Adriana Estefanía Millán Bernal: fotos y texto. Karen Colín: diseño.
Escuela Superior de Fotografía Lumière.
Toluca, México; 13 de marzo de 2022.
Un día te levantas. Haces tu día normal. De repente viene un pensamiento extraño a tu cabeza. Te pone un poco nerviosa. Ese pensamiento vuelve y vuelve. Es una situación que te desagrada y te incomoda que se esté repitiendo una y otra vez, pero seguro al día siguiente desaparecerá.
Estabas equivocada. Te levantas y lo primero que viene a tu cabeza es ese pensamiento. Te genera angustia sentir que si lo estás pensando constantemente pueda hacerse realidad. Te sientes optimista y vuelves a creer que tal vez hoy no desapareció, pero seguro mañana lo hará.
Te equivocas de nuevo. Ya has pasado meses con ese dolor en tu mente. Los pensamientos son distintos escenarios donde cometes actos que te horrorizan de distintas maneras, y que habiten en tu mente te hace sentir desorientada y cansada. Tienes repugnancia contigo misma. El terror, la repulsión y la culpa son lo único que puedes sentir desde el momento que abres los ojos, por lo que deseas desesperadamente la noche para acabar con ese tormento.
Nada te puede distraer. Una película interesante, un buen libro, una charla importante no los puedes disfrutar porque solamente hay una cosa en tu cabeza.
Comienzas a hacer distintas cosas para detener estos pensamientos porque debes asegurarte de que no son cosas verdaderas y que no pueden venir de ti.
No recuerdas ni siquiera cómo has buscado, pero has encontrado un blog en internet de hace unos 6 años. Te reconforta que el autor parece que entiende lo que estás atravesando y escribe sobre los pensamientos obsesivos y tabú por los que ha pasado. Aconseja: “no tratar de eliminar esos pensamientos, pero tampoco sobre-pensarlos, sólo dejar que pasen”, como una mosca molesta, que nunca acapararía tu completa atención.
Entre más enfrentas el miedo generado por los pensamientos, estos se van reduciendo y entre más te aceptas y te liberas de muchos juicios innecesarios, que tú misma te has hecho, empiezas a disfrutar cada momento del presente. Ahí es cuando el TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) pierde la fuerza en el cerebro y recuperas la calma que añorabas desde ese último día normal.
El TOC es una condición de la salud mental que se caracteriza por un patrón de pensamientos y miedos no deseados, involuntarios, irracionales, y repetitivos (obsesiones). Estas obsesiones generan mucha angustia en el paciente, quien se ve impulsado a realizar acciones repetitivas (compulsiones), en su intento por neutralizar las sensaciones desagradables asociadas a las obsesiones. Estas obsesiones y compulsiones interfieren en las actividades diarias y causan un gran sufrimiento emocional. Las obsesiones pueden abarcar muchas temáticas y las compulsiones pueden realizarse de manera física o mental.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 2.6% de la población mexicana padece TOC. Todos podemos tener pensamientos intrusivos, pero si no se quedan permanentemente en la mente no son obsesiones. Todos podemos hacer actos repetitivos por cuestiones de costumbres, aprendizaje, rutina o salud, pero si no generan un malestar incapacitante no son compulsiones.
En la actualidad, el tratamiento más eficaz para tratar el TOC es la Terapia de Exposición de Prevención de Respuesta, la cual debe ser llevada a cabo solamente por un especialista certificado.
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Adriana Millán es alumna de la Escuela Superior de Fotografía Lumière, en la cual ha aprendido a mirarse a sí misma, desde una cámara fotográfica. Este es su valiente proyecto autobiográfico en el que nos descubre el mundo de quienes padecen TOC.
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Instagram: steffgraffy
