Toluca, México; 30 de noviembre de 2025
Luis Palma/ Escuela Superior de Fotografía Lumière
Si pensamos en la palabra albañil, ¿qué imagen tenemos? ¿Cómo es esa persona que imaginamos? ¿En qué lugar se encuentra? Difícilmente podemos disociar a un constructor de un medio distinto al lugar comúnmente conocido como “la obra”, un espacio sucio, terrible, fiero, peligroso.
Y no se equivocan, la obra es eso y mucho más, es todo lo que no vemos hasta que estamos delante de un edificio terminado, pulcro, funcional, bello, al fin y al cabo. Los constructores transforman todo lo horrendo que es su espacio de trabajo para, al final, entregarnos el espacio que habitamos.


Acercar al observador al territorio de la construcción en proceso es el objetivo de este ensayo. Acercar a ese profesionista habitualmente desprestigiado por la sociedad debido a su apariencia o por la suciedad que habitualmente le rodea. Pensaríamos que estas personas no conocen la belleza por la índole de su propio trabajo, pero yo quiero contribuir a cambiar esa perspectiva, mostrar que allí donde otros ven tierra y lodo, cemento, pintura, escombros, ahí también hay belleza. La hay porque al final ellos mismos trabajan para alcanzarla en esos edificios maravillosos, en el blanco marmoleado de un piso, en la sombra de una pérgola. Donde hay algo bello hay que poner la mirada y hay que evidenciar que está ahí.
Para darle forma a este proyecto usé el formato cuadrado desde el inicio. Es común en el argot de la construcción decir que las casas son “cuadradas”, que la distribución de los espacios es solo “cuadritos pegados”. Utilizamos la palabra “cuadrar” para referirnos a hacer que coincidan los espacios entre sí. Usamos una “escuadra” para trazar un espacio y garantizar que no esté torcido, en fin, el uso del cuadrado en la construcción es indispensable así que quise apegarme a ese discurso.

Por otra parte, el uso del blanco y negro se justifica además por el uso común de la lengua, una casa sin acabados, sin siquiera techumbre es una “obra negra”. En cambio, una construcción a medias, con todas sus partes hechas, pero sin yeso o pintura es una “obra gris” y finalmente una casa terminada del todo, pero sin habitar, es llamada “obra blanca”.
Usé todos los planos fotográficos para evidenciar el proceso del descenso y el auge de una construcción. Primero vemos hacia abajo, en la cimentación. Después al nivel de piso, cuando se trabaja al interior de la vivienda, y finalmente hacia arriba, cuando se terminan los últimos detalles de la planta final.


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