Redacción VCV Noticias.
Toluca, México; 20 de agosto de 2019. El diputado de la bancada de Morena en la Legislatura local, Max Correa Hernández, propuso una iniciativa para contemplar a la Tierra como sujeto de derecho para construir un marco legal de protección de los recursos naturales y el medio ambiente en todo el Estado de México.
La medida se enmarca en una serie de políticas públicas de la llamada “revolución verde”, movimiento que ha cobrado fuerza desde inicios del siglo XXI y que propugna por la disminución de los contaminantes, la reforestación y la cultura del cuidado ambiental. Sólo Bolivia y la Ciudad de México son las entidades políticas en el mundo que reconocen a la naturaleza como sujeto de derecho.
La implementación de la iniciativa pretende ser un parteaguas para una modificación y adecuación de la Carta Magna del país, así como un marco legal que permita la implementación de “[…] los derechos de los bosques, el agua, la flora, la fauna diversa de nuestro bello estado”, informó Correa durante el Foro para la Creación de la Ley de los Derechos de la Naturaleza del Estado de México.
La vida es uno de los derechos universales consagrados en diversas legislaciones de países occidentales y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU. El derecho a la vida contempla tanto la protección de los seres humanos contra la muerte, como la erradicación de toda forma de maltrato de un ser humano.
En este sentido, los seres vivos pertenecientes a los cinco reinos de la naturaleza (animal, vegetal, fungi, protoctista y monera) necesitan de un entorno sano para su desarrollo, en el que se contemple agua limpia, zonas verdes y boscosas para la generación de oxígeno, espacios libres de contaminación en todos sus niveles, y un entorno biótico equilibrado. A propósito de lo anterior, el presidente de la Comisión Legislativa de Protección Civil de la LLegisLatura enfatizó que los humanos viven de la naturaleza, que se necesita replantear la relación entre humanos y el medio ambiente, y que construir un marco legal que establezca sanciones contra conductas que violenten al planeta.
Por su parte, Max Correa justificó su propuesta indicando que el planeta es una “[…] comunidad indivisible de seres vivos cuya interrelación deriva en la vida de todos quienes la conforman, y que sus derechos son originarios para garantizar, en primer lugar, la existencia de cada ser, y por ello son inalienables en cada territorio para garantizar la vida”.
La minuta contempla incorporar el conocimiento de los grupos originarios del Estado de México en la conformación de la legislación, así como volver a proteger a través de la legislación los bosques del Xinantécatl, de Jilotzingo, los circunvecinos al Lago de Texcoco y los bosques de Amanalco, que abastecen de agua al Sistema Cutzamala.
En el mismo foro realizado en el Legislativo mexiquense, diversos grupos ambientalistas defendieron los derechos de la naturaleza a existir, a prosperar y a evolucionar, y que su consideración como seres vivos sujetos de derechos es necesaria para el bienestar de los humanos.