La toma violenta de las instalaciones de los SEIEM, esta semana, y la destrucción de ventanas, autos, computadoras y mobiliarios atrajo sobre los normalistas la atención pública. Decenas de denuncias en contra de ellos se reactivaron y fueron configurando un escenario que, aseguran padres de familia, profesores y egresados, se parece mucho al que presentaba Ayotzinapa en 2014.

Toluca, México; 17 de octubre de 2024

Miguel Alvarado: texto. Fotos: VCV

«No hay nadie aquí que esté en contra de su voluntad. Todos los que nos encontramos presentes estamos por una causa justa. No se ha privado a nadie de su voluntad, ni a los choferes que nos trajeron ni se ha atentado contra la integridad física de ninguna persona”, dijeron alumnos de la normal rural de Tenería al momento de declararse en huelga de hambre, en Metepec, hasta que los Servicios Educativos Integrados al Estado de México (SEIEM) y el gobierno estatal de la morenista Delfina Gómez cumplan con un pliego petitorio en el que exigen becas y mejoras presupuestales. Ayer, los estudiantes tomaron una docena de camiones de la línea Flecha Roja y los retuvieron en su escuela, como tradicionalmente se hace en el entorno de las normales, que han conseguido pactos con las empresas para que «les presten» las unidades y los choferes, que siempre son tratados de buena manera. Sin embargo, esta ocasión la propia línea camionera ha denunciado maltrato en contra de los operadores.

Tenería y su exigencia, que realiza cada año, ha desatado esta vez un conflicto atravesado por la reciente detención del ex director del plantel, Cenobio Fuentes, que esta semana fue ingresado al penal de Tenancingo acusado de obstruir a investigadores de la Fiscalía mexiquense que tratan de resolver el asesinato del aspirante Brayan Zarco, sucedido en esa escuela el 12 de julio de 2024.

La toma violenta de las instalaciones de los SEIEM, esta semana, y la destrucción de ventanas, autos, computadoras y mobiliarios atrajo sobre los normalistas la atención pública. Decenas de denuncias en contra de ellos se reactivaron y fueron configurando un escenario que, aseguran padres de familia, profesores y egresados, se parece mucho al que presentaba Ayotzinapa en 2014. Los denunciantes señalan que la escuela está controlada por infiltrados del narco y que un grupo de estudiantes y profesores aprovecha los presupuesto para beneficio personal.

En medio de esa crisis, Tenería decidió implementar una huelga de hambre, después de reunirse con autoridades del SEIEM en Metepec para intentar negociar el cumplimiento de sus exigencias. Además, reivindican sus acciones en favor de la sociedad desde la justificación de sus acciones.

-Hemos apoyado al pueblo de distintas maneras y agradecemos que nos hayan abierto las puertas de su comunidad para que realicemos actividades socioculturales, encuentros deportivos, exposiciones didácticas. La lucha no es contra del pueblo sino por la situación económica precaria, la pobreza, el analfabetismo y contra los personajes en el poder que no llegan a escuchar a los que les han dado el voto. Por eso nos encontramos manifestándonos- dice uno de los 200 alumno que llegaron esta mañana a Metepec y que instalaron sillas para que seis huelguistas comenzaran su protesta de hambre. Ya instalados, los estudiantes mostraron pancartas desde las que exigieron un alto al hostigamiento que dicen padecer y el respeto a los acuerdos que habían conseguido con el gobierno. También exigieron que se detenga el hostigamiento a trabajadores y profesores de la institución, en referencia a la detención de Cenobio Fuentes y a los señalamientos de corrupción por parte de un movimiento que intenta visibilizar lo que pasa en las entrañas de la normal.