Miguel Alvarado.
Imagen Karen Colín.
Toluca, México; 4 de mayo de 2019. “Todo se vende mi carnal, todo se vende en la policía. Los ascensos, los grados, las áreas de patrullaje, las patrullas, las motos, las horas extras, las guardias, los días de descanso, los uniformes, las fuscas, los toletes. Se vende todo y también se cobra por todo”, dice Pedro, un agente de la policía municipal que debe caminar todos los días por San Pablo Autopan y sus alrededores, al norte de Toluca, en la misma ruta por donde pasan 12 kilómetros de ductos de Pemex, la zona huachicolera de la capital mexiquense.
Esta es la colonia Aviación, uno de los barrios más alejados de la delegación de San Pablo Autopan. Aquí la pobreza puede verse por todos lados, pero también una bonanza fuera de sitio crece en los cimientos de algunas de las casas: aquí tiene una de sus propiedades el ex alcalde de Toluca, Fernando Zamora, en la esquina de Puerto Aéreo y la calle 23 de Octubre y en unos mil 500 metros cuadrados de terreno. También José Manzur guarda parte de su colección de Mustangs en una especie de finca, ubicada a unos 700 metros de la propiedad de Zamora, en la que sobresalen dos torres, decoradas con mosaicos azules y amarillos, de una capilla privada.
El ex secretario de Gobierno del Estado de México es temido por la violencia con la que trata a los vecinos y a los que trabajan para él. Vecinos de la colonia han denunciado amenazas y golpizas del ex funcionario cuando algo no le parece. La colonia Aviación en Toluca es extraña por sí misma. Para rematar, se ubican también el mercado de Palmillas, plaza de confrontaciones entre organizaciones de ambulantes y, sobre la vialidad hacia Ixtlahuaca, se asoma la mole blanca de la Universidad de la Salud, propiedad de la familia Montiel Rojas, la cual tiene su propia historia de desfalcos y corrupción en la que están envueltos ex rectores de la Universidad Autónoma del Estado de México.
“El lado nice” de Autopan es tan visible como su miseria. Es una de las 47 delegaciones que componen al municipio y su bonanza a trozos responde también a los rumores que hace años se esparcieron sobre la construcción del nuevo estadio del equipo de futbol profesional, el Deportivo Toluca, en esa localidad. Ejidatarios confirmaron la venta de un terreno al Toluca, atrás de la Universidad de la Salud, pero nunca se desarrolló el proyecto.
– No, no todos los policías municipales son corruptos, pero casi todos le tenemos que entrar porque nos lo piden los jefes. En la policía de Toluca todo tiene un costo, siempre lo ha tenido, traer una patrulla o una moto tiene un precio. También hay algunos elementos que deben entregar alguna cantidad de infracciones diarias-.
Hace 20 años había una mafia de policías a la que se le conocía como La Gata, y era una organización de jefes y agentes municipales que repartía el dinero producto de la extorsión. Esa misma práctica y estructura se repite en la policía estatal, así como en policías de otros municipios.
En realidad, La Gata no es sino “el entre” que cada uno de los agentes daba a sus mandos a cambio, por lo menos, de no ser molestados. Esa corrupción también fue una de las razones por las que huachicoleros pudieron operar en Toluca, pues compraban a soldados y policías por igual, así como a inspectores de Pémex que no reportaban las fugas en los ductos.
– Naaah, siempre ha sido así, desde que yo estoy, y ya tengo muchos años, pero yo no he podido pasar de policías de a pie, porque también nos han olvidado- dice Pedro, mientras se seca el sudor que le provoca el sol a plomo, al pie del cerro Pelón, en cuya cima instalaron una discreta gasera.
– ¿Quiénes son los jefes que controlan La Gata?
– De los comandantes para arriba, hasta el director general.
– ¿Los nombres?
– Te puedo dar los de Autopan ahorita. Apúntale –dice, mientras mira arriba, hacia al nata de contaminación que cubre el valle de Toluca, mientras el helicóptero de la policía federal pasa en su ronda habitual, sobre la línea del ducto de Pemex, cuyo camino está marcado por postes amarillos. Las calaveras de peligro no desaniman a los que se dedican a la extracción.
– Apúntale- dice de nuevo- porque son los mismos que protegen a los huachicoleros.
Fermín Chávez, policía municipal en San Pablo Autopan.
Marlo, a quien se le conoce como Marlo Marte, uno de los jefes.
El Raso, jefe del Grupo Cobras.
Heberto Almazán, El Bigotes.
Antonio Mejía, de San Pablo.
Pedro Sánchez Colín, de San Pablo.
Octavio Dávila y un agente de apellido Gómora, también de San Pablo.
– Todos ellos- dice- han tenido algún tipo de mando desde hace 16 años en esta zona, y son responsables del huachicol, pero también de otro tipo de extorsiones, de extorsiones contra nosotros sus compañeros policías. Pero esta lista es muy pequeña y ellos tiene varias funciones, una de ellas es no avisar. Ira, apenas, el 4 de abril localizaron una toma huachicolera nueva, en la calle de Felipe Villanueva de San Pablo. En esa misma calle se paran las patrullas que se destinan para San Pablo, y están paradas por varias razones. Ira, te doy una. El comandante Jorge Hernández Romero, responsable del Sector 15, destina unidades para cuidar negocios a cambio de una renta que va de los 2 mil a los 5 mil varos semanales. Entonces si los comerciantes no pagan, no hay vigilancia.
– ¿Y quiénes pueden pagar eso?
– Los que tienen la necesidad, hasta los gasolineros pagan, como la estación que está en la colonia García Lovera, del Sector 15, que le da esa lana al comandante para que envíe una patrulla en las noches.
– ¿Esa cuál es?
– Se llama Estación Totoltepec, está en Paseo Totoltepec esquina Vicente Lombardo Toledano.
– ¿Y el director general de la Policía sabe?
– Sí, sabe de todo.
– ¿Cómo se llama?
– Roberto Valdez García. Hace poco dijo que cambió horarios de trabajo de nosotros, que ya sería de 8 horas diarias. Según, que el antiguo horario no servía de nada. Pero eso del cambio lo anunció nada más, por ahí del 6 abril, porque los cambios no se han aplicado y seguimos de 24 por 24. Incluso a algunos compañeros, los viernes se les niega la salida del turno porque los mandan a apoyar acá a San Pablo y a La Aviación, lo que es un turno extra hasta de 8 horas pero que no se le paga a nadie.
– ¿Cuántas ganas?
– ¿Yo? No maaaa… yo gano 4 mil pesos quincenales y ando a pata.
– ¿Te alcanza?
– Casi no, tengo un negocito y con eso me cubro, pero nel.
– Les aumentaron el sueldo, ¿no? Dijeron que 16 por ciento.
– El alcalde se comprometió que sería del 20, pero no ha llegado nada, todavía estamos esperando y esperando mal, porque al inicio de la administración del director Valdez García, nos obligaban a trabajar 72 horas, desde el miércoles, para salir los viernes sin pagos extras ni nada de nada.
La policía municipal de Toluca está compuesta por mil 200 elementos, y la intención del alcalde Juan Rodolfo Sánchez Gómez es duplicarla pero dejarla en 6 mil al final del trienio que le corresponde. En agosto de 2018, el salario de la policía aumentó tres por ciento, 11 por ciento si se cuenta el resto de los aumentos durante la administración de Fernando Zamora.
El nuevo alcalde denunció el 24 de abril que se había detectado colusión de policías con bandas delictivas y que se había iniciado una investigación al respecto. Sin embargo, no reveló ningún nombre.