Ramsés Mercado: información e imagen. Miguel Alvarado: texto.
Toluca, México; 2 de febrero de 2023
“Yo soy Marina Gómez López y soy hermana de Fabiola Gómez López, que está desaparecida”, va diciendo muy claramente, afuera del Centro de Justicia para las Mujeres en Toluca, cuyos accesos casi siempre están llenos. Se presenta sin preámbulos, con la esperanza de que dar a conocer el caso de su familiar la ayude a encontrarla lo más pronto posible.
El domingo 30 de enero Fabiola salió de su casa, en Chapa de Mota, un municipio al norte del Estado de México, cerca de las 11 de la mañana. Iba a ver a su novio y eso fue lo que les dijo a todos. Así había hecho otras ocasiones, y cuando estaba con su pareja generalmente no contestaba las llamadas. Lo hacía más tarde, cuando la familia le preguntaba a qué hora regresaría o en dónde andaba. Pero el domingo esa rutina cambió.
Cerca de las 7:20 Fabiola se comunicó con otra de sus hermanas, Rosario, pero era una llamada distinta porque la joven no habló para nada, sólo se escuchaban las voces y los ruidos de fondo. En esa comunicación, la familia refiere que Fabiola no dijo una sola palabra, pero en cambio la voz de un hombre se escuchaba, más lejos. La hermana no pudo entender lo que esa voz masculina decía. Entonces se cortó aquel enlace.
Rosario quiso devolver la llamada, pero Fabiola no contestó, ni a esa hora ni después, porque ya las llamadas se desviaban al buzón. El lunes 30 de enero la hermana de Fabiola intentó localizar al novio, pero él dijo que a las 8 de la noche del domingo la había dejado, porque habían tenido una discusión.
-Pero pues, como nosotros comentamos, ella nunca había faltado a la casa, a veces llegaba noche pero siempre llegaba o nos avisaba. Pero ese día ya no hubo comunicación con ella. Y esta persona refiere que la dejó, pero tampoco se ha acercado a preguntarnos si y la encontramos, o cómo estamos. No nos ha buscado para nada. El ministerio público de Jilotepec ya lo interrogó- apunta Marina Gómez.
El MP notificó que girarían la carpeta con carácter de urgente a la Fiscalía en Toluca. El 1 de febrero el Centro de Justicia para las Mujeres dijo que esa carpeta ya era atendida, y les recomendaron que ya no buscaran ni boletinaran porque podrían poner sobre aviso a quien tuviera a Fabiola.
Pero no es tan fácil. Las fiscalías encargadas de las búsquedas siempre recomiendan no hacer publicidad de los casos, porque los avances de cada uno de ellos es lento, tortuoso, victimizante y en muchas ocasiones lo resultados son nulos. Las autoridades encargadas intentan quitarse la presión que generan los medios de comunicación y los propios familiares mientras el tiempo pasa.
-Luego nos dijeron que quien llevaba esa carpeta no se encontraba en turno, ese mismo primero de febrero, y que ni siquiera se había abierto. Nadie, pues, podía darnos un informe porque no había quién. Ya es jueves y no sabemos nada de mi hermana- refiere Marina Gómez.
La chica desaparecida trabaja de lunes a sábado en el Parque Industrial de Jilotepec para Innova, una empresa que hace playeras y prendas de vestir. Iba por las mañanas y por las tardes llegaba a su casa. Los domingos son sus días libres y veía a sus amigos y novio. Este último ha aceptado que estuvo con ella, pero que la dejó a la hora referida.
Pero la Fiscalía, como no ha intervenido, no lo ha citado más. No han hecho anda y sólo se tiene la primera declaración del novio.
Guillermina Gómez Salazar, prima de la chica desaparecida, precisa que el novio dejó a Fabiola en un terreno baldío, sobre la autopista Jilotepec-Toluca. Esa zona se llama El Durazno y se encuentra cerca de la Universidad Politécnica de Jilotepec, en ese municipio.
-El novio dijo que no quiere problemas y que no quiere saber nada de la situación. Se le acabó el amor en unas horas. Lo único que dice es que discutieron y que por eso la dejó en esa zona. El comandante del municipio nos dice que si nosotros actuamos por nuestra cuenta, vamos a entorpecer las investigaciones, entonces no nos dejan ir al lugar. Lo que se nos permitió fue rastrear en la zona donde da la última señal del celular- dice la prima.
La familia fue al sitio acompañada de la policía, pero no hallaron nada. Por eso solicitan ayuda para encontrarla, porque en Jilotepec se deslindaron, dijeron que ya pasaron el caso a la capital y que ya no pueden hacer nada por ellos.
-Ni hacen nada, ni permiten que hagamos- reprocha Guillermina.