16 enero, 2025

¿Perdió Heard?

Fernanda García

Toluca, México; 1 de junio de 2022.

Durante los últimos dos meses la atención de millones se ha centrado en el juicio de difamación que entabló el actor Johnny Deep contra su ex esposa, Amber Heard, pues ella -hace seis años- lo acusó de violencia doméstica y sexual en columnas que escribió para el Post.

El tema está lleno de extremos. Hay quienes defienden al intérprete del Joven Manos de Tijera simplemente porque Amber -quizás- exageró algunas agresiones. También hay quienes defienden a la actriz, acusando a Deep de no ser menos que un monstruo porque es hombre y sólo ellos violentan (¿?).

No defiendo ni acuso a nadie, no me interesa porque me parece una pérdida de tiempo estar el pendiente de un juicio que opaca lo que pasa en Ucrania, en África, en Siria, en México, en el resto de Latinoamérica, donde realmente debería estar la lupa de la opinión pública. Y no es que me dé golpes de pecho, cada quien invierte su tiempo como quiere, yo veo películas malas, comedias románticas para ser exactos, el amor romántico es adictivo y estoy en recuperación. El tema que hoy me lleva a escribir es que no sólo perdió Heard, sino también el de los avances en la visibilización de la violencia doméstica.

Ellos también la sufren, me queda claro. Y es que tan sólo en Toluca hay 23 hombres que ya son atendidos por romper el silencio y denunciar a sus esposas. A uno de ellos le rompieron la mandíbula con una sartén, pero defenderlos a ellos y decir que es lo mismo que el caso de un sujeto que consumía drogas como si fueran agua, que también era violento -aunque nunca sabremos si las proporciones descritas por Amber Heard eran las precisas-, simplemente me parece una correlación espuria.

Los hombres también son víctimas del patriarcado, de la cultura machista que les permite sólo identificar tres emociones: enojo, felicidad y vergüenza. Que Deep haya dicho que fue víctima quizás empodere a otros que lo son sin haber ocupado el lugar de victimarios -ojalá- pero no significa que él encaje en la descripción.

No soy juez ni parte, ni me interesó el veredicto que fue televisado en tiempo real alrededor del globo, la opinión pública lo favorecía por “valiente” cuando la relación entre ambos actores de Hollywood -por lo que se ventiló- fue destructiva por iniciativa de los dos. Hoy retomo el tema por la coyuntura.

Reitero: el patriarcado tiene víctimas varones, mujeres aliadas, es una enfermedad social que debe ser derrocada y enterrada. La violencia machista se sufre desde la infancia y ellos no escapan. Y por ello me cuestiono: ¿perdió Amber Heard? No sólo ella si no terminamos con la constante idea de que podemos violentar si alguien nos violenta, si no aprendemos a identificar a las víctimas reales, si no sabemos ser red de apoyo, si no aprendemos a mirarnos en el espejo de esa pareja famosa y tóxica y reconocer nuestros propios demonios, combatirlos, domarlos.

Entonces, ¿perdió Heard?

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