20 noviembre, 2025

Usan algoritmos para no fallar en diagnósticos

Usan algoritmos para no fallar en diagnósticos

Miguel Alvarado

Ciudad de México; 17 de julio de 2021.

Para los médicos resulta fundamental el diagnóstico acertado de las enfermedades. Para hacerlo bien cuentan con diversas herramientas y técnicas, desde el uso de las manos, la palpación, hasta los estudios que implican la interpretación de imágenes en tercera dimensión. A pesar de que es posible fallar, un error, por mínimo que sea, puede costarle la vida al paciente y el descrédito al médico o equipo médico que lo trata, así como problemas legales para los involucrados.

El doctor Jared Castilla Martínez tiene 25 años y una de sus preocupaciones en el ámbito de la medicina es el correcto diagnóstico de la enfermedad. Todavía como estudiante, se dio cuenta de que había una gran problemática respecto de los diagnósticos, tanto en el alumnado como en el ámbito intrahospitalario. Identificó una alta tasa de mortalidad debido a negligencias médicas enfocadas al diagnóstico y eso le llamaba la atención. Así que se le ocurrió un método para combatir el fenómeno.

-Empezamos a desarrollar algoritmos enfocados al diagnóstico médico, a partir de un solo síntoma y se van subdividiendo hasta poder diagnosticar enfermedades que son muy frecuentes en la población, hasta enfermedades más raras- dice Castilla, quien apunta que esta investigación dio incluso para realizar un libro, “Medicina Diagnosta”, editado con la participación del Instituto Politécnico Nacional, que constó de diez capítulos con los síntomas que, consideraron, son los más frecuentes. “Medicina Diagnosta” se trata de un método que pueden utilizar los médicos y alcanzar un diagnóstico lo más certera y oportunamente posible.

Castilla es médico interno de pregrado y trabaja en el Hospital General de Zona 71 del Puerto de Veracruz y en la realización del método que propone se apoyó en especialistas de química bacteriológica y medicina interna, entre otras.

-Estuvimos trabajando con cefaleas y casos muy recientes, pero llevamos diagnosticados cinco de ellos con este método, lo cual nos llevará obtener una muestra significativa con el tiempo. Para empezar, uno necesita de la historia clínica y después se necesita la exploración. Hasta ahí, se trata del método que cualquier médico tendría. Pero nosotros, después de esto, enlistamos toda la gama de enfermedades que estuvieran relacionadas hasta ese momento, y poco a poco vamos desglosando qué procedimientos, qué métodos y qué análisis de laboratorios podemos requerir con ese paciente, con base en los datos ya recabados. Un especialista casi siempre diagnosticará algo relacionado con el campo de su trabajo. Un dolor de cabeza puede ser diagnosticado por un otorrino o un neurólogo, pero no nos damos a la tarea de englobar las especialidades en una sola, lo cual nos da la oportunidad de pensar en enfermedades que no son de nuestra área.

La meta que se busca es diagnosticar cualquier enfermedad. Es evidente que no hay un solo método que pueda sustituir la labor del médico, pero el catálogo de enfermedades ha crecido tanto que se ven buscar herramientas para mejorar la labor del médico.


-Médicos del IPN se han ido uniendo al conocer el trabajo y han realizado nuevos aportes en los algoritmos, pues se trata de un método en constante movimiento- dice Castilla, quien dice además que se busca la creación de una Sociedad de Medicina Diagnosta para el próximo año.

El libro “Medicina Diagnosta” ha salido ya a la luz, en 2019, y fue precisamente el IPN la institución que lo publicó, después de que una Junta de Academia lo aprobara. El libro ha generado dos respuestas, dice Castilla. La primera es que las nuevas generaciones de médicos lo ven como una gran herramienta. Por otro lado, médicos formados con cierta mentalidad tienen mucha resistencia a la introducción de tecnología en ámbitos que ellos trabajan de manera tradicional.

Castilla y sus colaboradores tardaron entre un año y medio y dos años en terminar el libro, el cual nació debido a la problemática que el propio Castillo experimentaba para realizar un diagnóstico psicomédico adecuado, “que es algo que no te enseñan en la escuela, y uno tiene que ir aprendiendo con la práctica. Entonces hicimos diez algoritmos y describimos cada una de las enfermedades. En cada una abarcamos diferentes puntos que nosotros consideramos importantes, como la definición, la etiología, factores de riesgo que pudieran desencadenar una enfermedad, un interrogatorio de una exploración física y finalmente los estudios clínicos”, dice el médico.

El resultado de todo ese trabajo se traduce en resultados de éxito. Por ejemplo, el algoritmo para la cefalea tiene 85 por ciento de eficacia, y se trabaja para eliminar las posibilidades de equivocación, lo cual sucederá con el tiempo y la experiencia acumulada.

Castilla comenzó a elaborar el libro cuando aún estudiaba el octavo semestre de la carrera. Tuvo que buscar asesoría con especialistas y aprender a coordinar a los participantes. Se enfrentó a situaciones editoriales y también al hecho de que no tenían experiencia para redactar. “Yo esperaba que fuera un proceso rápido, que fuera aprobado por todo el mundo, pero no fue así. Adaptarme y aceptar a quienes me decían que no o tenían posturas distintas no fue fácil. Ahora estoy satisfecho con el trabajo porque sirve”, señala Castilla, quien adelanta que se trabaja ya en un software o aplicación que el programa arroje listados de resultados.

Miguel Acuña, especialista en medicina interna, fue coautor de la obra, que tuvo hasta 9 colaboradores. El libro se ha presentado en circuitos especializados y es gratuito porque se encuentra en formato electrónico para que cualquiera acceda a él. Se trata de un libro médico destinada a médicos. En internet se encuentra disponible en este enlace. También se encuentra en la página de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía.

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