Miguel Alvarado
Toluca, México; 19 de mayo de 2020. Desde hace siete años, un cementerio de hospitales se fue gestando en el Estado de México, en donde al menos 9 obras de nosocomios quedaron sin terminar y sin uso desde la administración del ex gobernador priista Eruviel Ávila. Estos hospitales, que actualmente no sirven para nada, fueron detectados por el Sistema de Monitoreo de Infraestructura en Salud, y por ahora no cuentan con fechas probables de reactivación.
Pero aunque el Sistema federal de Monitoreo los ha clasificado como “obras nuevas” pero no es así. La mayoría son obras anunciadas y comenzadas en la administración del gobernador priista Eruviel Ávila Villegas, quien junto con su secretario de Salud, César Monge, dejó “una deuda superior a los 9 mil millones de pesos; además, infló la nómina con 3 mil 500 nuevas plazas y dejó un abasto de medicamento del 25%”, según datos de la reportera Veneranda Mendoza, derivados de la glosa del Primer Informe de Gobierno del actual mandatario mexiquense, Alfredo del Mazo. La nueva clasificación de “obra nueva” quiere decir, en realidad, que su construcción y equipamiento ha estado detenido por años y que así seguirán por un tiempo.
En esa lista aparecen once nosocomios, entre los que destacan el Hospital de la comunidad de San Francisco Coacalco, ubicado en ese municipio, el cual tiene un estatus de obra dada de baja, pero ya se había gastado en él 79.3 millones de pesos, aunque su costo total es de 289 millones 50 mil pesos. La construcción de este hospital fue suspendida por “falta de pago”. El monto autorizado para el equipamiento de este hospital era de 197 millones 380 mil pesos y se comenzó a construir en 2013.
El Hospital del municipio de Chicoloapan aparece en la misma situación: contratos suspendidos y con fechas de terminación inciertas. Su costo total es de 42 millones 440 mil pesos y fue comenzado en 2013.
El Instituto de Oncología, en Ecatepec, tiene un costo estimado en 675 millones 790 mil pesos solamente de equipamiento, y 442 millones de pesos en obras. También se encuentra en condiciones de suspendido, con un avance actual de 66 por ciento. Fue comenzado en 2016 y estaba destinado a beneficiar a poco más de 4 millones de personas.
Otra obra suspendida es el hospital de Cuautlalpan, en el municipio de Tepotzontlán, con un costo de 77 millones y medio de pesos. Lo mismo pasa con el hospital general de Valle Ceylán, suspendido y con un costo de obra de 539 millones 660 mil pesos. En Zinacantepec, el hospital de la comunidad tuvo un costo de 93 millones 160 mil pesos y su construcción comenzó en 2013. La obra de la comunidad de Zitlaltepec, en Zumpango, se encuentra en la misma situación, así como la de Santiago Acutzilapan, en el municipio de Atlacomulco. La primera costó 82.44 millones de pesos mientras que para la segunda se habían autorizado cerca de millones de pesos.