierno del Edoméx tardó al menos cinco días en conseguir el equipo suficiente, que presentó el primero de abril.

– No podemos salir a la calle a menos que sea para ir al hospital, para ir a comprar alimentos, para ir a la farmacia y no puede haber más de una persona caminando en la calle. Lo único que nos pedían era espacio, distanciamiento social y nosotros hicimos todo lo contrario

A Barcelona no le ha ido bien en el asedio del coronavirus. Es una ciudad a la que llegan 50 millones de turistas cada año, aproximadamente y ahora sus calles están desiertas. Es cierto, sólo una persona camina afuera. Para el 2 de abril, había 19 mil 991 infectados y 244 muertos en Catalunya, a la que pertenece la ciudad.

– Si los internan, y si hay muchos (enfermos al mismo tiempo), el sistema de salud colapsa, y esto es lo que me preocupa en México. Si aquí están preocupados por el colapso del sistema de salud, no puedo imaginar en México, que de por sí no tenemos el mejor sistema, todo lo que puede llegar a pasar. Lo único que pido: no salgan de sus casa, no vayan de fiesta, no usen el sistema de transporte público

Constanza, en su video, dice que está bien y que se tiene que seguir un ejercicio de solidaridad. En el Estado de México, el último corte del gobierno local apuntó 157 casos de infección, de los cuales 127 se encuentran en aislamiento domiciliario y 30 están en hospitalización. También hay 227 casos sospechosos bajo investigación y 460 pruebas que han resultado negativas. Hay también dos muertos y una preocupación creciente por la dinámica que se ha establecido: 4.5 millones de mexiquenses no pueden parar porque viven al día, pero sus ventas se han desplomado, así como otro tipo de servicios, incluso los de índole sexual. La comunidad transexual, dice una nota del reportero local Filiberto Ramos, abrirá un comedor en la ciudad para ayudar a mujeres que perdieron sus empleos. “La ayuda se centrará en las chicas de los diferentes colectivos que más lo requieren, sobre todo aquellas que trabajan en el sector informal como estéticas, mercados y otros giros como las sexoservidoras quienes, debido a la cuarentena, han dejado de laborar en las calles ya que sus clientes han reducido en un 95%”, dice Tania Vázquez, representante del grupo.

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