Miguel Alvarado: texto. Ramsés Mercado: imagen e información. Karen Colín: diseño
Lerma, México; 1 de mayo de 2022.
“La Fiscalía del Estado de México nos mintió. No hicieron nada, no investigaron y nos dieron información falsa acerca de nuestra niña, a quien según sus cámaras estaba en otro lado”, dice la familia de Liliana García Zenil, encontrada muerta en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Toluca.
Había desaparecido el 10 de marzo de 2022 de las afueras de su domicilio, en el pueblo de San Nicolás Peralta, en el municipio de Lerma.
Sin embargo, ella no fue raptada. A ella un vehículo la atropelló cuando caminaba a la altura del kilómetro 10, cerca de la caseta de cobro de la autopista Toluca-Naucalpan, que se encuentra en esa comunidad.
El responsable se dio a la fuga y nadie sabe quién es.



Las autoridades recogieron el cuerpo de la niña ese mismo 10 de marzo. La registraron como desconocida y la describieron vestida con pantalón azul de mezclilla y blusa blanca. El registro dice también que se trata de alguien no mayor a 15 años.
Los familiares de la niña Liliana habían dicho que al desaparecer, ella tenía puestos un pantalón de mezclilla y una blusa blanca.
Lo único que los investigadores tenían que hacer era checar los registros de ingresados al Servicio Forense, pero no lo hicieron.
Hoy, en el entierro de la niña, su familia, sobre todo su tía Norma Isabel Dávila, reclama que la policía no se movió, no investigó, no hizo nada desde que el caso fuera denunciado.
-Debe haber cámaras en el lugar. Efectivamente, ese día hubo un accidente y nosotros queremos revisar las imágenes que puedan existir acerca del hecho. Ellos tienen cámaras. A mí me dijeron, cuando solicité las fotos, que el estado de la niña era muy malo. Pero yo la vi. Yo pasé a identificar el cuerpo y las pertenencias pero las fotos no me las quisieron mostrar porque necesitan un escrito- dice Norma Dávila, quien confirma la vestimenta de la niña, a la cual le añade los zapatos negros con rosa y pulseras.
La policía, que sabía del accidente, no comentó nada a la familia y dejó que la buscaran, que dieran entrevistas, que investigaran por su cuenta. Nunca les dijeron nada.
El pasado viernes la Fiscalía confirmaba a la familia que la prueba de ADN era compatible con el cuerpo de la niña que estaba en el Semefo.
Al mismo tiempo, la Fiscalía dijo a la familia que cámaras de vigilancia ubicaba a la niña en la calle Agrícola y que caminaba sobre la carretera cuando ya la habían atropellado. “El accidente ocurrió ahí en el punto donde nosotros les dijimos que la habíamos visto por última vez”, explican incrédulos los familiares, que se dan cuenta de que la Fiscalía simula su trabajo y de que debe hacer decenas de casos similares al de Liliana.
“Ahí desapareció”, decían los familiares cuando hicieron público el caso, “en esta calle que va para la pista”.
El homicidio imprudencial de Liliana no se ha investigado, por supuesto. La carpeta de investigación sigue abierta.



