Miguel Alvarado: texto. Ramsés Mercado: imagen e información. Brenda Cano: diseño.
Toluca, México; 17 de septiembre de 2022.
Mientras el desfile del 16 de septiembre pasaba por el centro de Toluca; mientras quienes lo miraban se preguntaban por qué los anunciadores se empeñaban en describir una ciudad y un Estado de México que no existe; mientras el gobernador priista Alfredo del Mazo miraba con ojo crítico y cara de aguda inteligencia el paso de los contingentes de la fuerza especial de la policía, de la Unidad de Apoyo, de los vehículos anfibios de tipo militar y de las distintas corporaciones de la policía, un hombre solo pegaba carteles en postes y bardas con la foto de su hija desaparecida.
A Marian Paola se le perdió el rastro desde el 3 de septiembre, cuando se fue de su casa después de pelear con su madre. No llevaba celular y apenas una muda de ropa. La niña, de 14 años, no fue a la casa de ninguno de los familiares cercanos ni tampoco acudió a los hogares de sus amigas. Las cámaras de vigilancia cercanas no captaron el paso de la niña, que debió elegir un camino que no tenía ojos electrónicos. La Fiscalía, que recibió la denuncia el 6 de septiembre, ha hecho muy poco por hallarla.
Daniel González, entonces, se dispone a pegar un cartelito más. Ahí dice Ocoyoacac, que es el último lugar en donde la vieron, viene el nombre de su hija, la fecha de desaparición, su edad, las características físicas y teléfonos de contacto por si alguien sabe o quiere informar de algo que pueda ayudar. Su ex esposa ha decidido contratar los servicios de un brujo, que le prometió regresar a la niña a cambio de 15 mil pesos. Esa decisión ha cerrado otras puertas y también los ha distanciado en un tema en el que se debe permanecer unidos.
-Los vecinos comentan que al momento de pelear con su mamá, mi niña gritaba que la ayudaran. Se escucharon ruidos de trastes aventados y la madre le aventó agua. Mi hija entonces se fue de la casa. Yo llegué más tarde y me fui enterando de todo.
Dedicado a buscarla, recibió incluso una llamada de Samuel Verdeja Ruiz, el alcalde ecologista de Ocoyoacac, quien le aseguró que alguien le había marcado diciéndole que la niña estaba con su abuelo, pero el padre ya había ido a buscarla a esa dirección, que se localiza en Valle de Bravo. Y a la fecha, no hay más indicios.
-Yo ando solo aquí pegando folletos, nadie más está ayudándome. El domingo pasado se hizo una búsqueda con dos policías en el paraje de La Herradura, de ahí en fuera no se ha hecho nada porque no tengo contactos. Dijeron que me apoya el DIF pero eso no es verdad- señala el padre.
-¿Y el celular de la niña?
-Se lo quitó su mamá cuando discutieron. Yo me despedí de mi hija a las seis de la mañana, cuando me fui a trabajar y cerca de las 11 regresé y ya habían pasado todo. Mis otros hijos tampoco tienen información acerca del paradero de su hermana. Incluso con la mayor una compartía la huella de su celular- recuerda el padre, quien también ha confirmado que con los amigos de la niña no está. Ellos, los amigos, se han unido a la búsqueda de Marian Paola.
Hoy, además, se había programado una manifestación para informar a la comunidad del caso, pero el alcalde Verdeja Ruiz la frustró.
-Sí, por orden de él se canceló. Dijo que no quería ninguna marcha y a los policías les dio la orden. Estábamos algunos ahí, pero la policía nos intimidó. Así que seguimos pegando folletos y en redes sociales estamos informando.
Mientras el padre hace lo que puede, la Fiscalía no le informa si hay avances de alguna índole. AL contrario, le impide esa posibilidad. El caso de Marian Paola ha llamado la atención porque ha sido el padre quien ha tomado la iniciativa pública de buscarla y no la madre. Usualmente, son ellas quienes encabezan pública y activamente las presiones a las autoridades y las jornadas para localizar a los desaparecidos.