15 septiembre, 2024

Votar por un desaparecido

Toluca, México; 22 de mayo de 2024

Miguel Alvarado

Roberto Carlos Medina Banda desapareció en Ecatepec, Estado de México, el 29 de septiembre de 2021, en el distrito electoral 13. Rafael Piña Castro también desapareció en Ecatepec, el 9 de junio de 2021 en el distrito 11. Fernando Iván Ornelas Ornelas desapareció el 20 de julio de 2019 en el distrito 13 de Ecatepec y Diego Maximiliano Rosas Valenzuela, de Ecatepec pero del distrito 10, desapareció el 4 de septiembre de 2015.

Ellos son cuatro de los 61 casos que ha postulado el proyecto “Vota por las personas desaparecidas” para que sus nombres se visibilicen en las boletas de las elecciones presidenciales que se realizarán el 2 de junio entrante. Ahí, en esos documentos, aparece un espacio en blanco, en la parte inferior derecha, donde se puede apuntar el nombre de cualquier persona. Al hacer esto, esa boleta se anulará y aunque el Instituto Nacional Electoral contará esos sufragios, oficialmente sólo serán parte de la estadística.

Al respecto, los organizadores han advertido que el proyecto de votar por un desaparecido está dirigido a quienes piensan cancelar o anular su voto, no a quienes sufragarán por alguien registrado. Los votos nulos son aquellos que incumplen con los requisitos previstos por el Instituto Nacional Electoral y que no contarán sino como una estadística. En 2018, dicen los convocantes, un millón 571 mil 114 personas decidieron cancelar sus boletas, lo cual representó 2.77 por ciento de los votos emitidos. Además, hubo 31 mil 982 sufragios a favor de personas no registradas. Hace poco, el 7 de mayo de 2024, durante el Simulacro Electoral Universitario, el 5.2 por ciento de los votos emitidos en distintas escuelas resultaron nulos.

En un país en el que asesinan diariamente a 80 personas y que tiene deficiencias severas para saber cuántos desaparecidos hay y cómo hay que administrar las listas en las que debían estar, la propuesta de votar por alguien cuyo paradero se ignora es más que buena. Cifras deficientemente actualizadas por la Comisión Nacional de Búsqueda perfilan el infierno que es desaparecer en México y señalan que hay 114 mil 22 no localizados. El Estado de México es el tercer lugar nacional, con 12 mil 482 casos, por debajo de Jalisco y Tamaulipas.

Ahora mismo, la Fiscalía General de la República mantiene retenidas a tres periodistas que se han especializado en la búsqueda de ausentes y en reportear los lugares en los que suceden desapariciones masivas. Marcela Turati, la defensora Ana Lorena Delgadillo y la perito independiente Mercedes Doretti, son interrogadas acerca de sus hallazgos en las fosas clandestinas de San Fernando, donde sicarios de Los Zetas masacraron a 72 migrantes el 25 de agosto de 2010. Las investigadoras han sido criminalizadas desde aquel año por la extinta Procuraduría General de Justicia, pero ahora la FGR intenta levantar acusaciones, las cuales no han sido expuestas al público.

Los tres aspirantes presidenciales, Claudia Sheinbaum (Morena-PT-PVEM); Xóchitl Gálvez (PRI-PAN-PRD) y Jorge Álvarez Máynez (MC) no pudieron convertirse en referentes inapelables que representen un gobierno dedicado a la solución de los problemas más apremiantes. La izquierdista Sheinbaum se ha declarado por la continuidad de la militarización; por la ratificación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá y por la aplicación de la prisión preventiva oficiosa que retendrá en las cárceles a personas sin sentencia; no ha expresado una postura personal ante el genocidio cometido por Israel contra Palestina; dice que a las madres buscadoras el gobierno federal las ha respaldado y que es mejor hacer propuestas que criticar y pugna por que la Guardia Nacional tenga un mando militar. Esas posiciones la ubican más como una representante neoliberal. Por su lado, Xóchitl Gálvez es la candidata de la derecha rancia en México, a la que se le suma el muy pequeño PRD; y Jorge Álvarez Máynez, de pasado priista, que está para restar votos a la campaña de Gálvez.

“En las plataformas electorales presentadas por los partidos políticos no se encuentran propuestas concretas y desarrolladas sobre cómo se abordaría la problemática de las desapariciones”, dicen los colectivos, que destacan que el Verde Ecologista, el del Trabajo y Movimiento Ciudadano no tenían propuesta alguna al respecto, en tanto que Morena decía que se ampliarían los trabajos. Con todo lo obtuso que representa la alianza prianperredista, por lo menos prometía fondos para ayudar a las víctimas y la creación de una comisión ejecutiva, muy similar a las instancias que ya existen.

Lo anterior es apenas un panorama superficial del México de las fosas clandestinas, de la corrupción de los impartidores de justicia y de cómo la responsabilidad de hallar a los ausentes recae en los familiares. Así, la propuesta se potencia, toma sentido.

“’Vota por las personas desaparecidas’” es una campaña propuesta por [sus familias] que pretende visibilizar la crisis de desapariciones en el país que se ha intentado invisibilizar en el proceso electoral”’, señala la agrupación, que está formada por militantes de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (Fundenl), Colectivo Memoria, Verdad y Justicia, Uniendo Esperanzas, Huellas de la Memoria y La Glorieta de las y los Desaparecidos.

Ellos han denunciado el cambio en la postura del gobierno del presidente mexicano, el morenista Andrés Manuel López Obrador, que prometió en 2018, después de ganar las elecciones, buscar y encontrar a los desaparecidos. AMLO señaló que para esas búsquedas no habría techo presupuestal ni tampoco un impedimento de personal ni equipo. Pero al término del sexenio nada había cambiado.

“A partir de datos oficiales, durante el periodo de mayo de 2022 a mayo de 2023 fueron desaparecidas 25 personas por día, una cada día. También en este sexenio se realizó un censo polémico que ha sido criticado por diferentes familiares y personas expertas por utilizar una metodología que pareciera más centrada en minimizar la incidencia de desapariciones con fines electorales, que a la búsqueda de las personas desaparecidas”, señalaron los colectivos, que critican el incumplimiento de los acuerdos del presidente y la represión ejercida por policías contra familiares que intentaron colocar memoriales en Jalisco y en la Ciudad de México.

En los comicios del 2021 ya se había realizado un llamado para votar de esta manera. En las boletas se insertaron mensajes reclamando la inacción e incapacidad de los diferentes gobiernos y autoridades. Luego, en abril de 2024, el colectivo Luz de Esperanza lanzó la campaña “Te cambio mi voto por mi desaparecido” y en Chiapas el colectivo Madres en Resistencia también realizó una.

“Existe un hartazgo de muchas de las familias de personas desaparecidas frente a las acciones y los resultados de los gobiernos, entre ellos el federal, respecto de la crisis de personas desaparecidas. Lo que se reflejó en la marcha del 10 de mayo (2024) en la que se sumaron más de 1,500 personas para recordarle al gobierno su deuda en el tema”, dicen los colectivos, que buscan con la campaña el cumplimiento de tres objetivos principales, los cuales son:

  1. Generar conciencia.
  2. Posicionar las desapariciones en el periodo electoral.
  3. Buscar posicionamientos de actores políticos respecto de la campaña y la problemática de las desapariciones.

La campaña ofrece stickers electrónicos que pueden ser descargado en su sitio web, donde además se explica a detalle la convocatoria mientras se muestra una galería de los desaparecidos que participan.

“Las personas desaparecidas en México constantemente son víctimas de la desaparición de su cuerpo, de su nombre, de su historia, de su rostro, en un intento del Estado por borrar a todas aquellas personas que han sido víctimas de desaparición. Frente a eso se tienen las acciones que desde las familias de personas desaparecidas se han realizado para evitar que las personas desaparecidas queden en el olvido”, dicen los organizadores.

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