17 enero, 2025

Casas de refugio para transexuales, realidad en Edoméx

Casas de refugio para transexuales, realidad en Edoméx

Miguel Alvarado: texto. Ramsés Mercado: imagen e información.

San Mateo Atenco, México; 14 de febrero de 2023

La Casa de las Muñecas Tiresias AC es una organización única porque impulsa la creación de refugios o casas de retiro para transexuales en el Estado de México. Y ya tiene en funcionamiento tres de ellos. El Paola Buenrostro, en la Ciudad de México; el Katherine Danielle  Márquez en Morelos y el Kaori Cantarelo Regalado en Apaxco. Paola Buenrostro era una mujer transexual, asesinada en 2018; Katherine Daniel fue la primera sexóloga y psicóloga de la organización, que participó en la creación de la estructura de la asociación. Ella perdió la vida en el 2020 y Kaori era una migrante de Honduras, que murió debido al abuso de drogas. Cuando se quiso rescatar su cuerpo y repatriarlo, el Consulado hondureño negó esa posibilidad por tratarse de una mujer trans que además estaba insertada en el trabajo sexual y en contacto con sustancias que al final le provocaron la muerte. Finalmente, la Cruz Roja Internacional ayudó a llevar a Kaori a su tierra. Las tres mujeres se convirtieron en símbolos para la Casa de las Muñecas y por eso los refugios llevan sus nombres.

Apaxco, en el Estado de México, es un territorio de paso para migrantes y por eso el refugio está pensado para brindarles ayuda, sobre todo a quienes pertenecen a la comunidad LGBT. Los albergues tienen capacidad para 16 personas, aunque a veces hay hasta 35 refugiados. El de Apaxco, por ejemplo, abrió la semana pasada y ya viven seis personas y 18 perros, porque a los animales en abandono también se les brinda atención.

“El de México es uno de los estados que más trabajo nos ha costado para avanzar en los derechos humanos. Fue uno de los últimos en aprobar el matrimonio igualitario y el cambio de identidad. Creo que ha habido mucha resistencia política e institucional par visibilizar estas problemáticas. Sin embargo, hay ciertos avances. Por lo menos hemos logrado entrar en varias esferas sociales. Y yo creo que la resistencia no la tenemos en la sociedad ni en las comunidades, la tenemos con el mismo sistema y las instancias, pues en sus reglamentos y protocolos no estamos incluidos las personas diversas. Esas son limitantes administrativas que generan una discriminación muy puntual”, dice Kenia Cuevas, que dirige la Casa de las Muñecas y es una activista muy importante en México que lucha por los derechos humanos. Ella recuerda que todas las instituciones están obligadas a modificar las reglas de operación, los reglamentos internos y a armar protocolos de actuación para garantizar la atención a todos.

La activista califica de “devastador” tener que negociar estos temas con las autoridades y tiene razón. La barbarie burocrática es capaz de detener por años iniciativas o proyectos que a todas luces resultan obvios y necesarios. Las autoridades de los municipios, dice, ni siquiera saben lo que es la transexualidad.


La estrategia de la Casa de Muñecas consiste en la creación de regiones o sedes en el sur, donde ubican al valle de Toluca; en el norte, en Apaxco y otra en el oriente, en la región de Chalco.

“La asociación fue fundada en abril de 2018, después de que sucediera el primer transfeminicidio reconocido en el país, el de Paola Buenrostro y mientras buscaba justicia, decidí crearla”, Cuevas.

Ella no es una improvisada, pero su trabajo la ha colocado en riesgo. Tiene una amenaza de muerte y ha sufrido dos atentados. Ahora su organización tiene presencia en Nayarit, la Ciudad de México, Morelos, Tabasco, Baja California Norte, Colima y aquí, en el Estado de México. Y cree que muy pronto podrá estar en Michoacán y Guanajuato. Su proyecto es ambicioso en cuestión del derecho a la vida, porque también incluye el rescate de perros y gatos maltratados y la denuncia de actos violentos.

“Les vamos a dar atención médica, adiestramiento y un acompañamiento seguro para adopción. Esto está integrado a los albergues para personas, porque las mascotas son terapéuticas para quienes viven contextos de violencia”, dice Cuevas, quien también tiene en construcción el primer mausoleo para mujeres trans, el podría concluirse este año. Y es que desde el 2016 la Casa de Muñecas ha ido rescatando a mujeres trans que han muerto en violencia y abandono, y que no tienen familiares. La organización se ha encargado de que se reconozca su identidad y también de una despedida digna. Sin embargo, los cuerpos están dispersos y por eso se busca reunirlos con ayuda de la alcaldía de Iztapalapa, en la Ciudad de México. Ahí se ha conseguido un espacio en un panteón público y con ello el mausoleo.

Además, se ha conseguido el apoyo de la Fiscalía de la Ciudad de México para exhumar los cuerpos y llevarlos a ese lugar, un espacio que los dignificará, lo cual evitará que se vayan a las fosas comunes y que terminen en los anfiteatros de las universidades.

“En 1800 existió en Londres, Inglaterra, un mausoleo para trabajadoras sexuales pero se hizo desde la discriminación, porque eran mujeres públicas y no podían estar en ningún camposanto. El nuestro no es así, y pensamos que puede ser un lugar para que la comunidad tenga un lugar para ir a llorar o a saludar a quienes fallecen, porque eso también es parte de la dignidad”, señala Cuevas, quien tiene en puerta participaciones en diferentes países de América en foros relacionados con el tema, conversatorios y actividades relacionadas con el arte.

En San Mateo Atenco trata de ayudar a la comunidad LGBT, que es históricamente marginada y violentada. Y es que este país le falta mucha reconciliación, dice Cuevas, quien remarca que México es el segundo lugar de América en asesinatos contra la comunidad LGBT, detrás de Brasil.

Las redes de apoyo sirven para que la comunidad LGBT y Cuevas plantea de entrada que los derechos humanos son para todos. Afirma que es importante conocer los mecanismos de denuncia que pueden aplicarse a servidores públicos y esquemas de servicio, lo cual obligaría a la burocracia a actuar de manera integral.


Respecto al feminismo radical, Cuevas les dice lo obvio: “que todos vamos para el mismo hoyo” y que todos merecemos el mismo respeto.

“Si nos van a discriminar, entonces háganlo bien y también quítenos los impuestos, porque esos siempre nos los cobran. Yo pago impuestos y me merezco la garantía de mi identidad. Así que sabemos que los grupos de mujeres radicales son muy poquitas no es un grupo tan grande. El feminismo en realidad ha aceptado muy bien a la comunidad transexual y desde la casa de las muñecas hemos trabajado con muchos grupos feministas fuertes en el país”, dice Cuevas, quien planea para el 2024 una iniciativa educativa que sumaría una materia desde la que se hable de inclusión, así como de todos los sectores vulnerados.

Y es que, señala, la violencia se aprende. Generar los espacios educativos disminuiría esa violencia, que es consecuencia, precisamente, de un aprendizaje.

La Casa de las Muñecas tienen programas de voluntariado desde los que la población civil puede ayudar con proyectos de capacitación. Los albergues reciben donaciones en especie y pueden ser ubicados en redes sociales e internet.

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