7 julio, 2025

Línea 12: kilómetros de corrupción

Línea 12: kilómetros de corrupción

Miguel Alvarado

Toluca, México; 6 de mayo de 2021.

Florencia Serranía Soto es la actual directora del Sistema de Transporte Colectivo Metro, al cual dirige por segunda vez, pero también es dueña y cofundadora de una empresa con la que ha firmado contratos millonarios con gobiernos panistas, priistas, perredistas y ahora con la Federación está considerada para construir el Tren Maya o parte de ese proyecto.

En el Estado de México a Serranía no le ha ido nada mal. Y es que durante la administración del gobernador Eruviel Ávila logró facturar por lo menos 54 millones de pesos gracias a contratos relacionados con el transporte público. Uno de los contratos más elevados lo consiguió en las obras del Centro de Transferencia Modal (Cetram), el cual une al Mexibús Línea 2 con el tren suburbano en el valle de México. El reportero Alejandro León señalaba en diciembre de 2017 que la obra tendría un presupuesto original de 40 millones de pesos en 2016, en el gobirno de Eruviel Ávila, y Urban Travel había planteado el objetivo de “reducir el tiempo de conexión a 3 minutos por medios electromecánicos porque usuarios deberían recorrer más de 450 metros para hacer la conexión entre ambos medios de transporte”. Para 2018 la obra seguía sin terminar a pesar de que la fecha para entregarla se había fijado en 2018.

Otro pago millonario, este por 14 millones 994 mil 995 pesos de acuerdo a un contrato firmado el 11 de noviembre de 2016 por Ubaldo Juárez García, representante legal de Urban Travel Logistics y por Héctor Juan Sánchez Quintana, director general de Recursos Materiales del gobierno del Estado de México. Este documento tiene el número de control CS/ 97/ 2016, y se trató de una adjudicación directa presencial con el número ADP-085-2016, y con dictamen de adjudicación 254/ 2016.

La empresa de Serranía se comprometió a prestar un “servicio para el desarrollo, implementación y puesta en operación de las aplicaciones para el centro de control y gestión de la operación del transporte público del Estado de México”, cuya operación fue autorizada por la Coordinación de Informática de la Secretaría de Movilidad mexiquense.

Urban Travel Logistics se convirtió una vez más en proveedor de lujo para el gobierno

Se trataba, en otras palabras, del desarrollo de un sistema o padrón para el sector del transporte estatal, así como un programa de geolocalización de unidades, que las mostraba en un mapa y en una ruta determinada, que además podría usarse en dispositivos móviles.

A Florencia Serranía Soto, la directora del Metro, la han favorecido contratos de distintos gobiernos. Hasta Rafael Moreno Valle, cuando era gobernador de Puebla, le entregó a Serranía la operación del tren turístico Puebla-Cholula. El proyecto completo de ese tren consumió 113 mil millones de pesos y Serranía cobró parte de eso.

Serranía no era ninguna desconocida. Había sido jefa del Sistema de Transporte Colectivo, el Metro pues, cuando Andrés Manuel López Obrador, ahora presidente de México, era regente de la capital mexicana. Ellos coincidieron en sus respectivos cargos entre 2004 y 2006.

Hoy, Florencia Serranía es nuevamente la directora del Metro y su empresa, Urban Travel Logistics, de la cual es cofundadora y accionista al 98 por ciento, no sólo permanece abierta sino que está considerada para construir el tren Maya, un megaproyecto en el sur de México que afectará tierras y pueblos originarios, y que es defendido a ultranza por el gobierno federal, el cual sostiene que ese tren conectará a las comunidades y allegará el turismo. Punto aparte, se trata de un ambicioso programa que tiene años intentando conectar una ruta ferroviaria de transporte efectiva entre Estados Unidos, Canadá y México, contemplada desde los primeros tratados de Libre Comercio entre estos tres países.

El nombre de la empresa Urban Travel Logistics sale a la luz porque su cofundadora y dueña del 98 por ciento de las acciones, Florencia Serranía, ha sido señalada por lo menos de omisión en temas de mantenimiento por parte de los trabajadores del Metro que afectan a las 195 estaciones que componen la red del ferrocarril urbano en la Ciudad de México. Y eso tiene que ver de manera medular con el desplome, el 3 de abril de este año, de una trabe o ballena, que cayó cuando pasaba un convoy llevándose dos vagones al vacío, volvió a sacar a la luz a la directora Serranía, que es una gran y exitosa empresaria pero una gris y descuidada funcionaria pública.

A otros contratos millonarios pudo acceder Serranía, cuya cercanía con el peñismo se confirma gracias a los montos conseguidos. El periodista David, Martínez, en febrero de 2019, encontró que ella firmó cuatro grandes contratos: uno, con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en junio de 2018, con folio 2018-09-CE-D-021-Y-00-2018, para la “Integración de expedientes para llevar a cabo la escrituración de predios de propiedad privada a favor del gobierno federal de predios afectados por el derecho de vía del Paso Exprés”. Otro, en el estudio y proyecto ejecutivo de la estación de retorno del Mexibús Lechería, que comprende el proyecto arquitectónico, ingenierías y el diseño de la estrategia de conectividad de la estación del tren Suburbano Lechería, documento con folio 2016-15-CE-O-079-Y-00-2016, por el cual el gobierno federal peñista pagó 3 millones 999 mil 996 pesos. “Ya en marzo de ese mismo año, Urban Travel ganó el contrato de los trabajos para la liberación de del derecho de vía de la autopista de altas especificaciones Tuxpan-Tampico, tramos Tuxpan-Ozuluama, en el estado de Veracruz, en una longitud de seis kilómetros, en éste, la SCT se comprometió a pagar tres millones 96 mil 972 pesos”.

Urban Travel Logistics tiene una página web y en ella dice que “movemos personas, no vehículos”, pero se trata de una frase que quedará desde ahora como una de las ironías más siniestras en la gestión de Serranía al frente del Metro y que por lo pronto ha costado la vida de 25 personas.

La empresa de Serranía dice de sí misma que está “dedicada al análisis, diseño, implementación, operación y mantenimiento de soluciones integrales enfocadas a la movilidad”, y ha realizado proyectos como el “diseño e implementación de la operación del transporte del Mexipuerto Cuatro Caminos, Cd. Azteca y CETRAM Rosario. La estrategia de conectividad urbana en el Suburbano Lechería. La estrategia integral de movilidad y operación del transporte en CETRAM Tacubaya y un estudio de factibilidad para el desarrollo del Centra El Trébol en Guatemala”. Desde hace un año eliminaron su directorio, pero en 2016 el diario Central había encontrado el nombre de Serranía, quien aparecía en Urban como la directora general, especialista en desarrollo e innovación tecnológica, y autodefinida como “experta que hace el cambio” en lo que a corredores de transporte se refiere, lo cual quiere decir que se encarga de diseñar rutas para que circulen todo tipo de vehículos.

Las conexiones con el multimillonario Grupo Prodi

De Serranía su biografía pública dice muy poco. Ingeniera por la UNAM y después profesora ahí mismo, se doctoró en Ciencias por la Universidad de Londres. Ha sido directora de Planificación de la Secretaría de Transportes y Vialidad (Setravi).

Cómo ha conseguido que su empresa pueda competir por contratos millonarios y relacionarse con políticos de todas las tendencias es un misterio aún, pero la respuesta de tanto éxito puede radicar en que Urban Travel Logistics es también ubicada como subsidiaria de Grupo Prodi, una empresa de construcción y de renta de inmuebles propiedad de la familia Miguel Bejos, cuyo principal activo era que uno de sus miembros, José Miguel Bejos, era compañero de golf del ex presidente Peña Nieto. Esa familia se hizo famosa en el país por ser multimillonaria, pero también por las demandas y órdenes de aprehensión en su contra que entablaron entidades como Pemex y en general los gobiernos federales panistas. Con Peña en la presidencia, Prodi consiguió 283 millones de dólares en obras por parte del gobierno federal de Peña y también con Eruviel Ávila, en el Estado de México.

Algunos de los asociados de Florencia Serranía, como Yosafat Coca, participan en estudios y programas de movilidad, como sucede en la organización Ciudadanos con Visión, que presentó el programa “Acuerdos para la movilidad en la zona metropolitana del Valle de México”, que aglutinó, por ejemplo, a la Fundación Tláloc y organizaciones ciclistas en busca de espacios para el tránsito.

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