Miguel Alvarado: texto. Ramsés Mercado: imagen.
Toluca, México; 27 de agosto de 2022
La capital mexiquense fue incluida en la gira del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que toca seis puntos del país, y que tenía por objetivo reunirse con trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad.
Aplaudido y vitoreado por la mayoría de quienes se reunieron en la sede la CFE de Toluca, Obrador se refirió a “la internetización” del Estado de México, sobre todo la que podría alcanzar el sur mexiquense, dominado por el cártel del narcotráfico de la Familia Michoacana. El sur no solamente necesita de servicios de internet, sino de un plan para salvaguardar la vida de quienes viven en esa región, la más pobre y paradójicamente la que más recursos minerales, acuíferos y agrícolas tiene. Tampoco hay servicios de salud adecuados ni carreteras, así como servicio eléctrico adecuado. De esto último se trataba la visita, aunque también de aprovechar el momento político del Estado de México, en donde se celebrarán elecciones en 2023 para sustituir al priista Alfredo del Mazo.
Por eso, que se aborde el tema de la conectividad parecería frívolo, ante el panorama de ejecuciones, trasiego y explotación de minas. Sin embargo, también es importante.
Ahí, en la pequeña explanada de la sede de la CFE, un contingente de Morena recibió a AMLO con vítores y pancartas que le decían que era el mejor gobernante del planeta. Pero junto a ellos, otro contingente, no tan números, le reclamó el incumplimiento de los acuerdos que el extinto Sindicato Mexicano de Electricistas había logrado. Ellos eran los integrantes de la Asamblea Nacional de Usuarios de Energía Eléctrica. En la acera del presidente, los trabajadores de la CFE lo abrazaron y se mostraron eufóricos. “¡Es un honor estar con Obrador!, le gritaron todo el tiempo que estuvo ahí.

Que AMLO visite Toluca no sucede frecuentemente, y esta visita, en la que anunció también el inicio de trabajos de electrificación en zonas precarizadas, coincide con las campañas política anticipadas y desreguladas que todos los partidos políticos iniciaron a mediados de año, lo cual incluye a Morena, que se ha decidido por enviar a los comicios a la ex secretaria de Educación, Delfina Gómez, por segunda vez, para enfrentar al PRI y a sus aliados en la entidad en donde son dueños de los aparatos administrativos, de los medios de producción y del sistema político imperante desde la entelequia que llaman Grupo Atlacomulco. En 2023, la oportunidad de Morena de gobernar la tierra del ex presidente Peña Nieta es única e inmejorable y se nota. Hoy, Obrador ha dado una muestra más de su popularidad, que nada tiene que ver con los integrantes de su partido, quienes han echado por la borda una estructura que ahora es dominada por priistas panistas y perredistas, así como aliados del mencionado Grupo Atlacomulco.
Obrador, en ese sentido y ante la gente que acudió a verlo, se cuece aparte. Si él fuera el candidato, las elecciones para el PRI y sus aliados no tendrían sentido pues estarían derrotados desde ahora.
La presencia de AMLO potencia la idea de que Delfina Gómez es idónea para competir, pese a los señalamientos de corrupción probada cuando ella era alcaldesa de Texcoco y a su cercanía innegable con el senador Higinio Martínez, a quien se le ha apodado PRIginio debido a sus relaciones con el poder mexiquense, que siempre ha sido priista.


Así, que AMLO dijera que se colocarán 91 antenas y habrá 285 mil personas beneficiadas con tecnología 4.5G fue aplaudido de inmediato.
“El país se electrificó porque los trabajadores de la CFE llevaron los postes en lanchas, a veces en helicópteros a las comunidades más apartadas y así se electrificó México. Eso va a ser parte de la historia. Y los mismos trabajadores, otra generación, fue la encargada de que en todo México se contara con internet. Porque eso es hacer historia”, señalo el presidente, quien después dijo que ese servicio es necesario para estudiantes para atender enfermos y para todos los servicios que se pueden tener.
Entonces hizo hincapié en comunidades como Tejupilco y Luvianos, del sur mexiquense, que serían beneficiados, así como la montaña de Guerrero y Michoacán. “Es una revolución comunicar a estos pueblos con internet”, aseguró.
Toluca, una ciudad profundamente conservadora que el trienio pasado decidió que la gobernara un panista camuflado de morenista, no respondió como otros lugares la convocatoria para ver al presidente de México. La ciudad se prepara para los próximos comicios y la operación de los funcionarios en el poder será determinante para tratar de impedir que Morena gane la gubernatura. Se trata de una misión casi imposible, pero cualquier resquicio será aprovechado para minar la pretendida fuerza de Morena en la entidad.
Pero AMLO ha desplegado sus propias armas.
-Aquí en el Estado de México se van a tener 3 mil sucursales del Banco del Bienestar. Es el banco con más sucursales en todo el país y hasta en los pueblos más apartados [hay una] sucursal. ¿Cuánto se está dispersando ya en el Banco del Bienestar? 400 mil millones de pesos- dijo el presidente, quien aseguró que para el 2024serían cerca de 600 mil millones de pesos.
En ese sentido, prometió que todos los adultos mayores del país irían a cobrar su pensión al Banco del Bienestar y eso incluye las comunidades más apartadas.
-¿Cómo funcionan los cajeros del Banco del Bienestar si no hay internet?- dijo AMLO, quien agradeció por anticipado a la CFE mientras aseguraba que regresaría para decirles: misión cumplida.
Por ahora, en Toluca la misión de AMLO se ha cumplido y se lleva, para los siguientes puntos de la gira, una carretada aplausos y vítores. Mientras Manuel Bartlett, el cuestionado director de la CFE, disfruta sus mejores momentos al lado del poder.
No, no todo será tan fácil en los comicios del 2023 para Morena.












