Miguel Alvarado
Toluca, México; 5 de febrero de 2020. La llegada del Cártel de Jalisco Nueva Generación al sur del Estado de México ha desatado una serie de ejecuciones desde noviembre de 2019 que llevan la impronta de esa organización.
La última acción fue la difusión de un video en el que el CJNG anuncia limpia de sicarios de la Familia Michoacana (FM) y de sus aliados. El video fue reforzado por la aparición de una manta colgada en un puente vial, en Tenango del Valle, a 40 minutos de la capital mexiquense.
Lo que parecía una guerra que no traspasaría los límites de Toluca, llegó en la forma de una moto y dos sicarios, los cuales ejecutaron a cuatro personas en un lote de autos, todos provenientes de Tejupilco, del sur mexiquense, el 2 de febrero. Poco antes, un hombre proveniente de Luvianos fue baleado en un centro comercial, también de Metepec, pero los asesinos fallaron
La Familia Michoacana (FM) ha estado en el sur mexiquense por más de 20 años. La tierra narca del Estado de México es parte de una región conformada por poblaciones como Huetamo, Tuzantla y hasta Zitácuaro en Michoacán; y y Teloloapan, Arcelia y Zirándaro, en Guerrero. Las operaciones de la FM llegaron en un tiempo hasta Puente de Ixtla y Jojutla, en Morelos; y en el Edoméx, controlaron 13 municipios del sur, además de un corredor de trasiego que pasaba por Zumpahuacán, Ixtapan de la Sal, Tenancingo y Tenango.
Las redes de las actividades del narco llegaron a Metepec y Toluca hace años, y estos municipios se convirtieron en sede de reuniones entre jefes y víctimas, como demostraron los encuentros documentados entre Salomón Pineda, padre de la primera dama de Iguala, María de los Ángeles Pineda y líderes de la Familia Michoacana como el Pony, José María Chávez Magaña, presunto hijo de Joaquín el Chapo Guzmán, el 28 de mayo de 2013 en un restorán de Plaza Sendero.
El Pony fue capturado el 2 de julio de 2014 pero un año antes había intentado arrebatar Iguala de las garras de los Pineda, a quienes les pidió además 10 millones de dólares. Esa historia terminó en tragedia cuando la madre de la dama de Iguala fue secuestrada. Estas son apenas historias recientes, pues la llegada del narco a Metepec coincide con la apertura del penal federal de La Palma, muy cerca, en Almoloya de Juárez, en noviembre de 1991. Narcotraficantes, homicidas y delincuentes de fama negra fueron ubicados a las puertas de Toluca y los familiares de estos, siguiéndolos, eligieron Metepec para vivir.
El boom inmobiliario que transformó al municipio tiene un origen narco porque fueron esas familias las que construyeron los fraccionamientos de lujo de la época. Después, por inercia, casi, fueron levantadas plazas comerciales y otras empresas se asentaron por igual.
La captura del Pony Magaña catapultó el ascenso de Johnny Hurtado, El Fish o El Señor Pez, en el liderazgo de La Familia, cuya historia está repleta de sangre y disputas territoriales que incluyen a Taxco e Iguala y combates contra los Rojos en Morelos, contra Guerreros Unidos en Guerrero, contra los Viagras en Michoacán y contra Zetas, Pelones y Marranos en el Estado de México.
Liderada por El Fish, la Familia Michoacana ha sobrevivido gracias a la alianza lograda con soldados infiltrados destacamentados en el 52 Batallón de Infantería, asentado en San Miguel Ixtapa, Tejupilco, los cuales brindaron protección en 2014 a los jefes de la Familia cuando escapaban del asedio de la Marina, a la cual se enfrentaron y lograron evadir.
La participación de la Familia Michoacana en otro tipo de industrias como la extractiva asentó por un tiempo el poder de la FM gracias a la relación que estableció con el empresario argentino Carlos Ahumada, a quien declaraciones del narcotraficante Sidronio Casarrubias, de Guerreros Unidos en el marco de la investigación sobre los 43 de Ayotzinapa, ubican como extractor de oro y uranio en las minas de Campo Morado, enclavadas en el Cinturón de Oro de Guerrero.
El corredor de trasiego entre Iguala y Toluca fue controlado por Guerreros Unidos hasta 2014, pues se trataba del único camino libre hacia la ciudad de México. Usaban ese corredor para llegar a Toluca y Metepec y sobre todo en el segundo municipio desplegaron una red de operaciones destinadas a controlar la plaza de Iguala.
Hace seis años, la extinta Procuraduría documentó que algunos de los hermanos Casarrubias vivían en Metepec, donde compraron propiedades y planeaban abrir negocios, entre ellos autolavados, copiando el mismo mecanismo que la banda de los Peques o los Tilos implementó en Iguala. Ellos, informantes y jefes locales del narco en esa ciudad, trabajaban para quien les pagara por sus servicios. Los hermanos Casarrubias utilizaban la Torre Zero, ubicada en la avenida Benito Juárez, cerca del Club de Golf San Carlos. Enviaban a a Raúl Núñez Salgado, el Camperra, contador de los GU a pagar las nóminas que mantenían en el valle de Toluca. Fue desde Toluca, dice una versión de la PGR, que salió la orden de atacar a los normalistas en Iguala. Desde Toluca y Metepec, por ejemplo, los Casarrubias mandaban traer tacos de canasta desde el centro de Iguala porque los de aquí nada más no les gustaban.
También, entre octubre y noviembre de 2019, al menos dos ejecuciones en los alrededores de la capital mexiquense mostraron sendas narcomantas adjudicando los homicidios al Cártel de Jalisco. Por esas fechas, tres videos mostraron a camionetas del CJNG patrullando municipios sureños como Almoloya de Alquisiras, en busca de sicarios de la FM. Fue en noviembre, sin embargo, que el CJNG convocó a una reunión a jefes policiacos, sobre todo del valle de México, a quienes primero solicitó que lo dejaran trabajar en las distintas plazas que domina. Esa reunión fue ratificada por la secretaria de Seguridad, Maribel Cervantes, quien minimizó el hecho sosteniendo que algunos de los participantes eran policías retirados o inactivos.
El 3 de enero de este año fueron capturados tres presuntos miembros del CJNG, Ignacio “N”, alias «La Niña»; José “N”, alias «El Chocolate», y Anastasio “N”. Toluca y Metepec representan una narco-conexión que apenas está activando sus nuevas líneas. La llegada del CJNG es también el anuncio de un baño de sangre para el sur del Estado de México.