Karen

Marco Antonio Rodríguez

La calle desierta, sus pies descalzos; el aire travieso. Cuando Karen camina, los árboles la observan. El concreto absorbe su fragancia y las paredes cuchichean. Un laberinto es la ciudad que Karen transita sigilosa. Observa a su alrededor y cuenta las casas de adobe. Luego clasifica su entorno según el tamaño de las paredes.

El conteo le parece razonable y no duda ni un instante en afirmar que en ese tramo hay cinco casas medianas, ocho pequeñas y una enorme que parece rascacielos en comparación con las otras. Eso último lo ignora pues su vista no alcanza a percibir su fin. Ella es muy pequeña, o bien, lo suficientemente alta para no caer en las rejillas de las coladeras.

La luna brilla sobre ella. Sus pasos sigilosos despiertan la noche. En cada esquina, sus ojos curiosos encuentran los secretos de la ciudad. Los gatos callejeros la siguen con la mirada confidente de su misterio.

Karen, hermosa siempre, sonríe con esa mueca perfecta. Su mundo es un laberinto de inocencia. Las sombras a su alrededor se mezclan y nuevas historias se tejen.

La pequeña exploradora encuentra maravillas escondidas y los murmullos de las casas la guían hacia su destino: una puerta entreabierta, un corazón marchito y un jardín prohibido.

Las flores parecen gigantes en su universo diminuto. La casa la recibe como un abrazo y entonces Karen descubre un mundo en miniatura. Cada rincón es un tesoro, cada habitación una aventura. En su diminuta mano derecha, el hogar cobra vida.

El tiempo se desvanece mientras explora su reino secreto y así Karen encuentra su refugio en lo diminuto de mi corazón. Sólo entonces, los sueños despiertan.

La calle desierta, sus pies descalzos; el aire travieso. Cuando Karen camina los árboles la observan. El concreto absorbe su fragancia y las paredes cuchichean.

Caduca el tiempo, la noche se cierne y las estrellas titilan sobre ella…

Sus pasos la guían de nuevo hacia un “nosotros” que se antoja in-fi-ni-to.

La calle desierta guarda su secreto mientras ella, la guardiana del silencio, sigue su camino en la oscuridad.

Marco Antonio Rodríguez
Marco Antonio Rodríguez
A cargo de la redacción de VcV, es uno de los más sólidos periodistas jóvenes de Toluca. Actualmente cursa una maestría en Administración de Negocios y Mercadotecnia. Especialista en periodismo de datos, se ha encargado de revisar las cuentas de los distintos gobiernos mexiquenses. Incursiona en el cuento y la crónica, en las que ejercita una vocación de escritor que siempre sorprende a quienes lo siguen. Sus lectores exigimos que ya publique su primer libro.

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