Miguel Alvarado
Metepec, México; primero de junio de 2021.
Lo más valioso que hay en Metepec es la tierra. Todos los espacios libres y que representen plusvalía han sido adquiridos, poco a poco, por centros comerciales y tiendas departamentales que han edificado otra ciudad en el territorio del que fuera hasta hace poco Pueblo Mágico porque ahí la alfarería encontró artesanos que por años han trabajado productos artesanales de calidad internacional.
Metepec es un municipio situado a 20 minutos de la capital del Estado de México, en el valle de Toluca, y es considerado junto con Monterrey, el municipio más desarrollado del país, lo cual es una verdad que se cumple para muy pocos.
Sus poco más de 100 fraccionamientos cuentan una historia de bonanza que atrajo a compradores de todas partes, y que tomaron posesión de un anillo periférico que poco a poco encerró al pueblo original. Adentro, en el centro de esta dona inmobiliaria que ha ido desarrollándose, se encuentran los pobladores originarios, pero en el anillo los enormes centros comerciales, los fraccionamientos de tipo medio y alto, así como interminables colonias populares conviven malamente en esa franja que sigue fraccionándose, que sigue vendiéndose a quien pueda pagar.
Porque en Metepec un metro cuadrado de tierra tiene un costo promedio de 2 mil 500 pesos, precio que varía de acuerdo al lugar en donde uno compre.
Pero quienes se han beneficiado con este auge de la tierra, aparejado con lo inmobiliario, son invisibles y no aparecen como parte de estas operaciones, realizadas a la vista de todos, aunque protegidas por la secrecía de los involucrados.
Metepec ha sido gobernado por todas las tendencias políticas y aunque ha probado las administraciones que se dicen de izquierda, no olvidó por un momento su vocación neoliberal, en el más estricto de los sentidos.
Actualmente es gobernado por Gabriela Gamboa, una alcaldesa cuyas raíces e ideología se encuentran en la ultraderecha concebidas por el Partido Acción Nacional del cual se desprendió para unirse al Movimiento de Regeneración Nacional, pues en el PAN no aceptaron que los condicionara. Una invitación o alianza con el líder del Grupo de Acción Política (GAP), Higinio Martínez, la llevó de facto a la candidatura por Metepec para la alcaldía.
Gamboa compite por segunda vez por la alcaldía. Su primera victoria la obtuvo en 2018, cuando venció al priista David López. Esa primera victoria apenas representó un esfuerzo para Gamboa, quien se sentó a gobernar apenas se cumplió el primer minuto del primero de enero de 2019.
Pero Gamboa, aunque ganó fácilmente, sobre todo por el llamado Efecto Obrador, y el hartazgo de la ciudadanía con el priismo, no lo hizo sola. Llegó apoyada por una serie de políticos y empresarios provenientes del norte de México, que inyectaron dinero o lo consiguieron, y armaron una especie de marketing en torno a la nueva alcaldesa con una finalidad primaria: hacerse de tierra para venderla después.
Lo primero que hicieron fue asegurarse de que los puestos clave en la administración que entraba quedaran en sus manos, y después, que desde ahí pudieran tener el control de procesos administrativos y financieros. Así comenzó a tomar forma el Grupo Aguascalientes, que después de tres años controla efectivamente la administración del ayuntamiento de Metepec.
Kevin, el subdirector de Catastro asesinado
Una de las estrategias que desplegó el Grupo Aguascalientes para controlar las oficinas más importantes de la presidencia municipal fue contratar a jovencitos que los habían apoyado durante las campañas y que no se encontraban preparados para asumir responsabilidades en áreas tan complicadas como lo son las subdirecciones de una municipalidad, pero a pesar de eso fueron colocados en las subdirecciones de Desarrollo Social, la propia Tesorería y el Comité de Adquisiciones.
Así sucedió con el joven Kevin Gabriel Garduño, quien de buenas a primeras se encontró despachando en la Subdirección de Catastro de Metepec. Sin embargo, la experiencia laboral de Garduño se limitaba a ondear las banderas de Morena cuando Gabriela Gamboa salía a las calles, a hacer campaña política. Él, en 2018, era un entusiasta brigadista que de inmediato aceptó la dirigencia en Catastro, una oficina que en México se encarga de censar los bienes inmuebles, pero además de calcular y oficializar el valor de cada uno de ellos, así como de conocer su situación legal, información que servirá para el cobro de impuestos y la formalización de operaciones de compra-venta que vayan ocurriendo.
A Kevin, un joven de no más de 25 años, le dijeron que a cambio solamente tenía que aceptar firmar algunos documentos, los cuales le serían acercados por el director de la dependencia. El trabajo real de ellos consistía en prestar su nombre y su firma para que otros resultaran beneficiados en transacciones de terrenos y bienes inmuebles realizados a espaldas de los verdaderos dueños. Otra de las obligaciones de estos jóvenes testaferros era crear empresas, las cuales se usarían para comprar y vender las tierras, que pasarían a manos de integrantes de los Grupo Aguascalientes.
Casi 60 días después de que el joven tomara posesión del cargo, un problema descomunal para él se le presentó en su oficina, cuando un hombre llamado Alfredo Espinoza Reza lo demandó por el delito de robo de propiedad ante la Fiscalía General de Justicia y el Tribunal de lo Contencioso Administrativo estatal. En esa demanda también estaban incluidos el tesorero municipal y el director de Catastro. La demanda, de acuerdo a medios de comunicación locales, fue llevada a la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción.
El fondo de esa demanda era que Kevin había lotificado un predio de 10 mil 175 metros cuadrados, ubicado en la colonia Agrícola Bella Vista de Metepec, e incluso lo había fraccionado. El dueño original mostró documentación en regla que lo acreditaba como propietario, así como los pagos de predial que había realizado desde 1956, incluida una escritura legalizada. Se dio cuenta del despojo cuando acudió a Catastro para solicitar un certificado de valor catastral que su terreno había sido dividido en dos partes y aparecía a nombre de otras personas.
Increpado, el subdirector Kevin no pudo dar explicación alguna y negó el acceso a información al quejoso, quien levantó entonces la demanda el 25 de febrero de 2019.
El 7 de marzo otro caso contra Kevin fue denunciado. La señora María Engracia Pineda Torres hizo público que Catastro se había negado a incorporar un inmueble ubicado en San Bartolomé Tlatelulco al padrón municipal, y que esa oficina le había cerrado las puertas sin explicación alguna.
El subdirector de Catastro de Metepec decidió entonces renunciar a su cargo, y también contar el público cómo funcionaban las operaciones que se realizaban en su dependencia, para intentar defenderse de esa manera. Además, planeaba decírselo a la alcaldesa Gabriela Gambo, como parte de un último acto de lealtad.
Todo lo anterior se lo narró a una amiga suya, que además trabajaba en Catastro, muy cercana a la Dirección General.
– Te apoyo- le dijo ella, después de escuchar al joven- pero no le digas a la alcaldesa lo que vas a hacer. Si se lo dices, vas a tener más problemas de los que ya tienes.
La secretaria no alcanzaría a presenciar el final de aquel lío, porque fue despedida poco después y se deslindó de las actividades de Catastro y la municipalidad, pero Kevin debía decidir los pasos que daría. Así, el 8 de marzo de 2019 concertó una cita con la alcaldesa Gamboa para hablar del tema. Quedaron de verse en el restorán La Forjadora, ubicado en el complejo comercial Town Square, a las 18:00 y ambos llegaron puntuales a la cita.
Testigos que trabajaban en ese entonces en el ayuntamiento de Metepec y que pasaron por el lugar vieron la camioneta de la alcaldesa aparcada en el estacionamiento de la plaza comercial, cerca de las 19:00, y vieron también el auto de los guardaespaldas, que aguardaba a que ella terminara.
Sin embargo, nadie sabe a qué hora Kevin y la alcaldesa dejaron el restorán. Nadie los vio partir.
El 9 de marzo, a las siete de la mañana, el cuerpo sin vida del subdirector de Catastro, Kevin Gabriel Garduño, fue hallado a espaldas del complejo comercial Town Square, cerca de una caja de tráiler, con un disparo en la cabeza, en el barrio de Coaxustenco, entre las calles de Miguel Hidalgo, Plan de Ayutla y avenida Solidaridad, muy cerca del fraccionamiento La Providencia. La filtración de fotos de la escena del crimen destapó la identidad del ejecutado, que no tardó en ser reconocido como el subdirector. Una de las imágenes muestra su cuerpo bocabajo, tirado sobre la banqueta y metido debajo de un tráiler. Otra de las gráficas lo muestra con sus lentes en la mano, la camisa roja cubierta de sangre en la parte del pecho.
Esa misma noche, narran vecinos, el edificio de Catastro fue vaciado por empleados del ayuntamiento, que en camiones se llevaron docenas de cajas con documentos. Al mismo tiempo, una serie de sustituciones y cambios de personal comenzaron a presentarse en esa instancia, sin una explicación aparente.
-La verdad es que nosotros vimos cómo se llevaban esas cajas repletas de papeles y cosas. No sabemos a dónde fueron a parar -señalan testigos presentes durante la “evacuación” de Catastro.
Ya muerto, a Kevin lo acusaron entonces de acoso sexual y las investigaciones trataron de ir por ese lado. El ayuntamiento de Metepec emitió un boletín oficial en el que se decía que el funcionario había perdido la vida “a manos de gente mezquina, que durante mucho tiempo ha encontrado su modus vivendi en el despojo y la estafa”. Lo calificó de responsable y honesto y aseguró después que “es claro que este tipo de ataques posiblemente continuará, pero con los lamentables hechos ocurridos el día viernes, los responsables sólo se están evidenciando”. Los argumentos, vertidos por Daniel Beltrán, director de Comunicación Social de aquel municipio, no mostraban fundamento alguno para sostener lo que afirmaban.
Los familiares del ejecutado señalaron por su lado que Kevin había recibido amenazas de muerte a su celular porque había denunciado actos de corrupción de administraciones anteriores, pero de eso nada se ha comprobado. La Fiscalía del Estado de México, que atrajo el caso, no ha informado nada desde entonces.
La estructura de los cuatro pilares de Gabriela Gamboa
Para la alcaldesa Gabriela Gamboa Sánchez fue muy fácil deslindarse del caso del funcionario asesinado. Lo hizo rápido y tajante, para ponerle fin a la historia en lo que a ella y a su gobierno respectaba. Tenía otras cosas en qué mantenerse ocupada, por ejemplo, en construir los grupos políticos que la ayudarían en la operación política y económica del ayuntamiento de Metepec. Consolidó a cuatro, uno de ellos relacionado de manera directa con Zinacantepec, otro con Aguascalientes y con operadores que trabajan en toda la república; y uno más que resultaba muy cercano, muy familiar.
El Grupo Aguascalientes
Una de las preocupaciones inmediatas de Gamboa, una vez asumido el poder municipal, fue hacer vínculos con funcionarios de Aguascalientes, ante quienes ya había sido presentada por su ex esposo, un ex diputado de Aguascalientes, Mario Guevara Palomino, quien además había sido delegado del Infonavit en aquella entidad. Con él, Gamboa había tenido un hijo, Santiago y si bien su separación no fue amistosa, con el tiempo los lazos se recompusieron, lo suficiente para que él le presentara a unos amigos. Estas personas trabajaban en una revista de Aguascalientes llamada Método Político, cuyo director general fue, por un tiempo, el toluqueño Diego Alfonso Torres Pérez, a quien se identifica como un experto en campañas electorales. Es a él, también, a quien se señala como jefe de las campañas negras en contra del empresario Fernando Flores, aspirante del triunvirato PRI-PAN-PRD en Metepec a la alcaldía y rival directo de Gamboa en los comicios de 2021. Esas campañas negras se publican, todavía, en el muro de facebook “PRIAN-demia Metepec”, donde se caricaturiza a Flores, cuyos simpatizantes, por su lado, tienen sus propios canales en redes sociales para criticar a Gamboa, como “No más Morena Metepec”, en Facebook.
Al mismo tiempo, Diego Torres fue el contacto entre Gamboa y la empresa Grupo Integral de Recolección y Reciclados de Occidente GIRRSA, a la que se le concesionó el servicio de basura en Metepec por 14 millones 610 mil 293 pesos, de acuerdo al contrato el contrato CIM/CPS/001/2019, del 4 de enero de 2019. Esa empresa es propiedad de Juan Carlos Castro Almaguer, un nayarita con aspiraciones de gobernador en aquella entidad. Torres estuvo a cargo de una fallida campaña publicitaria que intentaba llevar a otro nayarita, Jaime Cuevas, a la gubernatura de aquel estado.
Las incrustaciones que lograron los de Aguascalientes en el ayuntamiento de Metepec fueron visibles desde el principio e involucra también a una red de familias, porque matrimonios y parejas sentimentales han estado en cargos que se relacionan entre sí, o que tienen un cargo en la misteriosa revista Método Político (MP) y además en la empresa Método Training Center (MTC). Localizada en Metepec y con una página web prácticamente deshabilitada en la dirección metodopolítico.com, la revista, que apenas editó cinco números -uno de ellos dedicado a Gabriela Gamboa- era utilizada para que los proveedores y contratistas del ayuntamiento se anunciaran en ella.
Del operador de las campañas negras, Diego Alfonso Torres Pérez puede decirse que además es esposo de Marcela Romo Segovia, directora editorial de la mencionada revista, la cual es, en realidad, un pretexto para conjuntar a los de Aguascalientes.
Otro miembro de esta agrupación, la cual se ha convertido en el apoyo político y operativo de Gamboa durante el último trienio, es Carlos Rodrigo González Colín, secretario particular de la alcaldesa Gamboa, director general de MTC, representante legal de la revista MP.
Aparece también Julio Antonio Martínez Cerecero, subdirector de Gobierno en Metepec pero además encargado de Tecnologías Geoestadísticas en MTC, y colaborador en la revista MP.
Un miembro más del Grupo Aguascalientes es Jesús Durón Jiménez, responsable de Imagen y Video del ayuntamiento de Metepec y coordinador de diseño en la revista MP.
El director de Desarrollo Social del municipio, Miguel Ángel Juárez Frías, también pertenece a los de Aguascalientes. Fue ex pareja de Cristina Alejandra Velasco Valero y sostiene o sostuvo una relación con Montserrat Fonseca Serrano, jefa del departamento de Programas Municipales de aquel municipio.
Otros miembros del grupo son Cynthia Arlette de Lara Beas es jefa del Departamento Editorial de Metepec y pareja de Héctor Manuel Gutiérrez Soto, quien es subdirector de Fomento Cultural; Delia Alejandra Pérez Piña es subdirectora de Planeación Urbana y es esposa de Jesús Durón Jiménez. Ellos contrajeron nupcias en Aguascalientes y fueron de luna de miel a Punta Cana, en la República Dominicana.
Por su parte, Álvaro Romo Segovia es subdirector de Desarrollo Económico, colaborador en la revista MP. Es hermano de Marcela Romo Segovia, la coordinadora editorial de la revista MP, y de José Luis Romo Segovia, un colaborador de la misma publicación.
El grupo Zinacantepec
Esta cuña que se incrustó en el plan del equipo de Gabriela Gamboa está compuesto por Héctor Chavero Rolón, un ex director de Administración en Zinacantepec; por Francisco Aguilera Morales, tesorero municipal y antes subdirector de Ingresos, y por Olivia Martínez, quien se encargaba de la coordinación del Gabinete desde la administración de Gerardo Nava, detenido en 2021 por intento de homicidio y preso hasta ahora. Esos tres tienen a la fecha la encomienda de blindar en lo contable a Gamboa desde un grupo de contadores denominado Asesores y Consultores COPISA, que al mismo tiempo está inscrito en el registro de proveedores de aquel ayuntamiento. Además, colaboraban en la revista MP.
El grupo de Luis González Rivera
Este último puntal en el ayuntamiento de Metepec está formado por proveedores y familiares cercanos a la alcaldesa, y en él se puede mencionar, como su cabeza, a Luis González Rivera. Fue uno de los que viajaron a España con Gamboa, en marzo de 2020, de lo cual resultó un punto de contagio de coronavirus, de acuerdo a un reportaje del medio local The Observer.
En este grupo se encuentra la directora de Educación, Margarita González Rivera, hermana del mencionado proveedor Luis González Rivera. También está David Rivera Melgarejo, consejero jurídico municipal y sobrino de los dos anteriores. Se ubica a Ana Elena Hernández Briz, directora de Administración; Pilar Carbajal Téllez, directora de Obras Públicas; el sexto regidor Jorge Enrique Trujillo Gómez, quien es novio de Mariana Cabeza, la hija de la alcaldesa; está también Paulina Cabeza, la hija menor de Gabriela Gamboa, cuya pareja es un joven modelo llamado Alonso Hamín. Estos jóvenes forman parte de un grupo que viaja con frecuencia a vacacionar a Punta Cana, una playa de la República Dominicana.
Por otra parte se encuentra también Édgar Gamboa Sánchez, hermano de la presidenta municipal
El grupo de Mario Sandoval Silvera
A este hombre le dicen El Jefe y es un antiguo diputado federal panista. En las pasadas elecciones se encargó de buscar financiamiento, como coordinador de aquella primera campaña. También ha sido ex delegado de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y se le vincula al grupo de Luis Felipe Bravo Mena. Aunque nunca ha ocupado un cargo en el ayuntamiento de Gamboa, pudo poner a su hermano Luis Sandoval como tesorero municipal, así como a Héctor Alberto Chavero Rolón, integrante también del Grupo Zinacantepec, quien ayudó a Sandoval a colocar contratistas y proveedores aliados a la actual administración. En el Organismo Descentralizado de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento ubicó a Noé López Loyola y como director de Desarrollo Urbano logró colocar a Margarito Chicho Escobar.
Otros más financiaron la primera campaña de Gamboa, como Ublester Santiago, un empresario que cuenta con escuelas en la Ciudad de México, y que prestó hasta 10 millones de pesos a la alcaldesa. Además, financió una parte de los primeros meses de la presidenta en tanto llegaba el presupuesto, pero no fue considerado para hacer obra pública ni para ocupar cargo alguno y por eso rompieron relaciones.
El esquema de gobierno de Gamboa es abultado pero apenas complejo. Puede rastrearse desde los esquemas públicos del propio ayuntamiento y de la actividad que en su momento tuvo la revistas MP. El esquema apenas representa la punta de una montaña sumergida, la cual será explicada más adelante, así como las operaciones que se realizaron gracias a los organigramas elaborados. Hoy, Metepec asiste a los cierres de campaña de los aspirantes Flores, del PRI-PAN-PRD, y de Gamboa, a quienes miran con los mismos ojos porque en realidad se tratan de representantes de los mismos intereses que ya han gobernado el municipio.
Gane quien gane, ellos pierden.