Marco Antonio Rodríguez
Toluca, México; primero de noviembre de 2022.
Habría que tener más de 30, o alma de señor cuasiansiano, para conocer que “El muchacho de los ojos tristes” y “Corazón de poeta” -quizás en orden inverso- son canciones que catapultaron con éxito la carrera musical de Jeanette en el mercado mexicano de los años ochenta.
Sin embargo, y más allá de la trayectoria musical de la hispanobritánica, el tema que ocupa esta entrega es su participación en el álbum Ritual Chants, de Psychemagik, con la canción “L’Amour Joue Au Violon”.
El álbum, lanzado en 2016, ofrece un coctel de géneros musicales: electrónica, jazz, rap ,r&b y alternativa. Por ello el que incluyan a Jeanette en ese compendio es, sin temor a equivocarme, una grata sorpresa. El equilibrio de su voz dulce y maleable recrea un ambiente que aun sin sustancias psicotrópicas dentro de uno transportan sin escalas a los colores rojiverdes y morazules de la portada del material musical.
También a sus letras ondulantes que sobresalen en la misma proporción que la primera guitarra en orden de aparición. En los acordes chiclosos que hace sonar; el poderoso bajo y los violines artificiales que produce el teclado. En la calidad vocal y afinación medida de Jeanette; la dulce Jeanette que cantaba
“el muchacho de los ojos tristes
Ha encontrado al fin una razón
Para hacer que su mirada ría
Con mis besos y mi gran amor”
y hacía chicharrón los intestinos de quienes la escuchaban.
¡Recomendada!