Ramsés Mercado: imagen e información. Redacción VcV
Toluca, México; 24 de marzo de 2023
Al menos desde el 20 de marzo una de las bombas de agua que se ubican en una caseta, a un costado de la glorieta de La Maquinita en Toluca, arroja agua con tal poder que el derrame que provoca en pocas horas llega hasta la harinera de la fábrica de La Moderna, a unos 800 metros de distancia. El agua toma el cauce de la vialidad Isidro Fabela y forma lagunas que pronto se desbordan ante el paso de los autos. Aquí pareciera que el agua sobra, pero el ayuntamiento dice que no se trata de una fuga, sino de un “desfogue”, lo cual tiene el mismo resultado, tirar el agua, aunque “controladamente”.
De acuerdo con trabajadores del Organismo de Agua de Toluca, se pierden 32 litros de agua por minuto.
A diez metros de las bombas de La Maquinita trabaja una cuadrilla desde hace días. Han cerrado el paso y esa es la causa de que el desfogue de tanta agua genere ríos en esa parte de la ciudad. Los obreros han abierto la calle para reparar una antigua línea que lleva agua del Sistema Cutzamala y que necesita atención inmediata. Para poder trabajar, deben desviar el torrente.
El ingeniero Santiago Sánchez Torres, subdirector técnico del Organismo de Agua y Saneamiento de Toluca dice que no debe decirse que hay una fuga, sino “desfogues previstos en una línea vieja del Cutzamala que se combina con el pozo de La Maquinita”, y dice que se van a seguir presentando, y que los trabajos servirán para mejorar el servicio en Santiago Miltepec, que pronto verá líneas nuevas. “Ése es el detalle, el personal está capacitado y controlado todo esto”, dice, mientras observa los trabajos, el tren que pasa a unos 30 metros y el propio torrente del agua, que se riega primero en el pequeño jardín de las instalaciones de las bombas y después se va por la calle.
Desfogue o no, se trata de un desperdicio.
El ingeniero dice que el suministro del agua en aquella comunidad ha mejorado porque se han realizado otras obras y en algunos tramos hay tubos nuevos, aunque acepta que ahí en La Maquinita se encuentra “el punto de conflicto” en la zona, porque además el flujo se lleva a un tanque ubicado en el cerro de La Teresona y del cual se surte la mitad de la capital mexiquense, que tiene aproximadamente un millón de habitantes.
-Es correcto- dice el subdirector Santiago Sánchez, que sin embargo lo justifica porque, dice, una gran parte de la ciudad cuenta con algo llamado “sistema tandeado”, lo cual es un eufemismo, una trampa técnica para decir que, efectivamente, se trata de un servicio intermitente, lo cual obliga a los habitantes a construir cisternas en sus domicilios. Y dice que el Organismo de Agua local trabaja para que haya agua en toda la ciudad.
El del agua es un problema crónico que no sólo afecta a Santiago Miltepec. En los pueblos del norte del municipio la carencia se agudiza y afecta la vida de las comunidades. En la colonia Aviación de San Pablo Autopan, por ejemplo, el servicio del agua es controlado por el Comisariado Ejidal, que busca organizarse para que se paguen a tiempo las cuotas anuales. Sin embargo, la comunidad es pobre y marginada y la gran mayoría no puede pagarlas fácilmente. Así, los ejidatarios deciden cerrar el servicio para todos, hayan o no pagado. Eso profundiza otros problemas, como la diferenciación de clase, porque quien tiene poder adquisitivo pagará por pipas de agua que llenan cisternas en tanto se resuelven los problemas de cobros.
Es inevitable que al ver el agua correr por la calle de Isidro Fabela se piense en desperdicio y no en un “desfogue”. Como una consigna, el ingeniero dice que una de las prioridades del alcalde priista Raymundo Martínez es la construcción de pozos y el mejoramiento de las líneas de conducción. No es verdad, pero sí que este viernes todo el día se perdió agua.
La línea en la que se trabaja mide unos 900 metros de largo y es un tubería de 12 pulgadas. De acuerdo con el ingeniero, el desfogue dura entre dos y tres horas, pero vecinos del lugar afirman que el chorro está más de mediodía. En la zona de Miltepec, La Mora y La Maquinita las cuadrillas de desfogue estarán trabajando entre 30 y 45 días. La tubería que reparan tiene más de 25 años suministrando agua hasta La Teresona.
“Cuidemos el agua”, señala el ingeniero Santiago, mientras observa el chorro salir disparado de la bomba abierta, y reitera que son trabajos que deben hacer para, irónicamente, garantizar el abasto a la ciudad.