Toluca, México; 8 de septiembre de 2025
Miguel Alvarado
El contralmirante de la Marina Armada de México, relacionado con el caso de huachicoleo fiscal en las aduanas portuarias de México, Fernando Farías Laguna, ya fue detenido, aunque el gobierno federal de México asegura públicamente que se encuentra prófugo. Una fuente de la Secretaría de Marina del gobierno federal señala que la captura se realizó en Dos Bocas, Veracruz, y que la detención será dada a conocer próximamente a manera de “actualización” del caso en el que se ha involucrado a 14 personas, entre ellos mandos de la Marina, un juez, empresarios, civiles y funcionarios y ex funcionarios de distintos niveles. Hay cinco muertos en este caso, entre asesinatos y suicidios.
Además, esa misma fuente confirmó a este medio, la mañana de hoy, el suicidio de uno de los oficiales detenidos, el capitán Abraham Jeremías Pérez Ramírez, quien junto con el capitán Raúl Tavera González fueron señalados por el testigo protegido “Santos” de recibir entre 100 y 135 mil pesos por cada buque que permitieran descargar en la aduana portuaria de Tampico, Tamaulipas. El capitán Pérez Ramírez se suicidó en sus oficinas del puerto de Altamira, en Campeche. Él era titular de la Unidad de Protección Portuaria de Altamira, y fue denunciado por aceptar sobornos por el ex director de Aduanas de Tampico, Alejandro Torres Joaquín. Por la tarde, la SEMAR hacía públicas condolencias por la muerte de uno de sus elementos en Tamaulipas, pero evitó mencionar el nombre y las causas de ese deceso.
Fernando Farías y Laguna y su hermano, el vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna, detenido el2 de septiembre de este año, son la cara visible de un esquema de corrupción que ha cimbrado las entrañas de la Marina y del gobierno federal, y ha dejado al descubierto un entramado de corrupción que, entre otras direcciones, apunta al Estado de México, pues se señala también al ex director de Aduanas, Horacio Duarte, hoy secretario general de Gobierno en la administración de la morenista Delfina Gómez, aunque este funcionario ha desestimando las versiones que lo ligan señalado que se trata de “golpeteo político”. El huachicoleo fiscal representa un negocio de más de 170 mil millones de pesos al año y consiste en hacer pasar combustible como aceite, con lo cual se evitan algunos pagos de impuestos. El combustible que ha logrado descargarse bajo ese esquema debe venderse en el mercado negro, lo cual amplía las redes del delito porque implica almacenaje y traslados en todo el país sin que nadie reporte el ilícito, que sucede en las narices de la Marina y del gobierno federal.
“Santos” es un testigo protegido que fungió como director de la aduana de Tampico entre 2023 y 2025, y ahora revela a las autoridades detalles de la red de los hermanos Farías, y dijo que seis buques ingresaron hasta 14 veces al puerto de Tampico para descargar combustible de manera ilegal. “Santos” refiere que él mismo distribuyó entre los implicados hasta 25 millones de pesos. El cobraba hasta 300 mil pesos por buque, entre los cuales identificó a MTM Hamburg, Ardmore Chippewa, Ardmore MTM Dublin, Hansa Sealancer, Cosmic Glory y Torn Louise. Fueron dos años de operaciones.
“Santos” se abrió de la operación de huachicoleo después de una falsa alarma que su familia recibió acerca de que había sido secuestrado. En ese momento él tenía en su poder 30 millones de pesos. Entonces decidió entregarse y colaborar.
Duarte fue primero director de la Administración de Aduanas en el SAT, entre 2020 y 2021 y después director general de la Agencia Nacional de Aduanas, en 2022. De ahí pasó a dirigir la campaña electoral de Delfina Gómez.
Para el funcionario mexiquense esta vinculación no es nueva, pero se ha potenciado debido a las recientes detenciones y a la exhumación de un oficio que el ex secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval, habría girado para informar en 2022 al expresidente Andrés Manuel López Obrador, sobre actividades de narco, huachicol, contrabando, delincuencia organizada y encubrimiento, entre muchos otros delitos en las aduanas mexicanas. El general Sandoval había solicitado una investigación al Centro Nacional de Inteligencia que implicaba a funcionarios y militares de todos los niveles, así como a empresarios y otros civiles. A pesar de eso, nada se hizo. Incluso en 2019 mandos de la Marina habían denunciado el robo del combustible ante la SEMAR, pero nadie les hizo caso y así pudo establecerse un cártel de huachicol dentro de la propia Marina encabezado por los hermanos Farías Laguna, que además son sobrinos del ex secretario de la SEMAR, José Rafael Ojeda Guzmán, por parte de su esposa. En 2020, la organización Mexicanos contra la corrupción documentó que el grupo criminal de La Barredora, dirigido por Hernán Bermúdez, controlaba una planta refinadora clandestina en Veracruz.
-Casi desde el inicio de la gestión de Ojeda se supo en la SEMAR que quienes hacían negocios al amparo de ese secretario eran los sobrinos. En los seis años en que Ojeda fue titular, los sobrinos fueron beneficiados con dos ascensos, algo casi imposible de lograr en circunstancias normales. Y entonces fueron ellos los que se encargaron de decidir quiénes serían promovidos porque para eso comenzaron a cobrar- señala una fuente de la Marina, de la que se ha guardado el anonimato.
En efecto, los hermanos Farías cobraban los ascensos en un millón de pesos, lo cual tenía efectos favorables para ellos. Como ninguno de los marinos interesados podía pagar esa cantidad, entonces los Farías les decían que los ubicarían en un cargo o dependencia desde donde podrían pagarles y además llevarse dinero. Así era como enganchaban a oficiales como el fallecido capitán Pérez Ramírez, o el contralmirante Fernando Rubén Guerrero Alcántar, asesinado el 8 de noviembre de 224 en Manzanillo, Colima. De él circuló en su momento una foto en redes sociales, en donde se mostraba la camioneta que tripulaba estacionada, la puerta abierta y la silueta de alguien abatido en el asiento del conductor. Era Guerrero, que presuntamente había sido cambiado de adscripción y se tomaba unos días de descanso en Colima, junto con su familia. Había sido ex director general de Recaudación de Aduanas y habría sido inducido a participar en los operativos de huachicoleo. Después de un tiempo, al intentar salirse, habría sido asesinado por ese motivo y porque denunció operaciones irregulares. Ahora la Fiscalía sigue una línea de investigación que implicaría esa ejecución.
Una investigación del periodista Abel Barajas también confirma esta versión, e indica que e 14 de junio de 2024 el contralmirante Guerrero denunció por medio de una carta, dirigida al exsecretario Ojeda, que sus sobrinos los Farías “incidía en las designaciones de marinos en las distintas aduanas para mantener operaciones delictivas”. El periodista Barajas indica que los Farías lograron descargar hasta 31 buques huachicoles.
Esas operaciones, sin embargo, no habrían podido concretarse sin el apoyo del exsecretario Ojeda, que por lo menos encubrió a sus sobrinos y además influyó en la designación del almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, que encabeza la SEMAR desde el 1 de octubre de 2024, ya en la administración de la presidenta morenista Claudia Sheinbaum. Morales había sido elegido para que “cubriera” las espaldas de los Farías y la relación de parentesco con el exsecretario Ojeda, pero las exigencias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de combatir al narcotráfico y a la corrupción en México, cambiaron el panorama. La visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, a México, el 3 de septiembre de este año, terminó por decidí la entrega de los Farías y el desmantelamiento del cártel de huachicol incrustado en el corazón de la Marina. La reunión privada con la presidenta Sheinabum fue para tratar los temas del nuevo Poder Judicial, el combate al narco en México, la renegociación del Tratado de Libre Comercio, las aduanas y la presencia de la Armada de Estados Unidos en los límites oceánicos de México, lo cual acrecienta la presión para aceptar una “colaboración” militar en el combate al crimen organizado.
La presencia de Rubio marcó un énfasis distinto al decomiso de los 10 millones de litros de combustible huachicoleado, realizado el 19 de marzo de 2025 y profundizó en las exigencias acerca de entregar funcionarios en activo a Estados Unidos que estuvieran relacionados con delitos, o que por lo menos los detuvieran. También entregó algunos datos obtenidos de los sobrevuelos de drones militares por las sierras de México, como la de Nanchititla, en el Edomex. Una vez terminada la visita de Rubio, se desataron las detenciones en la Marina.
-Pero el principal problema no es el cártel enquistado en la Marina. Si el gobierno federal de verdad quiere llegar al fondo de esa corrupción deberá investigar las líneas que remiten al senador Adán Augusto López y a Andrés Manuel López Beltrán porque los Farías están implicados en transacciones comerciales con ellos en torno a los proyectos ferroviarios en el sureste del país- señala la fuente de Marina.
Todavía faltan por investigarse y relacionarse el asesinato de Sergio Carmona Angulo, conocido como el Rey del huachicol, y que estaba relacionado con Rodolfo González Valderrama, superdelegado de AMLO en Tamaulipas; con José Ramón Gómez Leal, dirigente de Morena en Tamaulipas; Erasmo González, ex diputado federal; con el exsenador Américo Villarreal, con el edil de Ciudad Victoria, Eduardo Gattás, y con Carmen Lilia Canturosas, alcaldesa de Nuevo Laredo en Tamaulipas.
Carmona, que era un empresario que financiaba campañas de la Cuarta Transformación, estaba relacionado con el contrabando de combustible y tenía nexos con los cárteles del Noreste y del Golfo. Fue asesinado el 22 de noviembre de 2021 en San Pedro Garza García, un municipio complicado de Nuevo León, poco después de que la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) se contactara con él. El lugar de influencia de Carmona era, precisamente, Tamaulipas. José Ramón Gómez Leal habría sido un contacto entre Carmona y Andrés Manuel López Beltrán
Otro asesinato relacionado con los huachicoles es el de Magaly Janet Nava Ramos, agente de la FGR en Colima. Esto sucedió el 22 de octubre de 2024 en Manzanillo, Colima. Ella era Auxiliar B y de acuerdo con la Fiscalía federal su caso está relacionado con la ejecución del contralmirante Guerrero, quien en todo momento informó de su paradero exacto a la propia Marina.
El caso de Horacio Duarte
El 13 de mayo de 2024 el tabasqueño Carlos Narváez Romero era asesinado cuando regresaba de dejar en la escuela a su hijo. Iba en un scooter y había llegado ya a su domicilio, ubicado en Lago Iseo, en Polanco, en la Ciudad de México. Narváez pertenecía a la entelequia denominada Grupo Tabasco, que agrupa a políticos y empresarios como el senador Adán Augusto López y había sido impulsado en 2022 para ocupar la titularidad de la Agencia Nacional de Aduanas, la misma que ocupara Horacio Duarte. Los asesinos de Narváez iban en moto y sus disparos acertaron en la cabeza del también empresario.
Narváez había trabajado ya en el sistema aduanal como director de Procedimientos y Evaluación de Aduanas, y era sobrino del ex director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, hoy director general del Infonavit. Además, la familia de Narváez estaba relacionada de manera profunda con el expresidente y con los hijos del mismo.
El asesinado había laborado con Duarte y luego con Rafael Mollinedo, el relevo del propio Duarte en 2022 y que coordinaba el Corredor Transístmico. Mollinedo renunció en junio de 2023 debido a amenazas de muerte provenientes de la mafia huachicolera que aún controla las aduanas. La ejecución de Narváez fue terrible para su círculo cercano de amigos, socios y colaboradores, que lo identificaban como el operador de confianza de Duarte.
Fuentes periodísticas señalaron en su momento una relación del ejecutado con Sergio Carmona, un empresario que controlaba el huachicoleo de la aduana de Reynosa, también en Tamaulipas. Narváez habría sido su operador en temas de cobros, junto con Juan Carlos Madero y el hijo Juana Reyna, una ex diputada de Morena vinculada con el ahora secretario de Gobierno del Estado de México.
A Duarte el lío del huachicol fiscal y las aduanas le llega en el momento en el que el gobierno de Delfina Gómez es cuestionado por los resultados de afiliación obtenidos, así como por los números del combate al narco y el panorama real que implica la presencia sempiterna de la Familia Michoacana en el sur de la entidad, su influencia en gobiernos locales y la incapacidad para detener a sus líderes, los hermanos Jhonny y Alfredo Hurtado Olascoaga, declarados terroristas por el gobierno de Trump por el trasiego de fentanilo que llevan a cabo a aquel país. Los cuestionamientos a la gobernadora han generado un movimiento soterrado, impulsado por grupo políticos, que tratan de imponer al mismo Duarte en el poder, un movimiento que podría suceder antes de que termine el año.
Resulta impensable que el director de Aduanas no supiera de las operaciones de huachicol que se llevaban a cabo, y lo mismo sucede con el exsecretario de Marina, José Rafael Ojeda Guzmán. Por Duarte nadie ha salido a exculparlo pero por Ojeda ya lo hicieron el propio Alejandro Gertz Manero y el secretario federal de Seguridad, quienes destacaron “el compromiso del militar” con la dependencia. Nada más alejado de lo que sucede ahí.
El 10 de enero de 2021, Ojeda acudió a Manzanillo, junto con el expresidente López Obrador, a una conferencia desde la que el mandatario anunciaba que sería la Marina la encargada de los puertos y aduanas porque sólo sus adscritos podían resistir las presiones de la delincuencia organizada y que por eso se requería de la Armada. “Ahora hay más vigilancia, más apoyo de las fuerzas armadas y por eso estamos seguros, vamos a evitar la enteada de drogas […] es un asunto de seguridad nacional”, dijo AMLO en ese entonces. Ojeda lo miró durante todo el discurso con ojos de profundo agradecimiento.