24 enero, 2025

Ayotzinapa: preguntas para los responsables 

Ayotzinapa: preguntas para los responsables 

AYOTZI

“Perdono al que roba y al que mata, pero al que traiciona, jamás”

Emiliano Zapata

Eduardo Moreno

Ciudad de México; 14 de agosto de 2024

A partir de hoy, serán 43 los días que faltan para conmemorar el décimo aniversario de la tragedia de Ayotzinapa. Soy egresado de la escuela normal rural Raúl Isidro Burgos. Pertenezco a la generación del 2014 y me tocó vivir las desapariciones de los 43 compañeros en Iguala, así como los asesinatos de tres alumnos, sucedidos en esa ciudad, el 26 y 27 de septiembre de ese año. Fui testigo de los hechos que originaron esta tragedia y de la violencia posterior desatadas contra nuestra escuela y sus integrantes. Esas historias las he narrado públicamente como alumno, como partícipe de los movimientos de resistencia y de búsqueda de justicia, y también como ciudadano, que ha visto cómo el actual gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha incumplido la promesa de resolver los crímenes cometidos contra Ayotzinapa. Más aún, se ha vuelto cómplice de los culpables al proteger al ejército mexicano e invisibilizar la responsabilidad de las mineras canadienses que trabajan en la región de Cocula y Mezcala, entre otras acciones impulsadas. ¿Dónde quedó la palabra de AMLO, comprometido a resolver el caso? Tristemente, resultó ser un títere más de los poderes fácticos del país, como lo son los militares y los empresarios. Al pueblo le ha dado dinero, pero no resultados ni seguridad. En cambio, el presidente defiende al ejército por encima de cualquier situación y prefiere protegerlo que hacer algo por las familias afectadas. 

El incumplimiento de la llamada Cuarta Transformación no sólo se circunscribe a la situación de Ayotzinapa, sino al país en general, donde no hay paz ni seguridad, rubros en los que no se ha registrado ningún cambio sensible, aunque sí se han profundizado los problemas que se arrastran desde los sexenios anteriores.

En Guerrero, la entidad donde yo nací, gobierna esa misma Cuarta Transformación representada por Evelyn Salgado Pineda. A raíz de que ella tomó posesión, nuestro territorio experimentó un incremento en la violencia. La actual gobernadora no hace un mínimo intento por detener a los grupos criminales o por lo menos por llegar a acuerdos para impedir la violencia, que para estas fechas ha rebasado todo nivel de salvajismo experimentado antes. En este momento, Guerrero es una tierra sin dueño y así seguirá si las autoridades no intervienen decididamente.

Por otra parte, insisto en remarcar la responsabilidad de uno de nuestros compañeros de aquel 2014, Omar García, quien hoy es diputado federal plurinominal por Morena y que en realidad se llama Manuel Vázquez Arellano. Es señalado por muchos de nosotros, así como por padres de los compañeros desaparecidos y asesinados, como un infiltrado en la normal que manipuló a la cúpula estudiantil y dio la orden para que los compañeros de primer año de aquel 2014 salieran rumbo a Iguala, cuando sabía que era una ciudad prohibida para nosotros debido a las amenazas de muerte que el cártel de los Guerreros Unidos nos había lanzado en 2013. 

Al diputado se le imputa una añeja relación con grupos criminales en la región de Tixtla y desde que él entró a la normal, los estudiantes que estábamos ahí atestiguamos una creciente ola de asesinatos relacionados con la comunidad estudiantil. Desde su diputación, Manuel Vázquez Arellano ha hecho realmente poco por su circunscripción y más bien se ha encargado de cumplir los sueños que de joven tuvo: ser importante y tener poder. Lo ha conseguido. El diputado cree que sus pactos con el gobierno lo han salvado de la justicia, pero quienes lo señalamos queremos que responda por la desaparición de los 43 y el asesinato de nuestros compañeros.

Quiero preguntarle al diputado Vázquez Arellano cómo se conducirá cuando se encuentre con Omar García Harfuch, próximo secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México, y que ha sido relacionado con el caso de Ayotzinapa por las investigaciones de la Comisión para la Verdad (Covaj). ¿Con qué circo nos va a salir ahora? ¿O va a decir lo mismo que su cómplice, David Flores Maldonado, el ex secretario general de Ayotzinapa en 2014, cuando obtuvo su plaza como funcionario? Flores Maldonado, mejor conocido como el Parka, dijo a los representantes del gobierno que “si antes nos veíamos como enemigos, ahora buscamos la forma de tener una gran relación”. Respecto de la Covaj, me pregunto qué pasará con ella ahora que el presidente termina su sexenio. ¿Seguirá como hasta ahora se ha comportado, como un instrumento de la Presidencia y de los militares?

Con Harfuch ahora en el mismo equipo, el diputado tendrá que cerrar todavía más la boca respecto de la participación que el funcionario tuvo en Ayotzinapa. Harfush podría revelar a la opinión pública quién es en realidad nuestro ex compañero, a quien se le conocía con el sobrenombre de El Eterno en la normal.

Durante la campaña electoral de Delfina Gómez, candidata por Morena en el Estado de México, el diputado Vázquez Arellano acudió a un mitin realizado en San Pablo Autopan, en Toluca, en el año 2023. Ahí me rodeó apoyado por sus ayudantes y profirió amenazar en contra de la familia Mondragón Fontes, a la cual pertenece nuestro compañero Julio César, asesinado en Iguala ese 26 de septiembre de 2014. Todavía, cínicamente, me dijo que “no quería tener problemas con nadie”. El diputado ya no se acuerda que la noche de Iguala, mientras nuestros compañeros eran asesinados, él le marcó a alguien para decirle que “ése no era el trato”. ¿A quién le marcaría el legislador? ¿Sabe de esto el funcionario García Harfuch? Si al diputado de verdad le interesara la normal, habría impulsado una ley que tipificara la tortura, pero no lo hizo.

Mientras el pacto de silencio que pesa sobre los familiares de los desaparecidos y los alumnos de la escuela no se rompa, mientras no salga a la luz lo que en realidad esconde Ayotzinapa, las cosas van a seguir igual. 

Esperemos que Claudia Sheinbaum pueda articular una investigación mejor que la de AMLO, y como decía el diputado Vázquez Arellano cuando era estudiante, “que caiga quien tenga que caer”. ¿Podrá contarse con la colaboración y apertura de la presidenta electa para corregir los errores que contiene la nueva verdad histórica que armó AMLO o dará carpetazo a las indagatorias y cerrará toda posibilidad de conocer la verdad? Esperemos que actúe con ética y compromiso social.

No debe olvidarse que el gobierno federal ha habilitado como interlocutor con Ayotzinapa a Felipe de la Cruz, pero los padres de los desaparecidos han rechazado ese nombramiento unilateral porque De la Cruz ha intentado lucrar políticamente con la desgracia de los 43 y ha buscado cargos políticos a partir de la tragedia. Él es padre de Ángel de la Cruz, uno de los jóvenes que encabezaron aquel viaje a Iguala, simpatizante del grupo del diputado Vázquez Arellano. Ángel impuso su condición de superior a los alumnos de primero, cuando estos, en la terminal de Iguala, le dijeron que era mejor salir de ahí. “¡Por mis güevos nos quedamos!”, les respondió Ángel, que hoy es profesor en Acapulco. 

El caso de Julio César Mondragón Fontes no ha avanzado un ápice desde que comenzó a investigarse y se le ha negado información a su familia aduciendo que no está inscrita en las instancias correspondientes. Pero eso es falso. ¿Cuál será entonces la postura de AMLO ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre este tema, ahora que esa instancia se pronuncie?

Desafortunadamente, Morena es otro partido más en el poder, es el PRI encarnado en color guinda que a cambio de capital político perdona cualquier tipo de delito o pasado criminal. Ayotzinapa, como no apoya a Morena -ni a ningún otro partido- ahora es el enemigo.

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