Fernanda García
Toluca, México; 9 de junio de 2022
Sentadas frente a un pequeño altar improvisado en una mesa tambaleante, las hermanas de Zuleyma Zaret Contreras Serrano contemplan su fotografía y una vela cuya llama parece danzar con el dolor. A la joven madre la encontraron muerta en Michoacán casi un mes después de que fue reportada como desaparecida. El moño negro que han colgado en la fachada de su casa lo indica todo.
A casi un mes del hallazgo, la justicia no ha llegado. No hay nadie detenido.
Zuly, como le llamaban en vida quienes hoy la lloran, fue hallada el municipio michoacano de Ucareo, donde los vecinos de la zona reportaron que había una joven sin vida y en avanzado estado de putrefacción, desde las 2 de la mañana del jueves 12 de mayo en el predio ubicado en la esquina de las calles Lázaro Cárdenas y Camino Real.
A Ana Karen y a Monserrat el rostro se les desencaja con la primera pregunta de la entrevista. Tan sólo nombrar a su hermana es revivir que no pudieron abrazarla una última vez por las condiciones en las que fue hallada.
“Podríamos decir que la encontramos, pero no queríamos encontrarla así, nosotras teníamos la esperanza de que entrara caminando a nuestra casa y nos dijera ‘ya estoy aquí, ya no me busquen’”.
La versión que el novio de Zuleyma le dio a la familia es que salieron de Toluca el 15 de abril de este año y, tras una supuesta pelea, se bajó del auto en el que viajaban, en algún punto de la carretera a Querétaro y no volvieron a verla… pero eso no fue verdad.
“La verdad es que el trabajo que hizo la Fiscalía General de Justicia del Estado de México deja mucho que desear, fueron lentos, hicieron omisiones, está llena de irregularidades la carpeta, ellos sabían desde el día 4 de la desaparición que nunca fue a Querétaro, que todo se centraba en Michoacán y no entendemos por qué no la buscaron de inmediato allá. La búsqueda en Michoacán estaba programada para el 31 de mayo y 1 de junio”.
Desde el 15 de abril quieren saber qué pasó con Zuly, quién o quiénes son los culpables de que no regresara a su casa.
“De la última persona que la vio, tampoco sabemos nada de él. No sabemos si le pasó algo o realmente también está desaparecido. No sabemos qué fue realmente lo qué pasó pero tampoco nos dan motivos para creer que él no hizo nada. Mi hermana no murió por accidente, eso es más que claro, la autopsia lo dice”- dice su familiar.
Mientras se entrega la carpeta de investigación que se inició en el Edoméx a la Fiscalía de Michoacán, se le pide paciencia a esta familia rota por varias aristas. Pero eso es justamente lo que no tienen, paciencia para esperar sentadas.
Intentan retomar sus vidas sin éxito porque el dolor no les permite caminar un solo día sin ser conscientes de que Zuly es una víctima más de la violencia de género contra las mexiquenses.
Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), revelan que en el Edoméx se reportaron en el primer cuatrimestre 51 feminicidios. Aunque a Zuly al parecer no la mataron en suelo mexiquense, sí desapareció aquí.
“En este punto es muy difícil confiar en las autoridades por la mala experiencia que ya traemos, porque prácticamente la Fiscalía en Toluca nos dijo que los dejáramos trabajar y nos pedían tiempo, se los dimos, pero ellos no encontraron a mi hermana”.
La joven vestía short azul y blusa rosa, pero debido al avanzado estado de descomposición en el que estaba, fue identificada más de 14 horas después del hallazgo. Lograron saber que era ella por los tatuajes que tenía.
Por si fuera poco, la casa que Zuly compartía con su pareja hoy está vacía. Su novio también está desaparecido, aunque su familia no lo ha reportado a las autoridades.
“Zuly dejó a mi sobrino de 15 años de edad, mi sobrino no merecía crecer sin su madre, mi hermana tenía que estar aquí para verlo convertirse en un hombre… seguimos sin creer lo que le pasó a mi hermana, aún no lo asimilamos, no queríamos encontrarla así, por lo menos no en ese estado y no tener la oportunidad de abrazarla y despedirla”.
La Alerta Odisea de Zuleyma se activó en un periodo en que las desapariciones tuvieron un repunte. De enero al 15 de abril de este año, se reportaron como ausentes o no localizadas 63 mujeres mayores de 18 años, aunque la Fiscalía mexiquense no ha precisado cuántas fueron halladas sin vida.
Para la familia de Zuly, el desdén con el que son recibidas las familias de víctimas de desaparición en el Centro de Justicia para las Mujeres se trata de una muerte anunciada para aquellas que están en riesgo feminicida. Hoy lo saben, lo condenan y lo lloran sentadas en ese sillón negro colocado frente al altar puesto en una mesa tambaleante, donde esperan respuestas.
Fotografía: Ramsés Mercado.