Tenancingo, México
Miguel Alvarado
El 21 de junio de 2023, tres alumnos y un ex empleado de la normal de Tenería iban en una camioneta Titán hacia su escuela, ubicada en Tenancingo, en el Estado de México. Regresaban de Zumpahuacán, uno de los municipios vecinos porque habían realizado ahí un cobro de 150 mil pesos en efectivo. Ya estaban a la altura del pueblo de San Andrés cuando hombres armados los emboscaron. Les dispararon con armas de alto calibre y por lo menos dos de los alumnos recibieron de lleno las balas. La Titán, un vehículo oficial de esa normal, logró escabullirse y se dirigió con su carga de heridos a un hospital de Tenancingo, que la tarde del 17 de mayo de 2023, día del ataque, los reportaba graves. Con el paso de los días los acribillados fueron recuperándose.
¿Qué estaban haciendo tres alumnos y el ex chofer de la normal de Tenería en Zumpahuacán ese día? ¿Quién les había pagado 150 mil pesos? Y por último, ¿quién los había atacado? Ese encuentro con pistoleros, que tiraron a matar, representa la escalada más dura de la violencia que se cierne en torno de Tenería -que oficialmente se llama Lázaro Cárdenas del Río- ejercida por alumnos golpeadores organizados por un ex director de la escuela. Venta de droga en las instalaciones; infiltrados; robo de materiales y equipo de computadoras; cobros por “derechos de piso” a alumnos y empleados; extorsiones; amenazas de encapuchados armados en el área de dormitorios; despidos injustificados; golpizas casi mortales y hasta un asesinato relacionado con ese plantel se han registrado desde hace por lo menos cuatro años. Los responsables tienen nombre y apellido y se trata de un ex director y de integrantes de la cúpula estudiantil de la normal que para el 23 de mayo habían roto relaciones y se enfrentan por el control de la escuela y por venganzas personales.
“La comunidad de Tenería identificó a Ulises “N”, un ex chofer de la escuela, como conductor de la camioneta Titán agredida. Con él iba Raúl Barreto Alonso, ex alumno encargado de la cartera de Conflictos entre 2022 y 2023. Sobre este último existen señalamientos de acoso sexual, venta de droga, robo de materiales y golpizas a alumnos. Ulises y Raúl operaban cobros de derecho de piso en la normal a trabajadores y docentes. También cobraban a algunos alumnos desde mil a 5 mil pesos por garantizarles algunos privilegios, por ejemplo no asistir a trabajos de comisiones y saltarse las clases sin ser sancionados”, dice uno de al menos una decena de testigos directos entre profesores, ex trabajadores y padres de familia que se han organizado para denunciar e insisten ante autoridades estatales de Educación, familias y alumnos que en Tenería se están generando condiciones para que suceda otro caso como el de Ayotzinapa.
Junto con ellos, otros que cobran piso son un alumno llamado Víctor Berriozábal Jiménez, a quien se identifica como militar en activo. También se señala al secretario general del alumnado, Alejandro Francisco Salazar Ortiz, ‘La Vaca’”, apuntan los declarantes. Ellos dos recibían el dinero recolectado pero era el ahora ex director de la escuela, Carlos Próspero Basaldúa, quien se encargaba de repartirlo porque él era el jefe de este grupo. Lo fue hasta que las autoridades de los Servicios Educativos Integrados al Estado de México (SEIEM) lo dieron de baja después de una presunta investigación por desvío de recursos. La salida del director, que fue despedido por sus aliados hasta con banda de guerra, dio pie sin embargo a una serie de diferencias con ellos, que poco después le dieron la espalda y de hecho le exigieron que les entregara un millón de pesos si quería la oportunidad de regresar por lo menos a jubilarse, esto como parte de su derecho de réplica.
A pesar de la despedida eufórica, una reunión oficial celebrada el 18 de mayo de 2023 entre estudiantes, trabajadores sindicalizados y profesores, determinó que Próspero no podría regresar a la normal bajo ninguna circunstancia. Así fue decidido, pero a pesar de eso el pago de un millón de pesos fue propuesto al ex director. En respuesta, el maestro amenazó de muerte a sus antiguos aliados.
Los 150 mil pesos que habían ido a cobrar el 17 de mayo eran parte de esa negociación fuera de leyes y reglamentos, y que había bajado su monto para esa fecha. Del millón inicial se llegó a un arreglo de 300 mil pesos que después quedó en 150 mil. Lo anterior, de acuerdo con audios de llamadas telefónicas en poder de este medio de comunicación. De acuerdo con los testigos, uno de los pocos que sabían el cobro de Zumpahuacán era el propio ex director por su involucramiento directo.
“Por estas traiciones se supo lo de los derechos de piso, lo del control de la venta de droga y otras cosas, porque entre ellos se echaron de cabeza. Desde que le exigieron el pago a Próspero, él también se encargó de amenazar a los estudiantes y a algunos profesores”, señalan los testigos, que suman a los delitos la venta de plazas laborales, un negocio en manos del profesor Cenobio Fuentes Calderón, quien ahora fue nombrado director de la normal, y del propio Próspero. Estas plazas cuestan entre 30 mil y 50 mil pesos, de acuerdo al cargo que se aspire. Quienes egresan de la normal de Tenería obtienen trabajo de manera automática gracias a un antiguo convenio con el gobierno del Estado de México. Además, revelan que Cenobio Fuentes paga a conferencistas cantidades menores a las pactadas en contratos firmados. Aunado a esto, Fuentes vendía plazas en 30 mil pesos a alumnos que cursaban en la División de Estudios Semiescolarizados, que después desapareció.
Así pues, era el director de la normal el verdadero poder de la escuela. Señalado de estar relacionado con la muerte de Sergio Badilla, un docente de Tenería, organizó grupos de choque con los estudiantes. “Una de las últimas golpizas dejó a un alumno en silla de ruedas. A otro joven oriundo de la comunidad de San Simonito se le practicó una operación quirúrgica salvaje durante una semana de inducción que lo dejó al borde de la muerte”, apuntan los testimonios. Los pagos que juntaba el grupo de choque los recibían los alumnos Berriozábal y Raúl Barreto Alonso, que entregaban los montos al director Próspero y al secretario general, Alejandro Francisco Salazar Ortiz, ‘La Vaca’”, apuntan los declarantes.
En febrero de 2023 un grupo de trabajadores y maestros fue despedido en un contexto de amenazas y del saqueo del almacén de la normal.
Para conseguirlo, el director de la institución, en acuerdo con la cúpula estudiantil, dio un fin de semana libre a trabajadores y alumnos, entre el 17 y el 20 de febrero. Así, pudieron sacar computadoras, impresoras, instrumentos musicales, todo tipo de papelería, herramienta agrícola y materiales de oficina, que vendieron en los pueblos cercanos. Un tanto se lo quedó el profesor Próspero y otro una mujer identificada como Ana Lilia López Zamora, secretaria de la Dirección y jefa de Personal en la escuela. No hubo denuncia alguna porque Raúl Barreto Alonso y el estudiante Berriozábal se encargaron de disuadir a quienes tenían la intención de acudir a la policía. El robo pudo conocerse porque algunos alumnos y personas relacionadas con la normal vieron a los involucrados ofrecer lo robado en las comunidades cercanas. El 19 de mayo un grupo de encapuchados logró colarse a la normal, cerca de las 10 de la noche, para amenazar a alumnos en el área de dormitorios. Los agresores llegaron en una camioneta negra, sin placas y dijeron: “¡Venimos de parte del jefe!”. Los estudiantes lograron contenerlos y expulsarlos, pero nuevamente el miedo se apoderó de la escuela.
Carlos Próspero Basaldúa ejercía el poder que él mismo construyó como un cacique. Ya tenia un grupo de alumnos leales o por lo menos colaboracionistas y para controlar a profesores las amenazas eran su herramienta más útil. La mayoría de quienes llegaron a obedecerlo fue debido a que pesaba sobre ellos el fantasma del cese fulminante. Pero una parte de estos maestros sí denunció a Próspero por las evidentes irregularidades en los despidos que ejecutó.
Los maestros Euriel Rosas Lozada, Pedro Espinoza Ramos, Sergio Herrera Martínez, Martha Lucía “N”, Armando Mancilla Solís, Teodolfo Rivera Tecorral, Daniel Sánchez Muñoz, Axel Cristian Ugarte López y los ingenieros Ángel Camacho Pastrana, Esmeralda Flores Velasco, Amparo Claudia Gómez Jaimes, Giovanni Israel Castro García, Yochimar Camacho Albarrán, los doctores Mitzi Avelar Gallardo, Emmanuel Jardón Hernández, Rodrigo Mercado, así como Erasto Solano Hernández y Ernesto Serrano Jardón fueron los trabajadores despedidos recientemente.
Hace unos años, un ex director de la normal, Guillermo Gómez Vidal, fue amenazado de muerte y de acuerdo con los declarantes, fue el mismo Carlos Próspero quien había realizado tales llamadas para allanarse el camino a la dirección de Tenería. Cuando llegó comenzó a controlar los negocios ilegales, entre ellos el de la venta de droga que llevaban a cabo dos personas particularmente. Uno de ellos es egresado y se le conoce con el apodo de El Pala, pero ocupa una casa en el campus de la normal, un derecho que no le corresponde. Es yerno de una mujer identificada como Verónica Camacho Vega, prefecta de la normal, y la otra, una mujer, es originaria del cercano pueblo de Tecomatlán. Otro alumno dedicado a la genta de droga y de un robo por 5 millones de pesos es Rafael “La Barbuda”, que huyó de la normal. Por otra parte, un hombre identificado como Quetzalcóatl Mendoza Rivera es señado del robo de una vaca y de cobros a normalistas, lo mismo que Fanny Giuliana Franco Herrera.
Tenería, dicen los denunciantes, todavía puede salvarse de una tragedia. La mayor parte de los alumnos y trabajadores están en contra de los estudiantes corruptos y de la cuadrilla del profesor Próspero, pero no se manifiestan públicamente por el miedo que se ha instalado ahí. Actualmente hay 525 alumnos inscritos, sin embargo, se calcula que en el semestre anterior se dieron de baja 160 jóvenes de primer año debido a los maltratos infringidos por los grupos de choque.
“Esto que pasa en Tenería es una situación de alto riesgo porque salen autobuses con personal que pueden ser atacados por cualquier razón. Nunca nos imaginamos que esto se pusiera más feo. Ahora mismo ningún joven debe inscribirse en Tenería porque esta escuela no es un lugar seguro”, dicen los denunciantes, como una advertencia que debe ser tomada en cuenta por autoridades del Estado de México y por quienes desean ir a la normal, que ahora está cerrada para el público y sus cuatro entradas permanecen custodiadas las 24 horas del día por los propios estudiantes.